Pavimento: la Municipalidad de Bahía Blanca confirmó que pone en marcha un sistema al 50% de costo
12/08/2015 MUNICIPIOSLo propuso el candidato a intendente Dámaso Larraburu. Los vecinos compran los materiales (hasta en 12 cuotas) y la Comuna aporta la mano de obra sin cargo.
La semana próxima las delegaciones municipales comenzarán a tomar nota de los vecinos que hayan acordado adherir al sistema de pavimentación presentado días atrás por el candidato a intendente del Frente Renovador, Dámaso Larraburu, como anuncio de campaña.
La novedad fue confirmada ayer a «La Nueva.» por el secretario de Obras Públicas, Marcelo Lauquen, quien refirió además que en lo que va del año se han realizado, siguiendo esa modalidad de pago, 400 metros lineales de cordón cuneta cada mes.
El plan consiste en que los propios vecinos tomen a su cargo la compra de los materiales, a partir de un sistema de pago en 12 cuotas en los corralones que consideren.
Una vez adquiridos, deben solicitar un turno para la obra en sus respectivas delegaciones municipales, asumiendo la comuna el aporte de la mano de obra.
Para el caso del cordón cuneta, el propietario de un frente de 10 metros deberá pagar 3 mil pesos en materiales, en 12 cuotas de 250 pesos.
Para el pavimento el aporte, tomando la misma extensión de frente, será de 11.941 pesos, en 12 cuotas de 995. Esto implica un pago de 12 cuotas de 1.245 pesos en caso de requerir ambas obras.
El punto fuerte de la propuesta es que el municipio no cobrará la mano de obra, con lo cual el costo se reduce un 50%, pagando por cada cuadra un promedio de 300 mil pesos.
La expectativa comunal es, con el programa en pleno desarrollo, disponer de una importante capacidad de trabajo –asignado a distintas cooperativas de empleo– de modo de poder completar unas 450 cuadras al año.
Chacra empedrada
En 1971 una bomba estalló cuando la revista «Siete Días» publicó una nota referida a nuestra ciudad donde un entrevistado aseguró que Bahía Blanca «siempre será una chacra asfaltada».
En rigor, la expresión tenía poco de novedoso. Exactamente 45 años antes (1926), este diario escribió sobre la invasión del automóvil, pidiendo un límite al exceso de «ruidos y gases».
«El ejercicio de la ordenanza demostraría que somos habitantes de una ciudad culta y no residentes libertinos de una chacra empedrada», escribió el autor.
A mediados de 1942, una carta al lector de Antonio Acerbi apoyaba la construcción de edificios en altura, superando, planteó, «nuestra estrechez de provincianos», para luego sugerir que «aquello de la Chacra Empedrada» era «una calumnia más, tolerable en otra época».