Río Cuarto: “El Municipio no es una cooperativa de trabajadores”

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Después del conflicto gremial, el intendente dijo que el Estado local no puede destinar todos sus recursos a los sueldos. Declaró que la relación con Carranza está resentida

El intendente Juan Jure pasó una semana complicada. El gremio le declaró un paro por tiempo indeterminado y se movilizó en reclamo de un aumento salarial del 40%. Pero, al final, la huelga se disipó y se terminó firmando un acuerdo que, a grandes rasgos, se ajustaba a la suba que, en pleno conflicto, el jefe comunal había otorgado por decreto.

En una entrevista con este diario, Jure justificó su decisión de soportar el paro con el argumento de que el Municipio no es una cooperativa de trabajadores que deba repartir entre los empleados todos los ingresos que posee. “Tenemos que cumplir con las promesas que le hicimos a la gente”, señala.

– Se cerró el acuerdo con el gremio. ¿Considera que es un triunfo político?
– No, porque no estamos en un enfrentamiento político con el gremio. Lo que planteamos con toda claridad desde el inicio es que nos íbamos a limitar a las posibilidades que tenía la Municipalidad en la perspectiva de las cosas que hay que hacer en la gestión. Nosotros asumimos una serie de compromisos con la gente que tenemos que cumplir.

Tengo la obligación, por un lado, de reconocer y valorar el esfuerzo de los trabajadores municipales que, de hecho, ha sido la constante que nos caracterizó durante los siete años de gestión. Hemos restituido todos los beneficios que habían perdido durante más de una década. Siempre hemos sido muy claros: llegamos hasta donde se pudo.

También hay que tener una visión de que la Municipalidad no es una cooperativa de los trabajadores, en la que se distribuyen los recursos que entran. Quienes ejercemos funciones en la Municipalidad, el primer objetivo, el primer compromiso que debemos tener es con la ciudad, la comunidad, con los vecinos que pagan los impuestos y reclaman la prestación de los servicios. Además, esta era una ocasión especial porque no sólo era muy difícil acceder al reclamo gremial sino que los recursos escasean para todas las municipalidades porque la recaudación es la misma, la coparticipación ha caído de manera considerable y estos son los recursos que hay. Lo dije desde el primer día: no voy a asumir ningún compromiso si de antemano sé que no lo voy a poder cumplir. La buena voluntad nos permitió llegar a un acuerdo que podemos cumplir y que les significará a los trabajadores hablar de un aumento de sueldos que está por encima, como siempre, del proceso inflacionario. En definitiva, termina siendo un buen acuerdo para todos.

– Llamó la atención el hecho de que ni bien comenzó la protesta se declarara un paro por tiempo indeterminado, con protestas bastante virulentas, ante una oferta salarial del 33 por ciento. ¿Cree que se coló también algún componente político en el reclamo?
– No lo podría decir. No puedo hablar de lo que supongo. No tengo la certeza de que haya ocurrido. Sí me parece que por la historia que teníamos con el gremio, hubo un exceso en la protesta. Porque me da la sensación de que uno puede plantear paro general por tiempo indeterminado y movilización cuando alguien no te paga el sueldo, no cuando se está discutiendo el aumento que estábamos ofreciendo. Pero no me compete a mí valorar si está bien o no.

– ¿Se resintió la relación con Carranza, que era muy buena? Incluso, el secretario general del gremio es funcionario del gobierno.
– De mi parte sí, se resintió. De todos modos, no opino de Carranza lo que él opina de mí.

¿Se resintió por la protesta en sí o por algunas expresiones? Carranza dijo públicamente que usted es un dictador.
– Nunca he agraviado ni a Carranza ni a nadie. Una cosa es discutir, inclusive pelear y no aceptar una propuesta, y otra es salir a plantear cuestiones que han sido absolutamente fuera de lugar.

– ¿Carranza puede seguir siendo funcionario después de lo que pasó y lo que dijo?
– Carranza es un trabajador de la planta permanente. Y me parece que hay una decisión que no corresponde ni siquiera conversarla.  No fui quien tomó esa decisión. Después de los acontecimientos me parece que la decisión está tomada. Después de lo que se dijo y después de la forma en que se planteó, me parece que no puedo echar a quien se fue. Se fue por sus actitudes. Tomó la decisión de irse. De todas maneras, quiero decir que no me olvido de cosas que hizo Carranza, como por ejemplo estar una madrugada con el agua hasta el pecho para asistir a los vecinos de un barrio que se había inundado. Como tampoco puedo dejar de destacar que, pudiendo tener licencia gremial, prefiere ir a la Municipalidad todos los días como un trabajador más.

– El secretario de Gobierno, Guillermo Aón, cuestionó a Llamosas por opinar sobre el conflicto gremial y aprovechar el revuelo para dar una consideración como candidato.
– No lo escuché opinar. Me gustaría que opinaran si están a favor o en contra del juego, a favor o en contra de Monsanto, si hubieran expropiado o no la aceitera, si había que aguantar el paro o había que dar, de manera irresponsable, los aumentos que se pedía. Eso es opinar.

– ¿Cree que va a haber un acuerdo con Cotreco en los 7 días de diálogo que ordenó abrir el juez Guadagna?
– El juez nos ha indicado que avancemos. Ojalá podamos llegar a un acuerdo. Hay diferencias muy importantes que se plantean a partir de las pericias económicas que se han hecho en la causay las posibilidades que tiene el Municipio. Pero no descartamos una salida; es más, la esperamos porque vemos que existe buena voluntad de parte de todos. Fundamentalmente, noté al juez preocupado para que se encuentre una solución a este conflicto.

