Río Cuarto crea un registro municipal de cultos

RÍO CUARTO. Concejo Deliberante

RÍO CUARTO. Concejo Deliberante

Exigirán que cada comunidad religiosa se inscriba en el municipio. El oficialismo dice que es compatible con la ley nacional y que busca evitar las sectas. La oposición cuestiona la norma.

Tras un fuerte debate, será puesto en vigencia en Río Cuarto un Registro Municipal de Cultos. La iniciativa fue aprobada por mayoría en el Concejo Deliberante. Sus promotores aseguran que al exigir que todas las organizaciones religiosas se inscriban en la Municipalidad, se evitará la propagación de sectas y otras actividades ilícitas que se esconden tras la fachada de una supuesta religión.

«El registro va a permitir que cualquiera pueda comprobar si el lugar donde se concurre es legal o no, acorde a la ley nacional 21745. Se trata de evitar que la gente caiga en manos especulativas de quienes realizan prácticas coercitivas, muchas veces para sacar réditos económicos. Creemos que puede ayudar para evitar riesgos de sectas o hasta redes de trata», explicó la concejal radical Viviana Pomiglio.

Para determinar si un credo es legal o no lo es, el registro municipal se basará en la normativa nacional. «Admitimos que tenemos que basarnos en una legislación nacional que es de la época de la dictadura y tiene muchas zonas grises, pero por lo menos, cuando una organización religiosa pida fondos para campañas o haga colectas, se podrá chequear fácilmente si están inscriptas en el registro local, no hará falta hacer todo un trámite para corroborarlo en el registro nacional», destacó Pomiglio.

El proyecto fue rechazado por la oposición. El concejal justicialista Mauricio Dova consideró «llamativo» que el oficialismo se ocupe de estos temas «cuando el municipio vive una profunda crisis, con calles rotas, servicios públicos deficitarios y problemas en el plan de viviendas».

«Lo rechazamos por la poca claridad que presenta el proyecto sobre su fin. Hablan de proteger de las sectas pero en el texto no hacen referencia a eso. Obligan a las iglesias, comunidades religiosas a inscribirse e informar cambios, sin decir qué pasa si no lo hacen», cuestionó Dova.

Para el opositor, se trata de una intromisión del estado municipal en un tema nacional. Criticó que «puede resultar hasta estigmatizante porque por no estar inscripto un grupo puede ser considerado secta sin serlo».

En principio, no hay otra ciudad de Córdoba con normas similares.

Fuente: La Voz del Interior