Por la crisis, el comedor La Luciérnaga de Catamarca da de comer por las noches

Soledad Fresco, encargada del comedor, dijo que la gente se lo pedía al no tener nada para cenar. Entre los dos turnos asisten 300 personas. 

Soledad Fresco, encargada del comedor, dijo que la gente se lo pedía al no tener nada para cenar. Entre los dos turnos asisten 300 personas.

Soledad Fresco, es una mujer que hace 10 años comenzó en la zona Norte de esta ciudad con el comedor comunitario “La Luciérnaga”, para ayudar a familias de escasos recursos y darles un plato de comida. Al almuerzo concurren unas 200 personas, pero por la crisis económica tuvo que incorporar el servicio de cena para quienes más lo necesitan, y alrededor de 100 personas asisten por las noches desde hace 3 meses.
“Cada día llega más gente, la crisis pega fuerte y nosotros hacemos lo posible para ofrecerles un plato de comida”, dijo Soledad Fresco, quien es la encargada de La Luciérnaga, a El Ancasti TV.
Actualmente, el comedor le da un plato de comida a 200 personas al mediodía, y, dependiendo de la necesidad, a otras 100 personas por la noche. “A la noche estamos cocinando para 80 o 100 personas, depende del día, de acuerdo a la necesidad de las familias, se cocina para los que vienen”, precisó.
La extrema necesidad de algunas familias, en las que el único alimento que reciben los niños es el almuerzo -que también les provee el comedor, los llevó a reactivar la cocina de noche. “La idea de abrir de noche nació, cuando me enteré que muchos niños se acostaban sin comer, se levantaban sin desayunar, y se iban a la escuela con la pancita vacía”, comentó.
“Hace 10 años que tengo el comedor, pero es la primera vez en mi vida que veo tanta pobreza. Gente que estaba bien y ahora está por el suelo. Vienen personas que jamás fue a un comedor”, expresó con emoción. Mientras controla la olla en la que prepara bifes a la criolla, de hígado, porque “es bueno para los chicos por el hierro”, dice sentirse “feliz, por poder darles una mano”, en especial a los más pequeños.
El comedor tiene el inconveniente que cada vez son menos las donaciones particulares “porque la situación está mal para todos”; por lo que abrir de noche implica mucho esfuerzo. “Es todo a pulmón”, dijo y explicó que deben movilizarse entre todos para conseguir algunos alimentos para la elaboración de la cena.
Una de las modalidades que tiene el comedor es que quienes reciben la asistencia también tienen que colaborar en la preparación del menú. Por eso Soledad les designa un día para que cocinen, y quienes quieren retirar la comida por la noche también deben asistir para ayudar. “No le fomento la vagancia a nadie, el que quiere un plato de comida para sus hijos tiene que colaborar”, afirmó.
Soledad destacó el apoyo de los puesteros de la Feria Municipal. “Son los que nos mantienen de pie porque ellos quienes nos donan las frutas y las verduras, que utilizamos para preparar las comidas», dijo y destacó que “a pesar de que está tan mala la situación, nos ayudan muchísimo”.
Precisó, además, que la asistencia de la Dirección Provincial de Políticas Alimentarias cubre a 150 personas, pero “es tan grande la necesidad que le estamos dando de comer a 200 personas. Para dar de comer a los que se sumaron salimos a vender rifas o con nuestras alcancías”, y así conseguir los fondos que necesitan para el funcionamiento de este comedor.
También aclaró que los que asisten no son solo del barrio o zonas adyacentes, llegan de otros barrios del Norte donde pasan muchas necesidades como los vecinos del San José Obrero, Magisterio, La Esperanza, Mi Jardín, entre otros.

Llamado a la solidaridad
“Todos los días nos hacen faltas cosas”, remarcó Soledad Fresco y solicitó donaciones de alimentos no perecederos, fundamentalmente leche, carne y pollo. El comedor La Luciérnaga está ubicado en la casa Nº 3 del barrio 20 Viviendas Norte (ubicado al final de la calle Rivadavia hacia el Norte de la ciudad). Quienes pueden colaborar pueden comunicarse al celular 383-4190989.n

Fuente: El Ancasti