– ¿Notó en el accionista principal, Horacio Busso, alguna intención de irse de Río Cuarto?
– Lo noté con muy buena voluntad. No sé hasta dónde pueden llegar pero manifestó la intención de hacer todos los intentos posibles para cumplir con el contrato.

– Busso dijo que deberá haber un esfuerzo económico de las dos partes. ¿Está en condiciones la Municipalidad de hacer ese esfuerzo?
– Bueno, hay una decisión que nosotros debemos asumir: debemos hacer un esfuerzo, el tema es hasta dónde se hace. Nosotros vamos a hacer el esfuerzo que sea el que nos permita la previsibilidad de poderlo cumplir. Ese es el límite que tenemos.

– ¿Lo que paga el Municipio todos los meses -$ 12,5 millones- está por debajo de lo que cuesta el servicio?
– Creo que no es una discusión que nos corresponda a nosotros. Ya se definió en el ámbito en que se estaba discutiendo. La otra discusión es hasta dónde puede pagar el Municipio. Pero hay una semana para trabajar e intentar el acuerdo.

– ¿Tendría que rediscutirse el contrato?
– No en este tiempo. Hay que discutirlo para adelante porque es un contrato muy viejo.

– ¿Hay un plan B por si fracasa esta negociación?
– No va a fracasar.

– ¿Se descarta otra salida? ¿Se analiza la municipalización del servicio después del paro del sindicato de Carranza?
– Hoy no es la opción. No es ninguna opción.

– Usted dijo que la coparticipación cayó mucho. Su gobierno fue al Ministerio de Economía de la Nación a reclamar que le retenga la coparticipación a la Provincia y le envíe a Río Cuarto lo que le corresponde por el Fondo Educativo. El gobierno de De la Sota salió fuerte a contestar, negándole todo derecho a la ciudad.
– Nosotros los hemos invitado, les hemos pedido que podamos generar un espacio inclusive público para que, de manera conjunta, podamos zanjar este tema y no encontramos respuesta.

– ¿Es mucho el perjuicio para Río Cuarto?
– Mucho. Pero, además, si me retrotraigo cuatro años atrás se hablaba del Fondo de Reparación Histórica para Río Cuarto y hoy tenemos que estar peleando para que nos manden lo que es nuestro. Hay mucha diferencia entre aquella promesa y esta realidad. Es abismal esa diferencia. Nosotros no estamos pidiendo que nos den nada. Simplemente que se cumpla con lo que la ley indica que se debe cumplir porque esos recursos son de Río Cuarto. Y si hay una interpretación distinta, hemos hecho los reclamos que corresponden y vamos a seguir haciéndolo en todas las instancias posibles. Además, estamos dispuestos a discutirlo, conversarlo en la pública.

– Al final, no fue candidato a vicegobernador.
– Cuando me lo preguntaban, decía que no y que el tiempo iba a ser testigo. Asumí un compromiso con los riocuartenses y voy a cumplirlo hasta el último día.

– Su nombre sonaba y la política es dinámica. Entonces, la posibilidad estaba latente.
– Lo que no es dinámico es la convicción que uno tiene de lo que debe hacer, lo que uno cree que está bien. Cuando me propusieron ser candidato a diputado nacional dije lo mismo.

– Se lanzó, con la presencia de Macri y Sanz, la fórmula Aguad-Baldassi y el frente Juntos por Córdoba.
– Me parece que se logró una construcción política que va a ser altamente competitiva para las elecciones provinciales. Íntimamente tengo el convencimiento de que, después de mucho tiempo, va a haber un cambio en el gobierno.

– ¿El desafío de ese frente tan heterogéneo, que generó tantas peleas entre sus miembros, es mostrarse coherente hasta el 5 de julio?
– Siempre. Y el camino es el de la tolerancia y la discusión. Nosotros lo venimos haciendo desde hace mucho tiempo en Río Cuarto y demostramos que es posible. No está mal que haya diferencias sino cómo se abordan.

– Está bien, pero en Río Cuarto nunca pasó que un integrante de la alianza acusara a otro de corrupción, que lo tratara de ladrón.
– Hoy quien tiene la responsabilidad de conducir es quien encabeza la fórmula y su vicegobernador. Ahí está la clave de la armonía en la construcción política. Hoy hay una resultante inversa a lo que se dio durante mucho tiempo: hay dos candidatos fuertes del peronismo, dos buenos candidatos, y la oposición ha logrado encontrar el camino del acuerdo. Además, se sumó a un actor importantísimo como es Mauricio Macri. Esto genera una oprotunidad de triunfo que no existía.

– Pero Schiaretti hizo una crítica: dijo que tuvieron que ir a Buenos Aires a que les armaran las listas porque eran incapaces de hacerlo.
– Me parece que esa crítica habla de la preocupación que tiene. Recuerdo cuando iban los dirigentes justicialistas como peregrinos a Buenos Aires a cerrar acuerdos que después trasladaban a la provincia o a Río Cuarto. No nos olvidemos de que en la elección provincial anterior, el cordobesismo encarnado por el gobernador De la Sota fue junto con el kirchnerismo. Y eso deben haberlo resuelto en Buenos Aires. En todo caso es una preocupación que no debería tener el candidato.

– ¿Está conforme con el lugar que se le da al sur en las listas? Parece poco.
– Bueno, todavía no han cerrado las listas. Y la experiencia me indica que los nombres terminan cerrándose en los últimos cinco minutos.

Fuente: Puntal