Santa Fe: 50 familias de barrio El Arenal dejaron sus ranchos para tener una casa de material

Las primeras 30 ya habitan sus casas, mientras que otras 20 esperan por estos días que terminen las obras. Los Sin Techo quieren avanzar en un plan para erradicar los 1.300 ranchos que quedan en Santa Fe.

Las primeras 30 ya habitan sus casas, mientras que otras 20 esperan por estos días que terminen las obras. Los Sin Techo quieren avanzar en un plan para erradicar los 1.300 ranchos que quedan en Santa Fe.

20 familias de barrio El Arenal esperan por estos días la finalización de obra de sus nuevas viviendas de material para abandonar los ranchos en los que viven. Mientras que otras 30 familias de ese barrio ubicado en el suroeste de la ciudad ya cuentan con sus nuevas casas. Esto significa un cambio profundo en sus vidas para intentar progresar, en el camino hacia la inclusión social, para salir de la extrema pobreza y la marginación y tener una vida digna.

Las obras fueron ejecutadas por los vecinos junto al Movimiento Los Sin Techo (LST) en el marco del programa No más ranchos en Santa Fe, que llevaron a cabo de forma conjunta con el gobierno provincial anterior.
El Arenal es uno de los barrios más postergados de la periferia de la ciudad. Está “escondido” detrás del barrio Chalet, en el extremo suroeste de la ciudad, contra el Salado. Allí viven poco menos de 2 mil vecinos, en precarias condiciones.

«Como lo dice su nombre, El Arenal era un bañado inundable, contra el reservorio, allí a donde van a para los excedentes pluviales del suroeste de la ciudad antes de ser bombeados hacia el río Salado. En este tipo de terrenos es a donde se suelen asentar quienes no tienen dónde vivir. Primero levantan un rancho con lo que tienen y más tarde, en algunos casos, llegan a las viviendas sociales de material.

Hace años que LST pisaron fuerte en el barrio para tratar de cambiar las cosas. Con la muerte del cura Atilio Rosso (en el año 2010) los vecinos de El Arenal se desesperanzaron. Pensaron que ya no recibirían más mejoras. Pero la partida del líder del movimiento no fue impedimento para el progreso. 50 familias tienen hoy casa nueva y propia. Abandonaron los ranchos para siempre. También cuentan con iluminación y wifi público en las calles.

1.300 ranchos
Pero la labor no cesa en una Santa Fe que sigue siendo injusta e inequitativa. Todavía quedan 1.300 ranchos en la ciudad. “Tenemos la esperanza de erradicarlos durante el gobierno de (Maximiliano Pullaro)”, dice José Luis “Colo” Zalazar, uno de los miembros de LST. “Todavía no nos han atendido”, se queja.
El movimiento LST construyó unas 10 mil viviendas de material en los barrios más postergados de la ciudad de Santa Fe en sus 37 años de presencia en la ciudad, sobre toda la extensión del cordón oeste.

En el año 2000 recibieron el nuevo milenio con la quema simbólica del último rancho, en Alto Verde. Pero desde entonces las sucesivas crisis hicieron que se levanten nuevos ranchos en la ciudad. Hoy son 1.300, de acuerdo al relevamiento de LST.

“Hagamos algo”
“Hemos pedido audiencias para encontrarnos con el ministro de Obras Públicas, de Hábitat, pero todavía no nos contestaron”, insiste Zalazar, a la espera de un encuentro para acordar políticas que ayuden a erradicar los ranchos de la ciudad. “Queremos pensar juntos qué hacemos con este problema, que son los ranchos en Santa Fe”.

“Creemos que es muy posible que hagamos algo, porque económicamente no es un problema. Sostenemos que es una decisión política, como la han tomado los últimos cuatro gobernadores, que no tuvieron objeciones para erradicar los ranchos, mejorar el hábitat, la calidad de vida de la gente y el desarrollo comunitario”, dice Zalazar.
Lo que quieren desde LST “es que cada uno viva un poco dignamente, que se arrimen a la orilla de la pobreza, porque están excluidos, marginados, afuera de todo sistema”, cierra Zalazar.

Fuente: El Litoral