Por primera vez en su historia un pueblo de Salta, Aguas Blancas elige intendente

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El comercio ilegal y la falta de infraestructura en la agenda política de Aguas Blancas.

Dicen muchos viajeros que la mejor forma de conocer un pueblo es yendo al mercado. Esta sentencia sin dueño es inaplicable en Aguas Blancas, un caserío con calles de tierra de trazado surrealista, ubicada a 312 kilómetros al norte de la capital salteña y lindante con la localidad de Bermejo, Bolivia.

Por lo que aquí se ve, la mejor forma de conocer este pueblo -que el domingo tendrá la oportunidad histórica de elegir por primera vez a su intendente y sus tres representantes del Concejo Deliberante- es acercarse a la zona de “La parada”. Es fácil reconocerla, porque está repleta de taxis comunitarios de color blanco, que suelen hacer viajes hasta Orán a razón de $ 30 por pasajero –esto, cuando los cuatro lugares disponibles quedan ocupados; el usuario solitario deberá abonar la tarifa completa, de $ 120-.

Allí, cerca, entre puestos de venta de pizzas y hamburguesas “caseras”, de empanadas fritas y de sandwiches de milanesa, de jugos y ensaladas de fruta, está el puesto de Aduana que separa Aguas Blancas de Bermejo. A pocos metros de la pequeña edificación de fachada blanca, donde se decide quién pasa y quién no, hay un llamativo rejunte de incontables carretillas de hierro y madera –algunas diseñadas para ser tiradas por animales, y otras por humanos-, que parecen olvidadas junto al camino.

Contrabando

Está claro que, a pesar de los controles fronterizos y de las legislaciones sobre las formas y requisitos para entrar y salir del país, más de uno se las ingenia para encontrar una manera alternativa de cruzar. La mayor parte de las veces, los “bagayeros” recorren los senderos con cargamentos ilegales: bolsas y bolsas de electrónica, ropa, o lo que sea que haya sido acordado entre los comerciantes de uno y otro lado del límite internacional. Estos transportistas están obligados a cruzar el río Bermejo, empujando la mercadería sobre gomones para que lleguen secas a la parte argentina. De pronto, varias camionetas de alta gama aparecen en “La parada”, algunos hombres bajan, toman las encomiendas y se las llevan a toda velocidad, subiendo por las calles de tierra en busca de la ruta nacional N° 50. Esto no es algo que en un poblado de unos 4.700 habitantes, suceda de manera secreta.

Reforzar los controles

Los dos principales candidatos a ejercer la primera intendencia de Aguas Blancas admiten que la frontera no sólo es una fuente de mano de obra: es un problema; sobre todo, cuando se trata de drogas.

“El narcotráfico es algo complejo. Nuestro partido ya expresó la idea de reforzar los controles”, aseguró a LA GACETA el dirigente opositor Sergio “Checho” Oliva, del frente Romero+Olmedo. El docente de la escuela secundaria N° 5.091, ubicada en Orán, obtuvo 630 votos (43,38%) en las PASO provinciales del 12 de abril, y quedó como el candidato mejor posicionado, de cara a las generales del próximo domingo.

El romerista de 35 años sostuvo que carecen de recursos para solucionar la cuestión fronteriza. “Si queremos reactivar la economía interna y generar fuentes de trabajo necesitamos un reordenamiento económico. Tenemos que explotar el comercio, y una posibilidad puede ser un horario extendido para el cruce”, afirmó, en su sede partidaria. Mientras sus colaboradores pintaban “Checho” en remeras rojas y envolvían regalos “sorpresa” para su acto de cierre del lunes a la noche, Oliva se comprometió a prestarle atención al tema de la frontera, si es que resulta electo.

Horacio Contreras, el postulante a intendente por el urtubeycista Movimiento Popular Unido, se mostró afligido por la situación de los “bagayeros”. “Me junto con los muchachos (por los acarreadores), con los que somos de la misma época, y me dicen: ‘yo quiero dejar de trabajar de esto’. Muchos ya tienen rotos los ligamentos por cargar cosas, y hay gente de 70 años que sigue haciéndolo. Algunos mueren cruzando el río en enero o febrero, pasando cosas. He visto amigos míos que se han ido (con la corriente)”, expresó compungido el contador, de 31 años.

Alternativa laboral

La propuesta de Contreras, como aspirante a conducir el futuro municipio apunta a generar otro tipo de mano de obra.

“Como vamos a tener autonomía, podremos generar más trabajo. Casi ninguna calle está pavimentada, por ejemplo”, pensó, como una alternativa. Y, sobre la cuestión del narcotráfico, admitió: “es doloroso saber lo que pasa. En realidad –agregó-, esto es algo que sucede en toda frontera del mundo. Si llego a la Intendencia trataré de ser un oficial más para dar aviso a la Justicia. Aquí recorren Gendarmería y otras fuerzas nacionales, Migraciones… pero el control no da abasto. A medida que vayamos trabajando, desde la Intendencia iremos sabiendo qué hacer. Porque esto es algo nuevo para nosotros, trabajar como Municipalidad. Tenemos que pensar qué podemos ‘bajar’(conseguir) desde la Nación. Puede ser algo como lo que tiene Córdoba, una Policía Municipal, aunque este sea un pueblo chico. Pero desde ya que, sin dudas, como intendente trataré de hacer algo para detener esto”, indicó Contreras, quien obtuvo 487 votos en las PASO (33,53%).

Demandas sociales

En este pueblo rodeado de yungas, con algunas plantaciones a la vera de la ruta nacional n° 40 -hay bananas, tomates, papas, zapallos y citrus-, las demandas sociales son muchas. Según fuentes del oficialismo local, se estima que un millar de sus habitantes vive del acarreo de “bagayos”.

La carencia de recursos sanitarios (Aguas Blancas sólo cuenta con un pequeño centro asistencial, y el hospital más cercano está en Orán, a unos 50 kilómetros); la falta de redes de gas domiciliario en muchos sectores, al igual que un deficiente servicio de agua; el mal estado de las calles; y las pocas oportunidades de obtener una fuente de trabajo estable forman parte de la lista de exigencias de los vecinos que recopiló LA GACETA.

Oliva y Contreras, que reunieron 77% de los 1.452 votos válidos emitidos en las PASO, observan estos problemas con las diferencias propias de un opositor y un oficialista. Sin embargo, coinciden en que uno de los conflictos más graves que deberá afrontar el futuro intendente de Aguas Blancas está en la frontera.

Fuente: La Gaceta