Santa Fe: En agosto, cuatro familias abandonaron sus viviendas por peligro de derrumbe

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En otras propiedades se registran rajaduras, hundimientos e inconvenientes con los servicios. Los vecinos piden que el municipio realice un estudio del suelo para determinar las causas. Esta mañana solicitaron una reunión urgente con el intendente.

 

Con los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza gacha, Juan Manuel afirmó que va a dejar que su casa (Dorrego al 3300), se caiga. Es que después de apuntalarla y arreglarla, los problemas siguen apareciendo y ya no tienen remedio. Lo alarmante es que no es el único caso en barrio Candioti Sur. A causa de los daños estructurales y el riesgo de derrumbe, en agosto cuatro viviendas fueron deshabitadas: tres en calle Dorrego al 3300 y otra en Sarmiento al 2900.

Mientras tanto, en el tradicional barrio de la ciudad los vecinos del sector delimitado por calle Balcarce, Seguí, V. Sarsfield y Necochea presentaron el reclamo ante el municipio, por la aparición de rajaduras de consideración en las viviendas, hundimientos de veredas y patios y serios inconvenientes en las redes de los servicios.

En todos los casos, el deterioro fue progresivo, casi como un “efecto dominó” cuadra por cuadra y continúa después de ejecutar los arreglos. “Mi casa se inclinó un centímetro y medio hacia el sureste. Tenía una escalera pero la clausuré y hoy se me desprenden partes de los techos”, le dijo Juan Manuel a El Litoral.

 

Las teorías de los vecinos

Si bien los vecinos desconocen las causas de los problemas que registran, arriesgan sin temor a equivocarse, que son consecuencia del “boom inmobiliario” que se registró en la zona, traducido en la construcción de decenas de edificios en altura. Pero a simple vista, lo que está haciendo “boom”, son las propiedades de los denunciantes, que contemplan atónitos el deterioro. Por otro lado, agregan como otro factor el intenso tránsito de camiones de gran porte, que transportan materiales y mercadería de los comercios e industrias ubicados en la zona.

“Hace 15 días los inodoros no resumían y hace 3 meses, burbujean. Por calle Avellaneda pasa el caño de la cloaca máxima, es de 1939 y acá construyeron muchísimos edificios con la misma infraestructura de servicios”, detalló Carlos Gallego, de Avellaneda al 3100. El vecino agregó que es frecuente ver cómo de las tapas de registro de la cloaca “sale humo, con un olor ácido y podrido, como el que sale de una de las industrias del barrio”.

A Graciela Condado, vecina de la misma cuadra, le reventaron los azulejos de la cocina. “Las rajaduras aparecieron cuando zanjearon la vereda para darle los servicios a los edificios en torre. A mis vecinos le explotaron los caños del gas. Además, tenemos los camiones que pasan cada cinco minutos cargados con bolsas, piedras, arena o cajones y vibran hasta los techos”, aludió Graciela.

Silvina Sobrero (Avellaneda 3200) es una triste espectadora de lujo. Desde hace años contempla como las paredes de su casa se abren, incluso después de haberlas arreglado. “Mi casa se partió. Por la vereda, pasaron un cable de energía para la Estación Belgrano, hicieron el zanjeo muy cerca de las paredes y creo que eso generó que se muevan los cimientos. En el medio llovió y hasta que pudieron volver a trabajar taparon los canales con arena”, describió la vecina y sumó datos llamativos respeto de la falta o el mal control de la obra.

“Ví como adelante de un inspector municipal los albañiles cubrieron las zanjas con los caños pluviales rotos, en partes taparon las roturas con bolsas de nylon. Exigí que destapen y los arreglen porque de lo contrario iban a quedar perdiendo”, recalcó Silvina.

“Quién va a responder por todos estos problemas”, preguntó Carolina Capoya, otra perjudicada. La vecina recordó la pública oposición del barrio a la construcción en altura, asimismo hoy los edificios se levantan gigantescos “mientras el resto se hunde”.

“Están explotando todos los servicios, autorizaron construcciones pero nunca hicieron un relevamiento en el barrio para ver si toleraba semejante impacto. Un montón de vecinos se van a quedar sin casa y eso no le importa a nadie, porque las inmobiliarias que se hicieron ricas a costa de arruinar un barrio ya tienen su ganancia”, reprochó Capoya.

Reunión urgente

El reclamo de los vecinos de Candioti Sur, consta en el expediente Nro: DE-0448-01218625-0, fue ingresado en el sistema municipal el 3 de agosto pasado. Pero, como hasta el momento no obtuvieron respuesta, esta mañana presentaron otra nota solicitando una reunión con el intendente José Corral, acompañada de 200 firmas.

En el documento exigen la realización de un estudio del suelo del barrio, la verificación del zanjeo en las veredas y la disposición de inspectores para el control en la circulación de camiones.

Como puntos a tratar en el encuentro, en caso que el intendente los reciba, los vecinos precisaron: el hundimiento de la cloaca madre y los daños colaterales; “la situación caótica” generada por el zanjeo para el paso de los servicios; la falta de control en la circulación de camiones; el permiso de estacionamiento en doble mano en calle Avellaneda y la salida de olores y gases nauseabundos.

Fuente: El Litoral, Santa Fe