San Luis: En noviembre, Donovan tendrá su planta de residuos modelo
31/07/2014 MUNICIPIOSPosee casi el doble de superficie cubierta que la primera en su tipo de la provincia.
La planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos (RSU) que el Gobierno construye en el paraje Donovan tiene un 70% de avance y los cálculos preliminares, siempre sujetos a las condiciones económicas del país que hoy no son las mejores, indican que la inauguración se podría producir a fines de octubre o, a más tardar, en la primera quincena de noviembre. Donovan se sumará a la exitosa experiencia de El Jote, el primer emprendimiento de este tipo que está en funcionamiento en Carpintería, en el noreste provincial, y recicla los residuos de los departamentos Chacabuco y Junín. En Pringles ya está en marcha la tercera planta de este tipo, con un progreso estimado en el 20%, y a más tardar en 15 días llamarán a licitación para adjudicar la cuarta, destinada al departamento Ayacucho y con certificación por primera vez de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuya ubicación será entre las localidades de Quines y Luján.
“La adjudicataria de la obra, que es la empresa Cause SA, sufrió algunas demoras con los implementos que son importados, bien porque no llegan al país o porque quedaron detenidos en la aduana por cuestiones que tienen que ver con el gobierno nacional”, explicó Gabriel Messina, quien preside el Ente administrador de Plantas de Reciclado y Tratamiento de RSU. De todas maneras, la obra civil siguió su curso y está muy avanzada. El galpón ya tiene colocado el techo y se hizo el hormigonado de suelos, una tarea importante porque el peso de los equipos es considerable. Lo que falta es cierto equipamiento específico, como los motores que mueven las cintas transportadoras.
La planta, que tiene un costo de casi 20 millones de pesos, beneficiará a los municipios de Juana Koslay, El Volcán, El Trapiche, Potrero de los Funes, Estancia Grande, La Punta, Balde, San Jerónimo, Villa de la Quebrada y Nogolí. Por su envergadura es más grande que El Jote, tiene casi el doble de superficie cubierta (mil metros cuadrados contra 540) y estará preparada para tratar 65 toneladas diarias de residuos, con una capacidad total de procesamiento de 180 toneladas. Lo bueno es que puede ampliar su capacidad sin agregar maquinaria, simplemente con un turno más de trabajo.
“Esta precaución se tomó por si en el futuro cercano la ciudad de San Luis se quiere sumar a los 10 municipios que están involucrados. Si eso pasa, podrán hacer tres turnos diarios sin ningún problema”, aseguró Messina. Por ahora, el intendente Enrique Ponce prefiere mantenerse al margen del Pacto Provincia-Municipios, por lo que entierra la basura en el Centro de Disposición Final que ya utilizaba la capital, en el cual se hace difícil realizar tareas de recuperación y reciclado. Basta una pequeña comparación: Donovan estará lista para devolver al mercado en diversas formas de reciclado el 60% de los residuos sólidos urbanos que recibirá; mientras que de lo que entierra San Luis no se recupera ni el 10%.
En el predio, que tiene 19 hectáreas, construyen comodidades que no tienen otras plantas, como un galpón para el acopio de materiales que no pueden quedar a la intemperie, una sala para capacitaciones que servirá también para recibir la visita de colegios, un salón de usos múltiples, un comedor para el personal, baños y vestuarios perfectamente separados del resto de la planta por una cuestión de higiene. En sus amplias oficinas administrativas habrá una dependencia para controlar el peso de la basura que traerán los camiones, una sala de computación, otra de facturación y un control general de cargas.
En la entrada del predio se divisa, luego de la explanada que encararán los camiones, una grúa pórtico que recibirá los residuos y los irá colocando en la cinta transportadora, donde se realizará la separación mediante dos métodos. Uno es el manual tradicional, que permite amortizar costos; y el otro es mecánico, que culmina con el enfardado del material recuperado. Una parte de la basura va a una tolva y es tomada por un cilindro con cuchillas y perforaciones que gira por gravedad y va rompiendo las bolsas. Lo más grande queda y el resto pasa a una segunda cinta para una selección aún más exhaustiva, ya que el objetivo es recuperar la mayor cantidad posible porque será uno de los métodos más efectivos de financiamiento de la planta. La separación permitirá extraer plásticos, productos textiles, celulosa, vidrios y metales.
“Ya tuvimos reuniones con potenciales compradores, quienes se mostraron dispuestos a trabajar con nosotros. Uno es el grupo Arcor, que requiere de cartón para sus producciones. Y hay tres empresas de Mendoza y Buenos Aires que reciclan el pet. Si la separación es buena y el material es de calidad se logran los mejores precios por kilo, lo que nos permitirá abaratar también los costos de los municipios”, evaluó el gerente, quien depende del Ministerio de Medio Ambiente. Habrá que ver qué precio de referencia utilizarán una vez que la planta esté en funcionamiento ya que la inflación distorsiona los cálculos, pero en mayo, durante una visita que hizo El Diario al predio, manejaban que sería de unos $100 por tonelada recibida, mientras que el Ceamse (Buenos Aires) cobraba $400 y la planta de tratamiento de Rosario, $300. Por entonces, el Centro de Disposición Final de San Luis ya cobraba $180 la tonelada a los municipios que no tenían capacidad en sus tierras para enterrar basura.
El principal avance tecnológico de Donovan estará en el sector de disposición final, alejado unos mil metros del edificio. Allí ya está colocada una geo membrana de polietileno de 2.000 micrones que a través de un proceso de impermeabilización impedirá que los RSU lleguen a la tierra, lo que evita la contaminación del suelo y las napas de agua. Ese relleno sanitario de 108 mil metros cuadrados estará preparado para retener los residuos entre cinco y diez años gracias a que tiene un sistema de drenaje de líquidos, una cámara para lixiviados y un sistema de recirculación. Es el sector en el que hubo que hacer la mayor inversión, cercana a los cinco millones de pesos, el 25% del costo total de la obra.