San Juan y la crisis hídrica: ¿cuánto más vamos a esperar para actuar como comunidad?
La confirmación de que no se reformará el antiguo Código de Agua y la falta de nevadas en la cordillera encendieron nuevamente las alarmas sobre el futuro hídrico de San Juan
19/05/2025 PROVINCIASLa confirmación de que no se reformará el antiguo Código de Agua y la falta de nevadas en la cordillera encendieron nuevamente las alarmas sobre el futuro hídrico de San Juan. La situación ya es crítica y las acciones concretas que se deben asumir de forma urgente, no se toman.
Dos noticias recientes volvieron a poner en el centro del debate una verdad incómoda para San Juan: la crisis del agua no es un problema coyuntural, es estructural y se agravará en las próximas décadas. Por un lado, el gobierno provincial la semana pasada confirmó que no avanzará con una reforma del Código de Agua, vigente desde los años 70. Por otro, los reportes climatológicos informan que no se han registrado nevadas significativas en la cordillera, lo que compromete el escurrimiento y la disponibilidad del recurso para la temporada primavera – verano. A esto se suma un dato alarmante: los pronósticos para los próximos 15 días tampoco indican cambios en este escenario, lo que pone en riesgo no solo el riego agrícola, sino también el abastecimiento de agua para otros sectores y la vida cotidiana.
Frente a este panorama, surge una pregunta inevitable: ¿estamos haciendo lo suficiente como comunidad?
El futuro hídrico de San Juan está en juego
Diversos estudios realizados por organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional del Agua (INA), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y la Universidades Nacional de San Juan (UNSJ) coinciden en un mismo diagnóstico: San Juan está en un proceso de sequía prolongada que podría extenderse hasta 2100. En ese contexto, no solo basta con preocuparse; es urgente actuar de forma concreta, planificada y colectiva.
Sin embargo, las señales institucionales no acompañan esa urgencia. La falta de voluntad política para revisar normativas obsoletas y la ausencia de un enfoque integral agravan una situación que, según los expertos, ya debería estar siendo tratada como una emergencia social, ambiental y económica.
El agua: ¿derecho universal o bien privado?
Uno de los puntos más cuestionados por los especialistas consultados por DIARIO HUARPE es la vigencia del Código de Agua de San Juan, sancionado hace más de 50 años. Esta norma aún considera al agua como un derecho privado vinculado a la propiedad, cuando el contexto actual y las recomendaciones internacionales plantean lo contrario: el agua debe ser considerada un derecho humano, universal y colectivo.
Además, el código no contempla variables críticas como el cambio climático, la gestión integral de cuencas o la necesidad de una planificación plurianual del recurso. “Hoy, la administración del agua en San Juan responde a un marco legal que desconoce por completo la realidad que estamos atravesando”, advirtieron desde sectores técnicos y académicos.
Diez acciones concretas para cambiar el rumbo
Frente a esta situación, los especialistas proponen 10 medidas clave que San Juan debe adoptar con urgencia para enfrentar el desafío hídrico que ya golpea a la provincia y que se agravará en los próximos años si no se actúa:
Legislar según la realidad actual
Reformar el Código de Agua para incorporar conceptos nuevo como el cambio climático, la gestión integral de las cuencas y la planificación sustentable.
Gestionar las cuencas de manera integrada
San Juan necesita tratar las cuencas hídricas como unidades ecológicas completas, cuidando los ecosistemas y permitiendo la recarga de acuíferos.
Distribuir el agua por demanda y no por oferta
Hoy se entrega agua de forma simultánea e igualitaria, incluso a quienes no la necesitan. Se requiere una gestión más eficiente y dirigida.
Optimizar los sistemas de riego
El riego a manto puede generar pérdidas de hasta el 50% del agua. Tecnificar y confiar en una red más moderna es fundamental.
Mejorar la infraestructura de distribución
La evaporación y filtraciones en el sistema de canales de San Juan, provocan enormes desperdicios de agua que rondan entre el 50 y 75 por ciento. Y en la red de distribución de agua potable, el número supera el 50%.
Recuperar ecosistemas degradados
Humedales como las Lagunas de Guanacache, cauces de ríos y arroyos están en crisis. Impulsar «pulsos ecológicos» que dejen correr agua periódicamente desde los embalses, es clave para sus recuperaciones.
Educar para cambiar hábitos de consumo
Sin conciencia social no hay solución. Cambiar la cultura del derroche y promover el uso responsable del agua es un pilar del cambio y tiene que ser una política de Estado.
Reforestar con especies autóctonas
Los árboles nativos regulan los ciclos del agua. Reforestar zonas afectadas por la desertificación es urgente.
Impulsar tecnologías de conservación y almacenamiento
Invertir en reutilización de aguas residuales y construcción de reservorios es estratégico para enfrentar sequías prolongadas.
Mitigar el cambio climático
San Juan debe proteger sus ecosistemas y principalmente donde están las nacientes de los ríos, la cordillera y zonas serranas. El cambio climático es una de las causas estructurales de la sequía actual.
No alcanza con discursos: necesitamos acción colectiva
En palabras de los especialistas, no se trata solo de una responsabilidad del Estado, sino de toda la comunidad. Las medidas técnicas existen, el conocimiento también. Lo que falta es voluntad política, planificación y una ciudadanía movilizada. “Hay esfuerzos aislados, pero no una estrategia común. La gravedad de la crisis exige una respuesta integrada, transversal y urgente”, afirman.
Cambiar la cultura del uso del agua es una tarea colectiva que empieza por reconocer que el agua no es un recurso infinito, ni está garantizado por el simple hecho de abrir una canilla. Sin agua, no hay vida. Y sin una comunidad que se movilice y exija soluciones reales, tampoco habrá futuro.
El momento de actuar es ahora
El problema ya está entre nosotros. Los acuíferos están en niveles históricos bajos. Los diques no alcanzan. Las nevadas no llegan. El Código de Agua sigue sin modificarse. Y mientras tanto, la provincia continúa avanzando como si el agua fuera eterna.
San Juan tiene hoy la oportunidad histórica de transformarse en un modelo de gestión sustentable del recurso hídrico en regiones áridas. Pero eso solo será posible si como comunidad entendemos que la solución no vendrá de arriba, sino que depende de nuestra acción colectiva, nuestra presión ciudadana y nuestro compromiso diario con un cambio profundo. Porque no hay desarrollo posible sin agua, y el tiempo de actuar es ahora.
Fuente: huarpe