Rajoy acepta reformar la Constitución para lograr armar gobierno
06/01/2016 EL MUNDOEl PP rechazaba la idea, que sí tienen el resto de los partidos, de cambiar la Carta Magna. Las negociaciones siguen empatanadas.
El presidente del gobierno español en funciones, el conservador Mariano Rajoy, se mostró ayer más abierto que nunca a reformar la Constitución en su intento por obtener el respaldo de los socialistas y el partido liberal Ciudadanos a su reelección.
El esfuerzo, sin embargo, sirvió de poco para mover su principal obstáculo, ya que el Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez le respondió que su “no es definitivo” y que se “deje de hablar de gran coalición” y se “olvide de ensoñaciones”. “El Partido Popular (PP) ganó las elecciones y de ninguna manera renunciaría a formar gobierno”, insistió Rajoy en entrevista con la radio Cope, aclarando que “no se cierra a nada” ni tiene “ninguna línea roja” en busca de un pacto a tres, indispensable para mantenerse en el poder.
“Creo que un gobierno apoyado por más de 200 diputados serviría para hacer las reformas necesarias con un gran apoyo”, aseguró, haciendo referencia a un hipotético respaldo de los diputados electos de su PP, el Partido Socialista (PSOE) y Ciudadanos.
Al ser consultado concretamente por la posibilidad de modificar la Carta Magna, algo a lo que se mostró siempre muy reticente, Rajoy dijo que un gobierno con amplio respaldo parlamentario serviría tanto para “una reforma constitucional” como para “hacer reformas institucionales que dejen solventados muchos problemas para bastantes años”. “Es una gran oportunidad, todos estaríamos obligados a pactar, a acordar, ceder y podríamos tener un período de tiempo de equilibrio en nuestro país”, subrayó.
La reforma de la Constitución está en la agenda de los tres partidos que disputaron el poder a la derecha conservadora. El PSOE propone una reforma en clave federal para canalizar el conflicto separatista de Cataluña, Ciudadanos también apuesta por ese camino aunque con un proyecto diferente, y Podemos habla de un proceso constituyente.
Si bien el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, prometió su abstención a los conservadores, Rajoy necesita el mismo gesto de los socialistas para obtener la reelección y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ya anunció que votará “no”. “No es no y es un no definitivo”, dijo hoy el portavoz socialista en el parlamento, Antonio Hernando.
El diputado animó a Rajoy a dejar de “tener sueños o ensoñaciones” porque con el PSOE no va a haber “ni grandes coaliciones, ni coaliciones pequeñas ni mediopensionistas”. Hernando subrayó -en declaraciones a los periodistas en el Congreso- que los socialistas se presentaron a las elecciones para cambiar las cosas y “Rajoy y el PP son todo menos cambio”.
Tras los comicios del 20 de diciembre, Sánchez sostuvo que en caso de que Rajoy fracase en su intento por formar gobierno, él buscará liderar una alternativa, aunque para ello necesitaría contar con el apoyo del partido de izquierda Podemos, que pone condición la celebración de un referéndum en Cataluña, algo que el PSOE rechaza.
En ese sentido, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, sostuvo hace dos días que el referéndum pactado no era un invento de su partido sino que el PSOE lo defendió en 2012, de ahí que tendió la mano a los sectores “sensatos” de ese partido para llegar a un acuerdo. “Lo fundamental para Podemos es dar la cara por la gente y frenar un gobierno del PP”, y “vamos a trabajar en esa dirección”, remarcó ayer Iglesias.
Con este panorama de ingobernabilidad y sin pactos posibles a la vista, Rajoy reiteró al PSOE y Ciudadanos que “son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan”, tras mencionar la defensa de la unidad de España, la soberanía, la pertenencia a la UE y el gran objetivo de crecimiento y creación de empleo.
“En la mayoría de países de Europa hay gobiernos de coalición; y en España tenemos que acostumbrarnos de que las cosas pueden cambiar”, argumentó. A pesar de que no tiene garantizado los votos para su reelección, el líder del PP sostuvo que se presentará a la sesión de investidura descartando dar un paso al costado en favor de otro candidato porque sería “poco democrático”.