Rosario: Crece el número de «familias nuevas» que piden ayuda al Estado

Desde el municipio indicaron que son parejas de entre 30 y 35 años, con hijos, que tras perder el empleo demandan sobre todo un lugar donde vivir.

Desde el municipio indicaron que son parejas de entre 30 y 35 años, con hijos, que tras perder el empleo demandan sobre todo un lugar donde vivir.

Cada vez son más las familias que se acercan al Estado a pedir ayuda, fundamentalmente porque se quedaron en la calle en el último tiempo. Así lo viene registrando el Servicio de Atención Ciudadana (SAC), de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad, un área donde la demanda creció un 43 por ciento entre el primer trimestre de 2018 y el mismo período de 2019. «Son lo que llamamos familias nuevas, grupos en los que no habíamos tenido intervenciones y que ahora vienen por primera vez a requerir ayuda a la red del Estado porque se quedaron sin un techo», detalló la titular de la Secretaría, Laura Capilla. A ese universo, se agrega un incremento de más del 50 por ciento en el caso de las personas detectadas en situación de calle a través del Operativo Invierno. Se trata también de personas jóvenes, mayoritariamente hombres, que se encontraron en esa condición en el último año (ver página 11).

El SAC es por donde ingresan las demandas a Desarrollo Social, un área integrada por trabajadores sociales y una psicóloga. Allí centenares de familias fueron a pedir ayuda por primera vez al Estado, y en un número cada vez mayor en los últimos tiempos.

El registro muestra que entre enero y marzo de 2018 fueron unos 300 grupos los que se acercaron; un número que creció a casi 450 este año, una suba del 43 por ciento. Lo llamativo, destacó la titular de Desarrollo Social, es que «son familias que cuando las buscamos en los registros no las encontramos porque no tenían intervenciones previas, tampoco en el área de salud, lo que muestra que llegan por primera vez al Estado».

Es más, la funcionaria remarcó un perfil determinado, ya que se trata de grupos que tienen adultos de entre 30 y 35 años, que se quedaron sin trabajo, y eso significó la imposibilidad de hacer frente a un alquiler o siquiera a una pensión. Por eso, buscan una respuesta a su problema habitacional.

La ayuda

«Muchos se quedan en la calle por desalojo. Cuando hay niños la premisa fundamental es no dejarlos desprotegidos, se hace frente al alojamiento para las primeras noches y luego se trata de pensar en estrategias más a largo plazo», indicó Capilla, y apuntó que la demanda laboral en esos casos se traslada a la Secretaría de Economía Solidaria.

Cuantificada en términos económicos, la ayuda se incrementó más de un 60 por ciento entre el primer trimestre de 2018 y el mismo lapso de 2019, pasando de 1,9 millón de pesos a superar los tres millones.

Esta demanda que se registra en este servicio, y que responde a la pérdida del empleo en muchos casos, tiene su correlato en otras áreas del Estado, como la Secretaría de Salud Pública, que en los últimos años registró un incremento de las historias clínicas familiares, sobre todo de quienes hasta hace meses tenían trabajo y obra social, pero que hoy requieren de la red de salud pública y que en los últimos años representaron unos 40 mil nuevos pacientes para el municipio.

Para la subsecretaria de Desarrollo Social, Mónica Peralta, la situación desnuda «la no existencia de una política habitacional que dé respuesta a estas situaciones, entonces aparecen las demandas de este tipo, pero además toda la problemática se agudiza con la crisis; las familias que vienen con años de deterioro estallan en situaciones de violencia».

Mujeres y niños

Las funcionarias remarcaron el abordaje de las mujeres que llegan solas con sus hijos, escenarios que «generalmente están atravesados por situaciones de violencia familiar y violencia de género», subrayó Capilla. Es por eso que en estos casos la derivación se hace a los dos albergues de la Municipalidad, donde también se viene registrando un fuerte incremento.

Tanto es así que entre 2016 y 2018, de acuerdo a los números de la propia Secretaría se alojaron en esos espacios 254 mujeres con 487 niños y niñas, un número que también viene en aumento.

«Son generalmente mujeres que atravesaron situaciones apremiantes, pérdidas de empleo y otros condimentos que hacen estallar circunstancias que las obligan a abandonar su casa», explicó Capilla, y afirmó que «por eso se trabaja en la contención en los hogares, donde ante el incremento de la demanda desde hace tres años también hizo subir el número de plazas disponibles».

Fuente: La Capital