Río Cuarto mantiene su rasgo laboral: más informalidad que la media nacional
Según los últimos datos oficiales, el 38,7% de sus asalariados no reciben aportes previsionales ni de obra social. A nivel nacional, el porcentaje asciende al 36,1%. El peor es el Gran Salta con el 48,8% y el mejor, Ushuaia, con 14,3%
14/04/2025 MUNICIPIOSSegún los últimos datos oficiales, el 38,7% de sus asalariados no reciben aportes previsionales ni de obra social. A nivel nacional, el porcentaje asciende al 36,1%. El peor es el Gran Salta con el 48,8% y el mejor, Ushuaia, con 14,3%
El empleo en negro o informal sigue siendo una característica central del mercado laboral riocuartense, que mantiene índices por encima de la media nacional. De acuerdo a un informe elaborado por el Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), el conglomerado Río Cuarto tuvo el 38,7% de sus asalariados sin aportes de obra social ni previsionales durante el tercer trimestre de 2024, el período con los últimos microdatos publicados por Indec. A nivel nacional, el porcentaje promedio alcanzó el 36,1% con picos en el Gran Salta, que trepó al 48,8% y la menor informalidad en Ushuaia, con 14,3%.
Un dato adicional que marca el informe es que al comparar con un año atrás, la informalidad a nivel nacional tuvo un leve crecimiento del 0,4%.
La mirada de largo plazo (desde 2003) ubica a la tasa de informalidad en un valor idéntico al observado en el cuarto trimestre de 2009. Desde ese año hasta la irrupción de la pandemia a comienzos de 2020 la tasa de informalidad se mantuvo en valores entre 32% y 36,5%. O sea, el valor del tercer trimestre de 2024 es apenas inferior al registrado a lo largo de ese período.
“Más allá de las fluctuaciones (y excluyendo el período de la pandemia), la tasa de informalidad se ha mantenido relativamente constante y en un valor muy elevado, desde hace 16 años”, remarca el informe del IIEP.
Pero dentro del número general de informalidad, hay matices y contrastes. Uno claro se da entre géneros. En el tercer trimestre de 2024, la tasa de informalidad asalariada fue del 35% entre los hombres y del 38,6% entre las mujeres.
O sea, en promedio, la tasa de informalidad femenina a mediados de 2024 fue aproximadamente 4 puntos porcentuales más elevada que la tasa masculina.
“Sin embargo, dada la mayor proporción de hombres en el total del empleo asalariado (54%), éstos dan cuenta del 52% de la informalidad asalariada total”, explica el trabajo elaborado en la Facultad de Económicas de la UBA.
Al tomar por franja etaria, los jóvenes experimentan una tasa de informalidad significativamente más elevada. En el período analizado era de casi 66%, 29 puntos porcentuales más elevada que la tasa global. O sea, casi 7 de cada 10 jóvenes trabajadores en relación de dependencia no está cubierto por la normativa laboral y la seguridad social. “La elevada tasa de informalidad juvenil es una de las variadas manifestaciones de las dificultades que este grupo etario experimenta en el mercado de trabajo argentino”, detalla el informe.
Sin embargo, no se observa una correlación lineal entre la edad y la incidencia de la informalidad entre los asalariados, sino cierto comportamiento en forma de U.
Advierte el trabajo que los asalariados de entre 45 y 64 años (60 años en el caso de las mujeres) son quienes experimentan la tasa de informalidad más baja (27,6%). Le sigue en incidencia el grupo de entre 25 y 44 años (35%) y el de 65 años (60 años en las mujeres) y más (41,5%).
Por lo tanto, la mayor incidencia de la informalidad se da tanto al comienzo de la vida laboral como en su etapa final.
De todos modos, el informe aclara que, teniendo una tasa de informalidad similar al promedio, los asalariados en edades centrales (entre 25 y 44 años) dan cuenta de la mitad de la informalidad total. Ello se debe a que representan el 51% del empleo en relación de dependencia.
El nivel educativo es otra dimensión de gran relevancia en el análisis de la incidencia y composición de la informalidad.
En concreto, a mayor nivel educativo alcanzado menor es la incidencia de la informalidad. La tasa entre los asalariados con nivel educativo universitario completo en el tercer trimestre de 2024 fue del 15,6%; 22 puntos porcentuales adicionales (37,6%) fue la tasa entre los asalariados con nivel educativo intermedio (secundario completo o universitario incompleto), para alcanzar el 57,9% entre los asalariados que no completaron la educación media.
“En otras palabras, los asalariados de menor capital humano experimentan una probabilidad de ser informales casi 4 veces más elevada que la que experimentan los asalariados de mayor nivel educativo”, destaca el IIEP.
En términos de composición, 47% de la informalidad total entre los asalariados está explicada por los trabajadores de educación intermedia. Ello se explica tanto porque tienen una tasa de informalidad relativamente similar al promedio y porque representan alrededor de la mitad del empleo asalariado total.
Por el contrario, la reducida participación de los asalariados con nivel universitario en la informalidad total (12%) se debe tanto a la menor incidencia de este fenómeno en este grupo como a su baja participación en el empleo asalariado total (28%).