Por qué Neuquén tuvo un crecimiento tan fuerte de su población
Desde 2010, con el comienzo del desarrollo de hidrocarburos no convencionales, mucha gente arribó a la provincia. Es la principal razón que explica el fenómeno
Desde 2010, con el comienzo del desarrollo de hidrocarburos no convencionales, mucha gente arribó a la provincia. Es la principal razón que explica el fenómeno
A poco más de 24 horas de realizado es Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas de la República Argentina, 2022 aparecen los primeros datos preliminares que ya permiten ir reflexionando. Según lo anunciado por el Gobernador Omar Gutiérrez, salvando que es un dato no definitivo, en la provincia del Neuquén vivimos 741.000 personas.
En comparación con los datos oficiales del censo 2010, donde las y los habitantes de la provincia ascendíamos a 550.344, podemos señalar que el crecimiento fue del 34% y, así, la variación demográfica de Neuquén representa casi el doble del crecimiento de población a nivel nacional, que fue del 18%. A estos datos, como ya se mencionó, les resta un ajuste que seguramente será incremental, por lo tanto es probable que el crecimiento sea aún mayor.
La provincia del Neuquén desde el 2010 hasta la actualidad ha atravesado diversos procesos socioeconómicos y socio productivos que tuvieron impactos en la matriz sociodemográfica que caracteriza a la región. Quienes trabajamos en temas territoriales sabíamos que este censo mostraría con números lo que se vivía en el cotidiano, una provincia a la que no dejan de ingresar más de 20 familias por día (22 familias diarias llegaban en el 2018 a nuestro territorio provincial, según datos de los registros civiles).
Para entender fenómenos como este debemos remontarnos a inicios de la década del 2010, donde se inicia la exploración de los hidrocarburos no convencionales en nuestra provincia. Los primeros años fueron de desarrollo de pilotos abarcando pocos pozos, pero el último quinquenio de la década contempló concesiones mayores y una segunda ola de desarrollo de Vaca Muerta, convirtiendo a nuestra provincia en una atractora de población. Este proceso de desarrollo, permite explicar algunas de las causas del incremento poblacional en la Microrregión Confluencia y en la Microrregión Este (que abarca la zona petrolera).
Otro suceso, ya de escala internacional, que puede arrojar luz sobre el incremento de la población podrá ser la Pandemia por el COVID-19. Los municipios de la Microrregión Sur han registrado un incremento de personas que buscan lugares con mayor contacto con la naturaleza y alejados de los grandes centros urbanos y por lo tanto se han mudado de modo permanente a sus localidades. Tal es el caso de Villa la Angostura o San Martín de los Andes, habiendo registrado esta última la llegada de 4000 nuevas personas el último año, siendo la mitad de otras provincias, según palabras del intendente.
Sumado a ello, los desarrollos de energías limpias y las distintas obras de envergadura que acompañan esta política pública vinculada a la transición energética (la Micro Central Hidroeléctrica Nahueve, el Parque Solar El Alamito, el Parque Eólico “Vientos Neuquinos”, entre otras) suelen funcionar como atractoras de población, en muchos casos temporal, pero con posibilidades de transformarse en permanente.
Lo expuesto hasta aquí no pretende explicar de modo exhaustivo un fenómeno tan complejo como lo es la dinámica demográfica de una provincia, simplemente plasmar algunas variables que permiten introducirnos en el fenómeno y comenzar a comprenderlo. Los motivos de la migración son múltiples, complejos y personales y por lo tanto también lo son los factores de “empuje y atracción”.
Como organismo de planificación, desde COPADE, estamos expectantes de los datos que el censo arrojará, precisamos de muchos de esos números para la labor diaria, para los diagnósticos, pero sobre todo para las etapas propositivas. Neuquén ya no es la provincia de poco más de medio millón de habitantes, joven en su estructura, con inmigrantes casi exclusivamente de otras provincias argentinas, hoy nuestra población cambió y nuestras políticas públicas no buscan más que adaptarse a esos cambios para responder a las nuevas demandas.
