Puerto Lavalle puede desaparecer si el Bermejo continúa golpeando sus costas

“El agua a nosotros nos ganó como diez metros de terreno”, dice Lorenzo Acosta, un poblador de la zona.

“El agua a nosotros nos ganó como diez metros de terreno”, dice Lorenzo Acosta, un poblador de la zona.

Puerto Lavalle es una pequeña población ubicada sobre la margen del río Bermejo, muy cerca de la confluencia de los ríos Teuco y Bermejito, a la izquierda del puente General Lavalle.

En los últimos cinco años se perdieron entre 8 y 12 metros de costa, como consecuencia de que la corriente del caudaloso río Bermejo golpea contra el viejo territorio que hace muchos años se usaba como puerto para pasar las balsas hacia y desde Formosa.

Tiene sólo 160 habitantes. Hay una calle principal de tierra que serpentea como el río y conduce al interior de lo que parece una aldea. Allí los habitantes son en su mayoría criollos que viven de la pesca.

Hay una franja en la que varias personas construyeron casas y hasta un camping, como el que cuida Emilio Yarros, que ofició de guía al equipo periodístico de NORTE a lo largo del recorrido por el caudaloso río.

El sonido de las aguas que golpean contra la costa y el ruido, estruendoso, de los pedazos de tierra cayéndose, sorprenden. Ese bravo y caudaloso río Bermejo, sobre su margen derecha, contiene a Puerto Lavalle.

Una población casi olvidada, pero con riquísimas historias y una fuerte decisión de sus habitantes quieren salir del anonimato. Aquí, los pobladores viven de la pesca y de la caza, pero también del turismo. Gente común que ama esa tierra y que mira con agrado cada vez que alguien va a ese lugar.

Ahora, la amenaza es de la naturaleza y del incontrolable Bermejo, que no respeta curso ni fronteras. “Viene muy fuerte la corriente, con árboles enteros que se los traga por acá, frente a nosotros”, dice Francisco Talavera, un baqueano que cría chivos en la zona.

Lo de Puerto Lavalle “es muy parecido a lo que pasó con Puerto Bermejo, que desapareció por la crecida del río, acá puede pasar casi lo mismo, porque cada año tenemos un pedazo de tierra menos”, dice el aguerrido Emilio Yarros.

La defensa de la ruta 95

Pero no sólo la crecida del Bermejo pone en jaque al poblado, sino también a la misma ruta nacional 95, ya que las defensas de la margen izquierda del lado de Formosa, en la unión del puente Lavalle y el terraplén donde se levanta la carretera, ya que la corriente hizo caer parte de esas defensas, tal como lo publicó NORTE ayer.

Los lugareños dicen que faltan obras, tanto en defensa como en la construcción de un canal dado que el río forma una especie de letra “S” y esa obra permitiría que el grueso del caudal siga su curso por debajo del puente y no contra el terraplén, que se ve amenazado de persistir la crecida del río.

Un toque de atención

Puerto Lavalle depende administrativamente de la Municipalidad de Villa Río Bermejito, y configura un toque de atención para los gobernantes, ya que en días de lluvias salir del interior del poblado cuesta mucho porque la calle principal es de tierra.

“Ahora la empresa está por terminar el pavimento y sería bueno que le pidan las autoridades que colaboren tirando piedra, porque el drama es cuando hay enfermos, que hay que salir rajando, como se pueda”, cuenta Angel Mendoza, un vecino de Lavalle, que vive allí desde que se construyó el puente, y que por muchos años fue el encargado de medir la altura del río.

Los que se enferman deben recurrir al hospital de Bermejito, distante 18 kilómetros, o a Subteniente Peryn, localidad formoseña ubicada a 15 kilometros al norte, a la vera de la ruta nacional 95.

Fuente: Diario Norte