Proyecciones: El efecto Vaca Muerta en el empleo

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Trabajo directo. Un estudio de la Subsecretaría de Hidrocarburos de Neuquén estima que se podrían generar unos 20 mil puestos al año desde 2020.

Los hidrocarburos tienen una fuerte impronta en la economía de la provincia. Las fuentes de trabajo que genera de forma directa e indirecta y sus salarios elevados generan un efecto dinamizador en otras actividades, lo cual también va acompañado de algunas distorsiones. Además, las regalías e impuestos que paga la actividad son una importante fuente de ingresos de la administración provincial que luego se vuelca a la sociedad como gasto público. Así es que los vaivenes del petróleo determinan la suerte del devenir económico neuquino.

Según el trabajo titulado “Impacto del desarrollo de reservorios no convencionales sobre el empleo” del economista Ariel Carignano, director de Inversiones de la Subsecretaría de Minería e Hidrocarburos de Neuquén, el sector hidrocarburífero contribuye con el 39% del valor agregado provincial, y se ubica como el de mayor peso relativo. La cifra surge del último dato disponible de la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos de la Provincia, correspondiente a 2011.

De todos modos, en los últimos 15 años la actividad petrolera fue perdiendo peso específico. En 1999 alcanzó un pico máximo del 70% del valor agregado provincial total. La fuerte caída se explica por la declinación de la producción que alcanzó su cenit en 1998 en el caso del petróleo y en 2004 en materia gasífera, para recién repuntar el año pasado.

Carignano señala que “si bien esta situación muestra la evolución en términos reales, y como consecuencia del aumento en el valor del dólar, junto a una mejora en los precios de liquidación, principalmente del petróleo, el valor medido en términos corrientes se encuentra en un máximo histórico”.

Agrega que esos dos efectos compensaron la declinación de los yacimientos y que los hidrocarburos aportan el 22% de los ingresos públicos a través de las regalías. Al adicionar los ingresos generados en concepto de ingresos brutos y sellos, se llega al 35%, con lo cual uno de cada tres pesos que ingresan a las cuentas de la provincia son generados de manera directa por la actividad petrolera.

El director de Inversiones destaca que si a ello se suman los aportes de las empresas de servicios, el peso relativo es aún más importante.

Otro factor importante son las inversiones del sector, que en 2014 rondaron los 5.100 millones de dólares, una cifra histórica para la provincia, de los cuales u$s 4.000 millones se destinaron a la exploración y explotación de reservorios no convencionales.

Ese tipo de formaciones como Vaca Muerta necesitan de desembolsos varias veces superiores a los yacimientos tradicionales porque requieren de una mayor cantidad de pozos y de los costosos procesos de estimulación hidráulica para ponerlos en producción. En el costo de cada pozo ya no pesa la profundidad de perforación, sino fundamentalmente la cantidad de etapas de fractura que se aplican.

El año pasado las inversiones petroleras crecieron un 30% con respecto a 2013 y fueron más del doble que las de 2012, cuando alcanzaron los u$s 2.221 millones.

“Este resultado no es menor, ya que el nivel de inversiones que genera este sector es una de las variables que origina un mayor impacto multiplicador sobre el resto de la economía, al traccionar al conjunto de industrias soporte”, señala Carignano.

Y subraya que hacia fines de 2013, las empresas operadoras generaban el 13% del empleo privado registrado en Neuquén, es decir unos 14.000 puestos de trabajo. Pero la mayor parte de ellos proviene de las actividades que estas compañías tercerizan, con lo cual se asciende a 40.000 fuentes de empleo directo en el sector.

Altos sueldos

Además, la industria petrolera tiene el salario promedio más alto del país, que en 2013 promedió los 33.306 pesos, cuando para el resto de las actividades fue de $8.446. Esa gran masa salarial dinamiza el resto de la economía, además de provocar distorsiones en mercados como el inmobiliario, con precios cada vez más altos.

Durante 2014 Vaca Muerta comenzó a pasar de la fase netamente exploratoria a la de desarrollo, principalmente por la perforación de Loma Campana, el yacimiento de shale oil que perfora la sociedad YPF-Chevron, y el anuncio de varios pilotos por parte de otras empresas para 2015. De todas formas, la abrupta caía de los precios internacionales del crudo abrió un gran interrogante sobre el despegue de las inversiones en el corto plazo.

De mantenerse las expectativas promisorias para Vaca Muerta que se vislumbraban al menos hasta mediados del año pasado –antes de la baja internacional del barril– se espera que este año se perforen unos 600 pozos para alcanzar un horizonte de 1.200 en el 2020, de acuerdo a la visión más optimista.

Proyecciones

El trabajo de Carignano indica que con esa proyección se crearían unos 8 mil puestos de trabajo directo este año para alcanzar los 20 mil en 2020.

“El desarrollo de este tipo de reservorios generará un importante impacto sobre el nivel de empleo y actividad en la provincia del Neuquén”, indica el economista de la Subsecretaría de Hidrocarburos.

Y agrega que “Si bien una parte de estos puestos de trabajo no requieren un nivel de educación formal superior, resulta indispensable contar con otro tipo de capacitación para poder llevar adelante las diferentes tareas, de una manera eficiente y segura”. Y destaca que será necesario anticiparse a los cuellos de botella y generar un ámbito de colaboración entre el sector privado y el sector público donde se discutan los escenarios futuros.

De todas maneras, las proyecciones están condicionadas a lo que pase con el escenario externo, que ya impacta en la industria local, la cual atraviesa un proceso de ajuste

Fuente: La Mañana Neuquén