Río Cuarto: “La mayor necesidad que vemos en los niños es la falta de alimentos”

En barrio Alberdi, un matrimonio abrió una copa de leche hace cinco meses y ya tiene inscriptos a 50 niños. “Nos gustaría darles más comodidad a los chicos y contención. Aspiramos a más, pero vamos despacito”, dicen. 

En barrio Alberdi, un matrimonio abrió una copa de leche hace cinco meses y ya tiene inscriptos a 50 niños. “Nos gustaría darles más comodidad a los chicos y contención. Aspiramos a más, pero vamos despacito”, dicen.

La casa de la familia Bravo Geuna, ubicada en Belisario Roldán al 1834, se convirtió en un lugar de contención para alrededor de 30 niños de barrio Alberdi. Todas las tardes les dan la merienda, y los sábados, almuerzan. Además, ahora que están en vacaciones, también están brindando un plato de comida al mediodía.

Sandra Bravo es ama de casa y hace un par de años trabajó como tallerista en el Ex-Matadero. Hace cinco meses se le ocurrió abrir su casa para darles la merienda a los chicos del barrio. “Tenemos 5 hijos, el más chico, de 15, y también tenemos nietos. Un hijo me dijo: ‘Te dono un paquete de azúcar’ y otro, donó otra cosa”, así empezaron, recuerda.

Su marido, Gabriel Geuna, es albañil. Hace dos meses está sin trabajo y le ayuda a su mujer. “Está durísima la calle. Ahora estamos luchando para ver si podemos techar acá, para tener más espacio para los niños, pero está durísimo. Los primeros tiempos, cuando yo trabajaba, bancábamos las verduras, el pan, los fideos, a veces conseguíamos la carne, pero ahora no podemos”, dice Gabriel y afirma: “Todo esto lo hacemos por los niños”.

-¿Reciben algún tipo de ayuda?

-S: Hace un mes y medio conseguimos ayuda del MAP (CTA) con comida. Yo pensé que iban a venir cuatro, cinco chicos, pero cuando vi que daba la vuelta a la manzana y anotaba 20 chicos, dije: “¿Qué voy a hacer con tantos chicos?”.

-G: A la Municipalidad fuimos tres veces con listas con los nombres de los chicos y nos dijeron que nos iban a avisar.

“Todas las mañanas nos levantamos y salimos a buscar pan y rasquetas, que nos dan las panaderías”, explica la mujer. También reciben donaciones de particulares.

-¿Los vecinos colaboran?

-S: Sí, al principio fue re lindo, porque teníamos apoyo de todos los vecinos, traían azúcar, una cajita de té y nos apoyan para que sigamos, que no bajemos los brazos. Además, tengo ayuda de las mamás para servir la merienda.

-¿Cuál es la mayor necesidad?

-S: Yo he trabajado en otras copitas de leche y lo que veo hoy como necesidad principal es el alimento. Les hemos conseguido ropa, calzado, pero la mayor de las necesidades es el alimento.

-G: Los días que está lloviendo vienen lo mismo con una bolsita que les cubre la cabeza.

-¿Cuál es la situación, en general, de los padres?

-G: Algunos papás están desocupados, hay mamás solas que nos piden: “No dejés de dar la comida porque nos ayudás”. Pienso que para todos es difícil.

-S: La mayoría son papás jóvenes.

Recreación

Además de darles una taza de leche a la tarde, en la casa de Sanda y Gabriel también se realizan talleres artísticos y práctica de deporte. “Ahora (lunes) tenemos talleres de kung fu, con Nati Quinteros, que es la profe. Los miércoles fútbol, con Alan, mi hijo. En la calle calientan y se van a jugar a la canchita que está acá cerca. Y esa tarde, los que no quieren jugar pueden hacer artesanías con Marianela”, cuenta la mujere. “Los chicos se prenden”, replica su marido.

-¿Hay algún lugar cercano para realizar estas actividades?

-S: Antes daban en la capilla de Santa Rita pero no dan más nada ahí. Había una copa también, pero ahora no hay más.

Fuente: Puntal