San Guillermo: el desierto de San Juan

Este parque nacional de clima extremo y de gran dimensión es hogar de la mayor concentración de vicuñas del país y de una gran variedad de animales y plantas.

Este parque nacional de clima extremo y de gran dimensión es hogar de la mayor concentración de vicuñas del país y de una gran variedad de animales y plantas.

A 200 kilómetros de la capital de San Juan, el dique Cuesta del Viento aparece de golpe entre las montañas, el particular color verde de sus aguas rompe el monótono paisaje. Las aguas son calmas por la mañana pero, pasado el mediodía, los fuertes vientos lo transforman en una impresionante pista de windsurf y kitesurf.

Para subir e ingresar al parque en la sede de la Intendencia de Parques Nacionales se debe registrar el ingreso y presentar certificado médico que avala nuestra buena condición para viajar a la altura.

Desde Rodeo hay que recorrer 130 kilómetros hasta el ingreso al parque. Pueden ser cuatro, cinco, o siete horas; difícil saberlo. Cuando las lluvias fueron intensas el camino se vuelve complicado.

Después de Angualasto y Malimán, el paso de La Chigua sobre el río Blanco es el primer obstáculo: las aguas del deshielo primaveral hacen que el caudal crezca y supere largamente la altura del vado. Paso de rutina para los lugareños gran aventura para los visitantes.

Luego aparecen caminos de cornisa, pendientes abruptas y quebradas hasta El Chinguillo, último caserío que ostenta verde a su alrededor. Luego se pasa por más accidentes geográficos hasta llegar a una planicie con vegetación baja en donde un cartel indica el comienzo del Parque Nacional San Guillermo.

Agua del Godo es un refugio de montaña y el centro operativo de Parques Nacionales. Los Caserones, a 3.480 metros sobre el nivel del mar, tiene un circuito para caminar entre gigantescas formaciones rocosas moldeadas por el tiempo y pequeñas piletas esculpidas que suelen contener agua de lluvia.

Desde el Punto Panorámico, un inmenso balcón desde donde es posible observar la gran variedad de texturas y colores que exhiben los cerros y picos nevados.

Desde el Refugio La Brea se pueden hacer distintos circuitos. La visita a las antiguas minas causa un particular impacto: se hace difícil imaginar la vida cotidiana en un clima tan extremo y parajes tan solitarios. La compañía permanente de vicuñas, guanacos y vientos, caminos complicados, arroyos a veces congelados y nieve. Las lagunas de altura son el último peldaño de la visita una de ellas está poblada de flamencos, patos y otras aves.

El clima extremo y la inmensidad del Parque Nacional San Guillermo lo hace único, sin dudas, uno alguna vez en la vida debe visitar algún desierto para enmudecer ante el silencio desolador de la naturaleza.

AVISO AL VISITANTE: Con motivo de las persistentes lluvias de la temporada estival 2018, que han provocado caídas aluvionales y crecidas de los cursos de agua, el acceso al Parque Nacional se encuentra condicionado al estado de la Ruta Provincial 430 (camino de acceso al área protegida). Este verano antes de realizar su visita consulte el estado de los medios de acceso en la Intendencia y/o por teléfono al (02647) 493214

Fuente: MDZ Online