Rosario: Alertan que las raciones de comida en los barrios populares se duplican semana a semana

Desde distintos comedores aseguran que la realidad es desesperante en materia alimentaria y no dan abasto si no cuentan con ayuda de los tres niveles del Estado

Desde distintos comedores aseguran que la realidad es desesperante en materia alimentaria y no dan abasto si no cuentan con ayuda de los tres niveles del Estado

Si bien para el gobierno la inflación sigue bajando paulatinamente, de acuerdo al Indec, lo que no para de incrementarse en Rosario son las ollas populares de lo barrios más carenciados a raíz de la emergencia alimentaria. Eso es lo que puso de manifiesto el comedor que la Corriente Clasista y Combativa posee en varios puntos de Rosario, donde en una semana se duplicó la cantidad de raciones producto de la demanda alimentaria y la falta del envío de recursos del Estado nacional, según aseguraron desde la CCC.

«Hoy (viernes), la verdad, sentí mucha tristeza al ver que la demanda de gente creció notablemente de una semana a la otra», lamentó el líder de la CCC en Rosario, Eduardo Delmonte para precisar: «El viernes 10 de mayo cocinamos para 120 personas y hoy, una semana después, tuvimos que hacerlo para 280, entre adultos y niños».

«Eso es un montón», lamentó Delmonte para adjudicar esta demanda alimentaria a la ausencia del Estado nacional. «Nos recortaron los recursos para poder cocinar, ya que Nación dejó de enviar alimentos», afirmó.
En ese contexto, el referente local de la CCC reveló que siente «mucha tristeza» cuando la gente del barrio le dice «nos vemos el viernes», y con «un nudo en la garganta», les responde: «Yo les aviso».

«Sé que la semana que viene, si no conseguimos donaciones, muchas familias no van a tener un plato de comida caliente en su mesa», advirtió con profunda tristeza y preocupación para reclamar: «Espero que alguien se ponga en los zapatos del pueblo, porque hoy hay hambre, y mucha».

Desesperado pedido de ayuda
En sintonía con Delmonte, Soledad Giupponi, delegada de la CCC en Cabín y voluntaria del comedor «Rayito de Sol» desde hace tres años, reveló: «Veníamos entregando raciones a entre 60 y 70 personas; y la semana pasada se incrementó a 120 y este viernes a 280».

Giupponi reseñó que «antes se acostumbraba a que muchas familias vengan a retirar la comida para sus hijos, pero ahora viene mucha gente grande, jóvenes y muchos abuelos».

Según consignó, desde el ex Ministerio de Desarrollo Social (hoy Capital Humano) dejaron de enviar alimentos desde octubre y cada vez se complica más poder ayudar a quienes más lo necesitan en plena crisis económica y ajustes llevados a cabo por el gobierno de Javier Milei.

«Nos enviaban arroz, fideos, puré de tomate, aceite. Pero cada vez fueron recortando más y desde octubre del año pasado ya no nos dieron más», aseguró la referente del comedor para afirmar que la poca mercadería con la que cuentan la sostienen desde el voluntariado.

«Los fondos salen del bolsillo de las voluntarias y voluntarios; si Nación no manda los alimentos, se va a complicar cada vez más la situación», advirtió para remarcar: «No hay leche, estamos dando mate cocido, pero la gente viene igual porque es algo caliente para tomar y darles a los chicos cuando salen de la escuela».

Una realidad triste y desesperante
Desde esa organización como tantas otras vienen denunciando que desde la asunción del gobierno de Javier Milei, el Estado nacional no envió más alimentos para abastecer a comedores y merenderos de los barrios populares de Rosario.

Sólo para observar la realidad de los barrios, desde la organización barrial apuntaron que en el comedor Somos Uno, de Villa Banana, la demanda se incrementó de 70 a 120 raciones diarias.

Esa realidad se incrementa en comedores del barrio La Cerámica, donde de 200 raciones ascendieron a 350, mientras que en barrio Bonnano, de 46 raciones pasó a 90.

El núnero se incrementa de manera considerable en Las Flores Sur, donde afirman: «Veníamos entregando a 60 familias, todas con entre cinco, ocho y diez hijos, que hacían un total de 298 raciones y ahora se sumaron 40 familias más y se nos hace imposible cocinar. Estuvimos contando tenemos 400 raciones y ya no no podemos anotar más, los dejamos en lista de espera».

En tanto, en el comedor ubicado en barrio Belgrano, en diciembre entregaba comida a 60 familias (100 raciones) y hoy suma 85 familias (130 raciones). «Nos da miedo seguir sumando ya que aveces no tenemos para poder sustentarnos. Es muy triste tener que decirles que no podemos o que no alcanzamos con los insumos que nos dan. Y a la hora de sumar tenemos prioridades y vemos cuantos hijos tienen o si son personas muy mayores».

Fuente: La Capital