Pobreza en Necochea: hay más de 800 personas que viven en casillas sin ningún tipo de servicios
Sin luz eléctrica, ni cloacas ni agua potable. Así viven cerca de mil personas en dos barrios marginales de Necochea. Conoce cómo se organizan los vecinos para tratar de sobrevivir el día a día.
30/10/2017 MUNICIPIOSSin luz eléctrica, ni cloacas ni agua potable. Así viven cerca de mil personas en dos barrios marginales de Necochea. Conoce cómo se organizan los vecinos para tratar de sobrevivir el día a día.
En Necochea la pobreza y las condiciones indignas existen pero se encuentran apartadas de la urbe céntrica. En los asentamientos de “La terminal” y “Villa La Esperanza”, se estiman que hay alrededor de 110 casillas de precarias condiciones, en las que viven aproximadamente 800 personas. La mayoría son niños.
Uno de los pedidos urgentes pasa por la legalización de los servicios. La mayoría de ellos los consigue de forma ilegal, por esto afirman que “no queremos robar más la luz, queremos medidor social”.
Pese a que el derecho a un hogar figura en nuestra constitución, los vecinos y vecinas de estos asentamientos viven hacinados. Muchas familias numerosas, que pasan las cinco personas, tienen que compartir la casa con solo dos habitaciones. Un informe del canal local TSN mostró la cara oculta de Necochea.
Los vecinos explican que además tienen que estar expuestos constantemente a la lluvia y el calor, puesto que los materiales de las casas son de materiales como chapa, nylon y madera.
Además, a la mayoría de ellos carecen de luz eléctrica, gas y hasta agua potable y cloacas.
Desde el interior del asentamiento “La Terminal” cuentan que han ido a hablar con el intendente Facundo López, pero si bien han existido promesas o buena predisposición, cerca de mil personas siguen soportando vivir sin ningún tipo de servicio básico garantizado.
A pesar de esto, los vecinos se juntaron y organizaron para designar delegados y poder de esta forma tener una comunicación fluida con las autoridades municipales.
Uno de los pedidos urgentes pasa por la legalización de los servicios. La mayoría de ellos los consigue de forma ilegal, por esto afirman que “no queremos robar más la luz, queremos medidor social”.
La conexión alternativa que consiguen los vecinos al no tener respuestas de la empresa y el municipio, pueden provocar cortocircuitos y generar incendios de inmedibles consecuencias.
Las promesas del gobierno a través de la secretaria de Desarrollo Social, Jimena López, apuntaría a construir un barrio a través de casas de barro, pero todavía el proyecto no se ha encarado con firmeza.
Hoy en Necochea existen 112 casas con más de cuatro personas en cada una. La necesidad es urgente y la acción rápida del gobierno municipal puede evitar el sufrimiento continuo de esa población marginada.