Pesimismo interno y mirada multipolar del mundo: cómo se mueve la brújula argentina
Occidente aparece como principal referencia, con EE.UU. a la cabeza. China gana posiciones y países de la región se consolidan como modelos a seguir; 4 de cada 10 jóvenes “podrían” irse a vivir al exterior.
02/12/2025 El PaísOccidente aparece como principal referencia, con EE.UU. a la cabeza. China gana posiciones y países de la región se consolidan como modelos a seguir; 4 de cada 10 jóvenes “podrían” irse a vivir al exterior.
El Observatorio Pulsar.UBA dependiente del IGEDECO – Facultad de Ciencias Económicas, y de la Carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires, publicó el estudio “La mirada de los argentinos sobre el mundo”.
A partir de algunas preguntas claves: ¿Hacia dónde mira hoy la Argentina? ¿Sigue Estados Unidos siendo el principal referente? ¿Qué lugar ocupa China en la mirada social? ¿Cómo vemos el espejo argentino en el mundo?, el análisis de opinión pública arribó a varias conclusiones interesantes. Entre ellas, que “la política internacional no replica la grieta local”.
¿Cómo es eso? Vamos por partes.
China asoma
Por un lado, el informe concluye en que “la Argentina continúa mirando hacia Occidente como referencia cultural y simbólica, pero adopta una postura más pragmática a la hora de pensar en alianzas estratégicas, especialmente frente al ascenso de China”.
Ante la pregunta de con qué países debería relacionarse la Argentina, aparece Estados Unidos en un primer lugar (29%) y Brasil (19%, 2° lugar), seguidos por España (6%, 4° lugar) y Uruguay (5%, 5° lugar).
¿Quién ocupa el tercer lugar? China, con un 14 % frente al 5 % que registraba en el año 2023.
Es más, entre “simpatizantes de La Libertad Avanza la imagen de China se mantiene alta”.
Este patrón indica que “la preferencia por estrechar vínculos con Estados Unidos no excluye simultáneamente a la potencia de Oriente, sino que ambos coexisten sin tensión en la opinión pública argentina”, sin reproducir “la lógica de la competencia global”. El pragmatismo se impone sobre las ideologías.
Aún así, “el ideal sigue siendo occidental”. Cuando se pregunta a qué país les gustaría que la Argentina se parezca, aparecen Estados Unidos (15%), España (14%), Uruguay (10%), Brasil (9%) y Alemania (7%). Ninguna de estas referencias se ubica en Oriente.
El ranking de vínculos estratégicos muestra, adicionalmente, que “los tres segmentos políticos argentinos ubican a los socios internacionales en el mismo orden: EE.UU., Brasil y China”.
Las diferencias sí son de prioridades: “quienes se identifican con LLA y con JxC se concentran más en la potencia norteamericana, mientras que los Peronistas se distribuyen de manera un poco más homogénea”.
La sociedad argentina no proyecta al mundo como un espacio hostil o en conflicto, establece el informe, sino como un escenario “con actores diversos con los que es posible vincularse”. “Tampoco se observa una reproducción lineal de polarizaciones ideológicas”.
La buena imagen de Estados Unidos entre simpatizantes opositores (46%) se combina con la buena imagen de China entre simpatizantes oficialistas (54% LLA y 49% JxC), pero también con evaluaciones positivas cruzadas.
La conclusión es clara: “la grieta local no organiza la mirada internacional”. “La política doméstica no se traslada mecánicamente al exterior”. En este sentido, la consolidación de China como potencia con legitimidad social en la Argentina es uno de los hallazgos más robustos y novedosos del estudio, exponen integrantes de Pulsar.
¿Y por casa?
En paralelo, el espejo internacional también funciona como un modo de observarnos a nosotros mismos. “Allí aparecen elementos de pesimismo estructural sobre las oportunidades económicas, la movilidad social y el tamaño relativo del país en el sistema global”.
Ese clima, advierte el estudio, influye en la evaluación del futuro y en la disposición, especialmente entre los más jóvenes, a imaginar un proyecto de vida fuera de la Argentina.
Por otra parte, el promedio social ubica al país en el puesto 102° de 200. El dato es contundente: “casi cien posiciones por debajo de la ubicación real, en tanto el Banco Mundial coloca a la Argentina en el puesto 23° entre 188 economías. El valor reportado en este 2025, aunque mejora la posición ante la misma consulta en 2024 (110°), dista mucho del potencial de la economía argentina según organismos internacionales”.
“Esta subestimación revela un rasgo persistente de la cultura política argentina, en tanto simboliza una distancia amplia entre la autoestima colectiva y los indicadores objetivos. No es una percepción de corto plazo, “sino un componente estructural del pesimismo social”.
Esta mirada tiene efectos concretos, por ejemplo, en “cierta disposición a emigrar”. El 32% de los consultados afirma que “se iría a vivir a otro país”, frente a un 66% que “no lo haría”.
Los valores cambian entre los jóvenes y casi cuatro de cada diez podrían irse a vivir al exterior.
Si se analiza por pertenencia partidaria, lo harían simpatizantes de LLA (37%) y de la izquierda (35%), en una cifra mayor a la de Peronistas (31%) o de JxC (31%).
Por otro lado, “la confianza en la meritocracia está en caída. La mitad de la sociedad considera que ni estudiar ni trabajar garantizan progresar en el país (49%), mientras que la mitad restante aún cree en la tierra de las oportunidades argentinas (49%)”.
Por partidos, simpatizantes del oficialismo son más positivos (53 % de LLA y 54 % de JxC), mientras que en el peronismo un 54% considera que “aún cuando alguien estudie y trabaje, no es posible lograr una buena posición económica en este país”.
El mundo como espejo
A la hora de las conclusiones, el informe recoge las opiniones vertidas para la consulta y confirma que “la sociedad argentina está incorporando de manera gradual la noción de un mundo multipolar, donde Estados Unidos sigue siendo importante, pero China gana legitimidad y Europa mantiene prestigio cultural”.
Esta transición no se vive como amenaza ni como dilema ideológico, sino como “un reacomodamiento pragmático”.
Al mismo tiempo, esta relación con el mundo “sirve como espejo de un pesimismo interno persistente”: “La subestimación del tamaño económico, la caída de la confianza en el mérito y cierto deseo de emigrar revelan una dificultad para imaginar un futuro colectivo dentro del país”.
Por ahora el futuro es una gran incógnita.