Por la sequía y la crisis, casi no se venden departamentos en Río Cuarto

Sin los excedentes agropecuarios que suelen impulsar las operaciones, los desarrollos inmobiliarios viven un momento complejo. Además de que desapareció la demanda, los precios se incrementaron en dólares

Sin los excedentes agropecuarios que suelen impulsar las operaciones, los desarrollos inmobiliarios viven un momento complejo. Además de que desapareció la demanda, los precios se incrementaron en dólares

La sequía y la crisis económica están generando que en la ciudad casi no haya ventas de departamentos. Así, la caída de los excedentes que solían generar operaciones con productores agropecuarios ha tenido un fuerte impacto en el rubro de la construcción.

A eso se suma el hecho de que las familias casi no pueden acceder a construir una vivienda propia y, por lo tanto, esas operaciones también están frenadas.

El único nicho que se ha mantenido activo en los últimos meses ha sido el de la obra pública, que continuó a buen ritmo principalmente por los proyectos ejecutados por el gobierno provincial.

Adrián Capello, secretario de la Cámara de la Construcción de Río Cuarto, indicó que el sector está viviendo una especie de parate.

“Hablar de la construcción en su conjunto es complejo porque por un lado está la obra pública y, por el otro, las inversiones privadas. En el caso de la vivienda, es verdad que cada vez se hace más difícil el acceso para los asalariados”, indicó Capello.

Esta semana, la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Provincia dio a conocer el índice de la construcción:los precios aumentaron un 5,46 por ciento en junio y, si bien quedaron por debajo de la inflación, hacer una casa de apenas 50 metros cuadrados implica un desembolso de 8.222.005 pesos. Además hay que considerar el valor del terreno. Si se tiene en cuenta que las opciones crediticias casi han desaparecido, la construcción de una vivienda es casi una utopía para una familia con ingresos fijos.

Pero además hay complicaciones en un nicho que generó fuerte movimiento en la economía riocuartense en años anteriores:los desarrollos inmobiliarios.

“La situación climatológica de la zona ha afectado mucho a los desarrollos inmobiliarios. Por eso no hay casi ventas de departamentos;eso se ha desacelerado y se ve tanto en el ritmo de obras como en las propuestas de negocios. Y no es sólo por la sequía: al no haber certidumbre a nivel nacional, el inversor o quien quiera adquirir prefiere quedarse frenado o guardar el dinero bajo el colchón y ver qué pasa”, indicó Capello.

El secretario de la Cámara de la Construcción indicó que actualmente no hay compradores.

“Eso hace que todos los procesos de desarrollos inmobiliarios se mantengan pero el ritmo de venta se vio disminuido notablemente. La sequía y las heladas afectaron mucho a la región y, por ende, no hay excedentes que alimenten la inversión en la ciudad. Eso repercute en las obras privadas nuevas”, indicó.

– ¿Y qué pasa con los precios?¿Ante la caída de la demanda hubo una retracción?

– Hoy existe una coyuntura muy particular: tenemos una inflación alta pero el dólar billete está por debajo de la inflación. Lo que pasa es que estamos teniendo inflación en dólares para equiparar la dinámica de los insumos. Si uno compara el valor del dólar respecto de la inflación real, es menor. Eso se traslada a nuestros proveedores que trabajan en pesos y, por eso, en dólares las propiedades han subido. Lo que también ocurre es que hay gente que quiere vender propiedades usadas y, ante la necesidad, tiende a bajar el precio. Pero, en realidad, el valor de las propiedades subió.

Capello indicó que la estrategia de supervivencia de las empresas del rubro pasa por ser cautos, tratar de no endeudarse y encarar todos los proyectos con fondos propios. “Son años de reorganización interna y de poco volumen de obra. Es mejor la cautela”, manifestó.

Fuente: Puntal