Santos advirtió que no reanudará el diálogo mientras las FARC no liberen a los secuestrados
18/11/2014 EL MUNDO
El presidente de Colombia afirmó que los negociadores del gobierno no podrán viajar a La Habana para reanudar las conversaciones hasta que la organización no libere a cinco personas a las que supuestamente secuestró en los últimos días.
Juan Manuel Santos, anunció hoy que la suspensión del diálogo iniciado hace dos años en busca de un acuerdo de paz con las FARC, que había anticipado anoche, se mantendrá mientras esa organización guerrillera no libere a cinco personas a las que supuestamente secuestró en los últimos días.
El hecho fue relativizado por las FARC, que sostuvieron que existe contra el proceso de paz que se llevaba a cabo en La Habana un boicot dirigido por el ex presidente Álvaro Uribe.
«El secuestro ayer en Chocó del general (del Ejército, Rubén) Alzate, de un suboficial y una abogada, que se une al de dos de nuestros soldados en Arauca, son actos que en nada ayudan a avanzar hacia la paz», dijo Santos esta noche en un mensaje televisado al país.
El mandatario subrayó que «las FARC son responsables de su integridad física y deben devolverlos de inmediato» y agregó que «es el momento para que demuestren su compromiso con el proceso».
El hecho fue relativizado por las FARC, que sostuvieron que existe contra el proceso de paz que se llevaba a cabo en La Habana un boicot dirigido por el ex presidente Álvaro Uribe
«Mientras esta situación no se solucione, les he reiterado a los negociadores del gobierno que no podrán viajar a La Habana para reanudar las conversaciones», advirtió.
Santos remarcó que «el compromiso de las FARC está puesto a prueba» y «de su decisión depende seguir avanzando hacia el fin del conflicto y la reconciliación».
El jefe del Estado confirmó en ese mensaje la decisión que ya había anticipado anoche, y lo hizo al cabo de una reunión que mantuvo en la Casa de Nariño (palacio presidencial) con el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo; el jefe de los delegados del gobierno en el diálogo con las FARC, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, y el general Jorge Mora, integrante del mismo grupo negociador.
Mientras tanto, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, coordinaba con altos jefes militares y policiales las investigaciones en procura de esclarecer los hechos y hallar a los cautivos en la región del país que limita con Panamá.
Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Titán -integrada por más de 2.500 efectivos de las tres fuerzas armadas y creada a comienzos de este año para luchar contra la guerrilla en Chocó- fue aparentemente retenido por presuntos miembros de las FARC cuando se desplazaba vestido de civil por un río de la región.
Sin embargo, esas circunstancias eran puestas en duda en amplios sectores de Colombia, luego de que el propio Santos cuestionara ayer el hecho de que Alzate, un militar experimentado, hubiera entrado a una conocida «zona roja» sin protección y vulnerando todos los protocolos de seguridad.
También las FARC -que anunciaron para mañana martes una conferencia de prensa en La Habana- pusieron en duda la versión oficial, al sostener que Alzate se entregó a «un supuesto comando» guerrillero.
En un artículo publicado en la llamada Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol, un sitio web radicado en Suecia que actúa como vocero de las FARC), el grupo guerrillero criticó «la sospechosa y poco clara entrega del ‘chacho’ (expresión coloquial con que se denomina al protagonista de una película de acción) de la guerra contrainsurgente imperial en Colombia, el general Rubén Darío Alzate».
Bajo el título «Es el conflicto, ¡estúpido!», las FARC advirtieron que «una vez más el anhelo de paz de los colombianos se ve frustrado, dejando en claro que la estrategia del garrote y la zanahoria o de negociar en medio de las balas ha fracasado, sometiendo al país a una incertidumbre deletérea».
La nota habla de un supuesto boicot al proceso de paz y acusa de estar detrás de él a Uribe, quien ayer domingo dio la primera versión de los hechos incluso antes que el propio gobierno.
Las FARC hicieron hincapié en esa «sospechosa» primera versión de Uribe y en el hecho de que el general se subiese «prácticamente solo» a una pequeña lancha y llegase a «un perdido caserío ribereño del río Atrato donde lo están esperando escondidos en unos ranchos de paja unos cuantos guerrilleros de las FARC para retenerlo y precipitar la ruptura de los diálogos de la Habana».
El texto remarca que eso es una «estupidez» y que «no es concebible de un mambrú condecorado como Alzate».
En tanto, la ex senadora y líder del movimiento Colombianos y Colombianas por la Paz, Piedad Córdoba, reclamó una tregua inmediata entre el gobierno y las FARC, y en varios mensajes en su cuenta de Twitter pidió a ambas partes que «no jueguen con la paz» ni con la «esperanza de un país».
El diálogo, del que se cumplirán dos años este miércoles, se celebra sin que se haya establecido un cese del fuego, según acordaron las partes cuanto tomaron la decisión de entablar estas negociaciones.
La activista afirmó que el cese el fuego no es un «tema político ni bélico» sino un «asunto ético», porque «la paz es un bien superior». «¿Le vamos a quitar a las nuevas generaciones la oportunidad de vivir en un país en paz?», se preguntó Córdoba.