Pueblo bonaerense podría desaparecer aislado por el agua

Se fueron colmando y encadenando las ocho lagunas que rodean el poblado, el agua se fue desbordando y, por un declive natural, avanza lentamente "amenazando a los distintos campos y a la población".

Se fueron colmando y encadenando las ocho lagunas que rodean el poblado, el agua se fue desbordando y, por un declive natural, avanza lentamente «amenazando a los distintos campos y a la población».

El medio millar de habitantes de San Miguel Arcángel, un pueblito de 113 años situado en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, conviven con un miedo latente y particular desde hace más de 15 años: que la localidad desaparezca por el gradual éxodo de sus pobladores a raíz del aislamiento producido por el anegamiento de los campos y de los caminos troncales.

De hecho, según el delegado comunal Ricardo Haucke, ya en 2001 y tras un período similar de inundaciones y caminos cortados, «10 familias se fueron», lo que para una localidad de 500 habitantes es «un éxodo bastante importante».
«Y la gente que se va no vuelve», acotó el vecino Waldo Beratz.

«Tenemos muchos campos que quedaron sin gente, porque después de la inundación la tierra se vuelve a alquilar y a trabajar, pero ya nadie vive ahí y es plata que se pierde para el pueblo porque la producción ya no se comercializa acá y es gente que nos falta» , agregó.

No obstante, el temor más acuciante es que las aguas -que siguen avanzando tierras abajo, desbordando y unificando las lagunas que rodean la localidad-, terminen por bloquear el único camino transitable que comunica a San Miguel con las vecinas Carhué (distante 50 kilómetros) y Darragueira ( a 35 kilómetros).

«Las autoridades siempre especulan que se va a solucionar todo solo y no hacen nada: así llegamos a una situación límite porque los productores que saben dicen que en 10 ó 15 días se nos corta el último camino transitable que tenemos, el camino que comunica con Darragueira», agregó Beratz.

Es que «debido a la abundante lluvia que hemos tenido en estos meses, se fueron colmando y encadenando las ocho lagunas que nos rodean, el agua se fue desbordando y, por un declive natural, avanza lentamente hacia nuestra localidad amenazando a los distintos campos y a la población», explicó Haucke.

Por eso, un grupo de 50 vecinos se manifestó el lunes cortando el acceso de Carhue para reclamar al intendente del partido, Davir Hirst, y a las autoridades provinciales el inicio urgente de obras de canalización prometidas hace más de una década.

Beratz explicó que cuando esto ocurre «mucha gente no puede asistir a turnos médicos o a sesiones de quimioterapia, los vehículos se quedan encajados 3 ó 4 horas, y la gente se ve obligada a tomar caminos alternativos» que pueden duplicar en kilómetros el trayecto que se quiere cubrir.

Según explicó el delegado municipal, la localidad nunca tuvo una ruta asfaltada que la comunicara con el resto del mundo, sino «caminos reales consolidados con piedra» con los que «hoy no contamos» porque están cubiertos por más de un metro de agua desde hace 6 meses, y desde entonces deben ser suplidos con los denominados «caminos alternativos», que no son otra cosa que viejos caminos vecinales de tierra que «se vuelven intransitables cuando llueven 10 milímetros».

«La ruta más próxima está a 35 kilómetros, que es la ruta 76 vía Darragueira, y los caminos vecinales al ser tan antiguos, de más de 100 años, se fueron erosionando y actúan como río: todo lo que sobra va a parar ahí», dijo.

La colonia San Miguel Arcángel es una localidad en el partido bonaerense de Adolfo Alsina, que fue fundada en 1903 por descendientes de alemanes del Volga y su población se dedica, fundamentalmente, a la producción de trigo, cebada, leche, cerdos y vacunos.

«Nos afecta no sólo a nivel social sino también a nivel económico», dijo Haucke.

«Debido a la abundante lluvia que hemos tenido en estos meses, se fueron colmando y encadenando las ocho lagunas que nos rodean, el agua se fue desbordando y, por un declive natural, avanza lentamente hacia nuestra localidad amenazando a los distintos campos y a la población»

El delegado explicó que «30 productores tienen sus campos totalmente anegados», se les está pudriendo el grano almacenado en silo bolsas y no van a poder sembrar o producir pastoreo para alimentar el ganado lechero «porque no hay piso» y la maquinaria no puede ingresar a los lotes.

En esa zona hay «unas 70 mil las hectáreas anegadas», por lo que a esos productores «habría que asistirla económicamente ya que van a dejar la actividad, dado que no hay dinero y no tienen forma de recomenzar».

El vecino Beratz, uno de los que participó de la manifestación del lunes, se quejó de que el jefe comunal «no nos dió ni bolilla» ni quiso recibirles el petitorio elaborado por los vecinos de San Miguel.

«Después de la manifestación autoconvocada y pacífica con volanteada en el cruce de Carhue, fuimos a la municipalidad pero no nos recibieron», contó.

«Hace un año y medio alertamos de cómo venía creciendo el agua y que se había tapado el primer camino, pero como no le dan bolilla a los vecinos no hicieron nada a pesar de que pagamos el impuesto de red vial como todos», agregó.

Los damnificados consideran que la solución consiste en construir un sistema de canales para «derivar el agua hacia la laguna Chadilauquen», distante unos 35 kilómetros, una obra más bien pequeña con la que, se esperanzan, «se solucionaría todos los problemas» y San Miguel Arcángel no sólo detendría su éxodo sino que empezaría a crecer.

Fuente: El Once