Rosario suma dos nuevas ferias y ya son 40 en toda la ciudad

En octubre comienzan El Aguaribay, en la plazoleta de Oroño al 1500, y La Rosarito, en peatonal Córdoba entre Laprida y Maipú. En la primera comercializarán plantas y flores; la segunda es de diseñadores y productores.

En octubre comienzan El Aguaribay, en la plazoleta de Oroño al 1500, y La Rosarito, en peatonal Córdoba entre Laprida y Maipú. En la primera comercializarán plantas y flores; la segunda es de diseñadores y productores.

La historia de las ferias y mercados rosarinos está atada a la crisis. Lo fue en 2001, cuando solo existía el viejo Mercado de Pulgas nacido en esos primeros años de democracia y aparecieron El Roperito, el Mercado Retro y la Feria del Bulevar como alternativas a la «malaria». Esta vez la crisis previa a la pandemia de Covid-19 venía empujando el crecimiento de estos espacios como puntos de comercialización de quienes emprendían proyectos diversos y la pospandemia parece profundizar ese escenario. Tal es así que la convocatoria a conformar dos nuevas ferias que lanzó esta semana la Secretaría de Cultura municipal (El Aguaribay y La Rosarito), apenas fue publicada en redes sociales generó más de 200 mensajes de consulta y ya son más de cien los anotados para integrar ambos espacios. Así, el mapa que no dejó de crecer en las últimas dos décadas ya tiene casi 40 puntos de venta directa entre productores y compradores que dependen de y de la Secretaría de Desarrollo Social y que reúnen a artesanos, emprendedores y huerteros.
El Aguaribay y La Rosarito son las nuevas propuestas en el mapa de ferias y cada una tendrá un perfil bien distinto. La primera funcionará desde octubre en la plazoleta Aguaribay, de Oroño al 1500, los sábados, de 10 a 18, y los domingos, de 9 a 13. Allí se comercializarán flores de corte, plantas, plantines, árboles y plantas frutales, variedades nativas y exóticas, plantas aromáticas y productos relacionados, además de frutas y hortalizas de producción agroecológicas.

«Es una propuesta nueva que no hay en la ciudad y tenemos muchas expectativas porque se va a capacitar en forma constante a los feriantes», contó Valeria Aguiar, directora de Gestión Territorial de Cultura, y destacó que aún hay tiempo para inscribirse a través de los formularios web del municipio.

La Rosarito, en cambio, es parte de la reactivación del microcentro y funcionará en la peatonal Córdoba, entre Laprida y Maipú, todos los sábados. Sumará a diseñadores y productores, ya sean independientes, de cooperativas o incluso emprendimientos familiares, y fueron más de 90 los anotados también en el sitio web municipal.

Para Aguiar, en esta pospandemia las ferias no solo «reaparecieron» como una salida económica alternativa, sino que además «las que funcionan en Rosario aparecen como bocas de expendio de las que van surgiendo en los pueblos; eso sucede mucho con El Roperito».

La moda circular (la propuesta de no descartar la ropa, sino reutilizarla) y la crisis fueron para eso un buen empujón. «Hay gente en otras localidades que comenzó a vender en un garaje y se abastece en Rosario a un buen precio», contó.

Las históricas
Así como en 2001 impulsó los primeros mercados, el actual secretario de Cultura, Dante Taparelli, está convencido que ahora estos espacios vuelven a ser un motor tras la pandemia. «Las ferias son el corazón y el motor para salir de esta crisis instalada por la pandemia mundial de Covid-19», dijo convencido de que «son una forma de expresión que es cultura, trabajo, creatividad e imaginación».

Luciana Ramoneda es parte de El Roperito, uno de aquellos primeros emprendimientos que incluso se puso en marcha vaciando placares en desuso. Afirma que en el retorno, tras los cierres de la pandemia, «está funcionando muy bien» y está convencida de que se vende «porque las ferias se han puesto de moda».

Para Ariel Ponz, que es parte del Mercado Retro, el movimiento de las ventas se incrementó, aunque también apunta que con la crítica situación económica «cuesta más conseguir mercadería por la situación actual de los precios». Y a eso suma que la feria, lejos de ser un pequeño paliativo para quienes participan, «es un recurso muy importante para su economía en el 80 por ciento de los casos».

Aunque ya llevan 20 años funcionando, aún hay quienes quieren sumarse a esas propuestas, que funcionan en la cuidad junto a las ferias de La Fluvial y el mítico Mercado de Pulgas del Bajo, el parque a la Bandera; Encuentro (plaza Montenegro), la del Bulevar (parque Norte) y la del parque Alem, en la zona norte.

Cada año Cultura abre lo que se denomina «fiscalización», donde los artesanos y productores pueden acercar su trabajo para que sea evaluado y se determine si puede ser parte de alguna de las propuestas. Solo en la convocatoria de este año, que cierra en estos días, hubo más de 70 presentaciones.

Economía social
Además de los mercados que dependen de Cultura, la ciudad tiene más una decena de ferias autogestivas permanentes de productores y emprendedores y otra decena de Puntos Verdes donde están agrupados más de 600 feriantes que comercializan frutas y verduras de producción agroecológica, a lo que se sumaron además cinco puntos de comercialización directos en los parques huerta de la ciudad.

Parte de ese crecimiento también se dio este año. De hecho, los Puntos de Venta Verdes, que son espacios de expendio armados directamente en los parques huerta, se pusieron en marcha en mayo de este año.

En agosto se puso en marcha la feria de plaza Sarmiento, un espacio fijo donde participan 40 nuevos emprendimientos diversos que van desde la producción de productos de madera, artículos de decoración, duendes y tejidos hasta bijouterie. Funciona jueves, de 9.30 a 13.30.

Este mes fue el turno de la Feria Diseño de Indumentaria, que sumó 20 nuevos emprendimientos del rubro indumentaria y calzado y que está todos los viernes, de 15 a 19, en la plaza Guernica, de Salta y avenida del Huerto.

Y a la decena de ferias autogestivas que tenía Rosario, se sumaron este año dos nuevas: Paseo Creativo en la zona oeste y La Feria Autogestiva de Mujeres, en la zona norte. El Biomercado de Oroño y el río, en cambio, ya es un clásico y su próxima edición será el fin de semana extra largo del 12 de octubre.

Fuente: La Capital