Quiaqueños invaden los comercios de Villazón
Aprovechan los bajos precios en Bolivia, comparados con los de este lado de la frontera.Hasta hace poco ocurría al revés, llegando los comercios bolivianos a no recibir plata argentina.
02/12/2024 ECONOMÍAAprovechan los bajos precios en Bolivia, comparados con los de este lado de la frontera.Hasta hace poco ocurría al revés, llegando los comercios bolivianos a no recibir plata argentina.
En octubre Bolivia duplicó la inflación proyectada para 2024, llegando a 7,26%. Se estima que en diciembre alcanzará 7,94%.
Con la crisis económica de Bolivia, el peso argentino recupera gradualmente su valor ante la moneda del vecino país. Ahora los quiaqueños y puneños cruzan a comprar a Villazón.
Para poner en contexto, la historia marca que en determinadas situaciones económicas, en zonas de frontera, una ciudad se ve más favorecida que otra. Es el caso de La Quiaca y Villazón, ambas caracterizadas por el movimiento comercial.
Desde fines del 2022 hasta septiembre de este año, el boom de compradores bolivianos hizo crecer notablemente el comercio en La Quiaca, en detrimento de sus pares al otro lado de la frontera, donde incluso varios debieron cerrar emigrando hacia otras lugares.
La «panacea» llegó a tal punto, que los comercios bolivianos dejaron de recibir el peso argentino, por su «escaso valor».
Con el transcurrir de este año, inflación de por medio en Argentina y el encarecimiento de todos los productos, los compradores bolivianos de a poco dejaron de cruzar hacia lado argentino.
Según explicó Erico Burgos, propietario de una reconocida una casa de cambios en Villazón, «hace tres meses 100 pesos bolivianos equivalían a 14 mil pesos argentinos. Actualmente son 10 mil en moneda argentina», explicó.
Y añadió: «Es por eso que nosotros ya no vamos a comprar al lado argentino, sino es al revés, vemos como muchos quiaqueños vienen ahora a Villazón para adquirir productos de todo tipo».
Tal como describió el cambista, los pobladores de La Quiaca y otros pueblos cercanos cruzan la frontera a diario y especialmente los fines de semana para abastecerse de distintos productos en Villazón.
Por último Burgos señaló las causales del factor económico: «Bolivia está atravesando una crisis por falta de combustible también de dólares; hay una diferencia entre el dólar oficial y el paralelo, solo resta que el gobierno confirme de manera oficial que nuestra moneda se está devaluando».
En poco tiempo, el peso argentino parece haber recuperado valor adquisitivo ante el gran costo que tienen los productos locales. Por eso cruzar la frontera implica comprar desde productos electrónicos hasta de la canasta básica familiar.
Gaseosas, fideos, azúcar, papel higiénico, aceite y demás están a precios realmente bajos en Villazón, comparados con los de La Quiaca. Hasta la hoja de coca, cuesta menos.
Un ejemplo: en La Quiaca una gaseosa de tres litros de reconocida marca cuesta 4 mil pesos, en Villazón 1.800 pesos argentinos. Y así se podría enumerar una infinidad de productos. Una aclaración: únicamente está permitido por Senasa introducir al país alimentos envasados. Verduras, frutas y otras mercaderías que requieren control sanitario tienen restricciones, aunque los quiaqueños utilizan pasos ilegales para abastecerse de esto y evitar los controles. Lo curioso es que la mayoría de la mercadería de consumo masivo que se adquiere en Bolivia son industria argentina.