Por primera vez en seis meses bajan los indicadores de movilidad en Rosario

Así lo advierte un informe de la Fundación del Banco Municipal basado en los registros de traslados que Google obtiene desde la pandemia

Así lo advierte un informe de la Fundación del Banco Municipal basado en los registros de traslados que Google obtiene desde la pandemia

Al comienzo de la pandemia de Covid, Google comenzó a registrar los traslados que se producían en las grandes ciudades. Siguiendo el posicionamiento de los usuarios de teléfonos celulares, se analizaron los viajes realizados hacia diferentes destinos: el trabajo, comercios esenciales (como farmacias o supermercados) o lugares de esparcimiento para medir las variaciones de los distintos momentos de gestión de la crisis sanitaria. En Rosario, esos datos no solo permitieron comprobar el cumplimiento de las medidas de aislamiento, sino también registrar la recuperación de economía cuando finalizaron las restricciones. Esos mismos indicadores empiezan a advertir sobre la disminución de la actividad: por primera vez en seis meses bajó la movilidad en la ciudad.

Así lo expresa un informe sobre «Movilidad y economía en Rosario», realizado por la Fundación del Banco Municipal. El trabajo se centra en las estadísticas del buscador generadas entre septiembre y mediados de octubre que muestran una disminución de los movimientos relacionados con el consumo.

Según datos de Google, la concurrencia a comercios que venden productos esenciales disminuyó a partir de septiembre, luego de crecer entre abril y agosto de este año. Asimismo, la movilidad hacia tiendas, locales gastronómicos, de ocio y esparcimiento, que había registrado un alza notoria entre junio pasado y principios de agosto, en septiembre también muestra una visible contracción. Ambos indicadores evidencian una disminución sostenida en la movilidad de las personas por primera vez en seis meses.

El trabajo se muestra en sintonía con otras investigaciones que hablan de una desaceleración de la economía. Esta semana, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) advirtió sobre una caída en las ventas de los comercios minoristas. La entidad apuntó que octubre fue el cuarto mes de disminución en las ventas y estimó una baja interanual del 3,2 por ciento.

Desde la asociación de comerciantes de calle San Luis, acusaron un porcentaje tres veces mayor, ya que a diferencia de Came en su evaluación no contabilizan productos de primera necesidad. Según evaluó Miguel Rucco, referente del paseo comercial más concurrido de la ciudad, “el consumo quedó restringido a los alimentos de primera necesidad, inclusive a lo que es estrictamente impostergable”.

Un buen termómetro
Para la gerenta de investigaciones económicas de la fundación, Ana Inés Navarro, las estadísticas de movilidad de Google permiten tener una aproximación de la dirección e intensidad de los movimientos de la actividad económica a nivel local. «Nosotros lo seguimos durante toda la pandemia y, a partir de estas cifras, pudimos ver con bastante anticipación cómo Rosario atravesó la crisis sanitaria, la caída de la actividad y la rápida recuperación (de la economía en la pospandemia)», explicó.

La ventaja de estos datos, es que se publican casi en tiempo real o con anticipación a otras mediciones. Los últimos indicadores de la actividad económica de la ciudad publicados por el municipio, por ejemplo, reflejan lo sucedido durante el mes de agosto. Las mediciones de los organismos estadísticos de provincia y Nación son anteriores.

El informe de la fundación del Banco Municipal señala que los indicadores de movilidad calculados a partir de los datos de teléfonos celulares recopilados por Google permiten tener una aproximación temprana de la dirección e intensidad de los movimientos de la actividad económica privada en la ciudad, dado que una mayor concurrencia a comercios y lugares de trabajo se asocian a un mayor gasto (demanda) y producción (oferta).

El efecto de la inflación
Los últimos datos de movilidad a septiembre y octubre «sugieren que la desaceleración de la actividad privada evidenciada por la facturación local con datos a agosto probablemente se mantenga en el siguiente bimestre, principalmente por la menor movilidad de las personas en las categorías relacionadas con el consumo», apunta el trabajo.

El informe destaca que el movimiento de personas con destino a comercios que venden productos esenciales venía creciendo entre abril y agosto de este año. Sin embargo, en septiembre empezó a mostrar una caída.

En forma similar, la movilidad hacia tiendas, locales gastronómicos, de ocio y esparcimiento, que había registrado un alza notoria entre junio pasado y principios de agosto, en septiembre también muestra una visible contracción.

Ambos indicadores, suma el trabajo, evidencian una disminución sostenida en la movilidad de las personas por primera vez en seis meses.

«En ambos casos, tanto la concurrencia a comercios esenciales como a lugares de esparcimiento, se ubicaron en agosto en niveles por encima de los registrados con anterioridad a la pandemia, pero en septiembre y octubre se nota una disminución de la movilidad», apuntó Navarro.

La economista aclaró también que la desaceleración de la economía no es un fenómeno exclusivo de la ciudad, sino que se registra también en el resto del país.

«La caída en los centros de compra evidentemente tiene que ver con la inflación. Hasta ahora estábamos viendo una alta concurrencia a bares o restaurantes por la existencia de un segmento de la población con un poder adquisitivo mayor que no estaban viajando como lo hacían en otras épocas y, por lo tanto, tenían un resto para gastar. Lo mismo que pasaba con sectores jóvenes que gastaban porque no les alcanzaba para ahorrar ni tenían mecanismo para hacerlo», explicó.

En segundo lugar, advirtió que a esta altura del año «la carrera de la inflación empieza a erosionar la capacidad de gasto de las personas. Es algo que se ve en todo el país, hay un porcentaje importante de empleados formales registrados con salarios por debajo de la línea de pobreza», lo que claramente reduce su capacidad de consumo.

Fuente: La Capital