Sin oferentes para el Puerto de Santa Fe, ya se piensan alternativas

Transformación. La nueva terminal se va a emplazar, aproximadamente, en el KM 584 de la hidrovía.

Transformación. La nueva terminal se va a emplazar, aproximadamente, en el KM 584 de la hidrovía.

Este martes se debía licitar la reconversión de la terminal de Santa Fe. No hubo interesados y ya se piensan cambios. Las obras de infraestructura serán claves.

Este martes se debería licitar la reconversión del Puerto de Santa Fe. Sin embargo –y tal como ocurrió el 19 de marzo pasado cuando se prorrogó la licitación hasta hoy–, no hubo oferentes interesados en comprar los pliegos. El resultado estaba casi cantado. Sin modificaciones en las condiciones para llevar adelante la obra no había grandes chances para que alguna empresa se interese por el proyecto y cambie de idea en menos de cuatro meses.

En esta oportunidad la novedad es que no habrá otra prórroga. Ahora directamente se comenzarán a evaluar alternativas para intentar darle un impulso definitivo a una iniciativa que se viene postergando desde hace muchos años y varias gestiones de gobiernos de distinto signo político.

Las excusas que habrían dado algunas operadoras portuarias a las que se les había acercado el proyecto para que evaluaran si les interesaba era el gran costo en infraestructura que debían asumir. En este punto una de las posibilidades es que el Estado provincial se haga cargo de esa inversión y que no se realice el aporte de 38,5 millones de dólares que la provincia le hacía a la empresa adjudicataria –como un aporte para la realización de la obra. Esos fondos provenían de un crédito que Santa Fe tomaba con el Fonplata.

Los cambios en el pliego licitatorio no implicarían que se vaya a innovar en el lugar donde se va a emplazar la nueva terminal portuaria. Tampoco que se meta mano al proyecto macro. Pero sí se estaría empezando a pensar en una reformulación de quién se hace cargo de las obras de acceso al futuro puerto.

En el actual pliego esa carga se dividía de la siguiente manera: el Estado nacional debía construir el puente que cruzará el Riacho Santa Fe hacia la zona de islas. A partir de allí los privados a los que se les adjudicaba la obra debían hacerse cargo de la construcción del camino ferrovial y de la terminal portuaria propiamente dicha.

La intervención del Estado nacional en una obra tan importante como el puente de acceso (el inicio de los trabajos se daría una vez finalizado el viaducto) era otro de los puntos señalados por los privados como posible dificultad hacia el futuro.

Lo que sucede es que los tiempos burocráticos que puede tener una licitación nacional terminarían siendo una espada de Damocles sobre el proyecto.

Para salvar esa dificultad hay quienes piensan en un esquema similar al “canje” de obras que Nación y Provincia hicieron con la Autovía 19 y el puente entre Santa Fe y Santo Tomé. En ese caso el gobierno provincial encaró la ampliación de la ruta nacional a cambio de una compensación que el Gobierno central haría a los santafesinos con el puente entre las dos ciudades.

El riesgo con esa opción es que Nación tarde mucho en cumplir con su parte del trato, que es lo que está sucediendo con el viaducto prometido en la campaña electoral de 2007. Sin embargo, en el proyecto de reconversión portuaria hay quienes prefieren una licitación unificada (puente y camino ferrovial de acceso) a cargo de la provincia porque ese esquema eliminaría una posible traba, o al menos la posibilidad de que se siga dilatando la obra.

Fuentes consultadas por Diario UNO aseguraron que los equipos técnicos de la provincia y de la ciudad ya comenzaron a trabajar en la confección del nuevo pliego “para no perder más tiempo”. Pero en medio de un proceso de cambio de gobierno –aunque sean del mismo color político– todo haría indicar que el nuevo proceso licitatorio no se pondrá en marcha hasta la asunción del nuevo gobernador, Miguel Lifschitz.

Fuente: Uno, Santa Fe