Temer en jaque: los militares creen innecesario continuar la intervención en Río de Janeiro
El comandante de la intervención militar en el estado brasileño de Río de Janeiro, Walter Braga, sostuvo que la prórroga "es completamente innecesaria".
06/07/2018 EL MUNDOEl comandante de la intervención militar en el estado brasileño de Río de Janeiro, Walter Braga, sostuvo que la prórroga «es completamente innecesaria».
El comandante de la intervención militar en el estado brasileño de Río de Janeiro (sureste), Walter Braga Netto, no considera necesario prorrogar la estancia de sus fuerzas en la región -que finaliza el próximo 31 de diciembre-, según dijo este miércoles en una entrevista con la Agencia Brasil.
La prórroga «es completamente innecesaria; sino van a depender (de los militares) el resto de la vida, no saldrán nunca», dijo.
Este militar fue colocado por el Gobierno del presidente Michel Temer al mando de la seguridad pública en el estado de Río el pasado mes de febrero en sustitución de las autoridades regionales.
El Ejecutivo justificó la decisión por una ola de violencia a la que el Gobierno del Estado de Río no estaba haciendo frente, aunque la medida, sin precedentes en democracia, fue muy cuestionada por especialistas y activistas sociales.
A partir del 31 de diciembre algunos cargos militares de carácter técnico permanecerán otros seis meses en Río para hacer la transferencia y devolver a las autoridades del estado la competencia en seguridad.
Por el momento, la prometida sensación de seguridad no llegó y algunos índices de violencia, como el número de tiroteos y las matanzas, esto es, cuando hay más de tres muertes en un mismo acontecimiento, aumentaron considerablemente, según denuncia el Observatorio de la Intervención, una entidad que agrupa a expertos y representantes de la sociedad civil.
Durante el mes de mayo de este año, por ejemplo, la policía del estado de Río (que ahora está bajo mando de las Fuerzas Armadas) mató a 142 personas, lo que supone 46 por ciento más que en el mismo mes de 2017, y entre marzo y mayo hubo 352 casos, 17 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado, cuando no había intervención.
Braga Netto, no obstante, pide tiempo y asegura que los habitantes de Río «verán una mejora palpable, cada vez más, de aquí a final de año».
«La población brasileña es muy inmediatista, quiere el resultado así: la intervención empieza hoy y al día siguiente caen todos los índices de criminalidad; (pero) eso es paulatino», remarcó el militar al pedir paciencia a la población.
Además, aseguró que en breve el Instituto de Seguridad Pública (ISP) dará a conocer los datos de junio, que evidencian que los índices de violencia cayeron, especialmente los robos de camiones de carga y de vehículos.
Para este alto mando militar lo más importante realizado hasta ahora es el cambio en la logística -ya que en su opinión en los cuerpos policiales faltaba planificación a mediano y largo plazo-, y el cambio en la actitud de los propios agentes.
Las entidades sociales critican que durante la intervención militar ha aumentado la truculencia de las operaciones que militares y policías realizan conjuntamente en las favelas y suburbios para luchar contra el narcotráfico, en las que en muchas ocasiones mueren personas inocentes.
El caso más significativo es el del niño Marcus Vinícius, de 14 años, quien murió baleado el pasado mes de junio en la favela Complexo da Maré, en la ciudad de Río de Janeiro, cuando iba a la escuela; todo apunta a que las balas que lo mataron partieron de un helicóptero de la Policía Civil.
«La Secretaría de Seguridad abrió una investigación para poder ajustar los procedimientos de uso del helicóptero, en la cuestión del horario de la escuela, utilización de armamento letal y menos letal; están ajustando los protocolos», expresó el militar sobre este suceso.
También en el marco de la intervención militar ocurrió otro suceso que conmocionó a la sociedad brasileña: el asesinato de la concejala del Ayuntamiento de Río de Janeiro, Marielle Franco, destacada activista por los derechos humanos, defensora de causas relacionadas con la población negra, los habitantes de las favelas y el colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales)
Después de más de 100 días de ocurrida su muerte, la Policía Civil, entidad que se encarga de la investigación, todavía no tiene resultados, aunque Braga Netto aseguró que el proceso avanza muy bien y que se está haciendo una recopilación de pruebas muy sólida.