Tolerancia Cero: Los municipios Cordobeses analizan adherir y hay críticas de los comerciantes

Control-Cero-Alcohol
Los gobiernos regionales deben elaborar sus propias ordenanzas para sumarse a la ley provincial de alcohol cero. La puesta en vigencia ya genera malestar en dueños de bares y comedores sobre rutas

Mientras los municipios, analizan y adelantan su pronta adhesión a la ley provincial Tolerancia cero, en aquellas localidades ubicadas a la vera de ruta y sobre las cuales hay varios complejos de comedores, se reiteran las quejas de quienes dicen que esta medida por ser tan restrictiva afecta su actividad económica.

Los intendentes consultados por PUNTAL aseguran que adherirán a la ley, pero en medio de suman las quejas de los dueños de comedores y bares ubicados a la vera de los trazados provinciales, quienes sostienen que ya están sufriendo el impacto por los controles que viene llevando a cabo la Caminera en distintos puntos de la provincia. Y señalan que resulta inaplicable el conductor asignado.

El gobierno provincial fue contundente a la hora de plantear “tolerancia cero” para el consumo de alcohol en los conductores que circulen por las rutas de la provincia.
Por su parte, los municipios deben elaborar ordenanzas a través de las cuales pueden adherir a la ley. Por el momento son muy pocas las poblaciones que lo hicieron y otras lo están evaluando, debido a que en muchas poblaciones exigen reglamentaciones propias que fijan límites en los niveles de alcohol en sangre que no se condicen con lo previsto a nivel provincia.

Las localidades en que más profundo es el debate son aquellas justamente donde rutas provinciales (o nacionales) en su paso urbano son una avenida más de las comunidades. Allí hay dudas en cuanto a la ley y autoridad de aplicación.

Carlos Peruchini, autoridad de control en Tránsito de la Municipalidad de Sampacho, dio su parecer sobre la ley “Tolerancia Cero” y consideró que los lineamientos son muy buenos cuando hay que impedir que conductores alcoholizados circulen por rutas y calles de las ciudades y pueblos. Sin embargo, el conocido funcionario de tránsito sostuvo que le llama la atención la aplicación de esta ley cuando la anterior nunca se pudo aplicar totalmente.

Al mismo tiempo puso de relieve que hay municipios donde no cuentan con un equipo de inspectores de tránsito y hay otros que actúan sin tener ni la ropa ni equipos identificatorios. Ello influye negativamente en la nueva norma por cuanto si no hay personal los controles no existen.

Por su parte, el Juez de Faltas Juan Manuel de Rivas explicó que la Ley de Tolerancia Cero sólo rige en las rutas provinciales. En el caso de Sampacho, que tiene una ruta provincial que pasa por el medio de la localidad, el poder de policía lo tiene personal de Tránsito. Si hay un accidente con una persona ebria en la jurisdicción de Sampacho, Tránsito aplicará la ley en vigencia que es la 8560 y que permite que los conductores manejen hasta con 0,4 grados de alcohol en sangre. La provincia busca que los municipios cordobeses adhieran a la iniciativa de alcohol 0 pero ese es un tema que deberán debatir los concejales de cada localidad.

Lo manifestado por este inspector es compartido por autoridades de otras localidades que admiten no tienen estructura suficiente para hacer controles tan estrictos.

Malestar de empresarios

En medio del debate y la puesta en vigencia ya de la ley, los empresarios y comerciantes ubicado principalmente a la vera de rutas, ven en esta acción un fin meramente recaudatorio.

José Genesio, propietario del tradicional comedor «La Rueda» ubicado en General Deheza, sobre el tramo urbano de la ruta nacional 158 no ahorró calificativos al reflejar los perjuicios determinados tras la implementación de los controles de alcotest en las rutas. «A nuestro comercio nos perjudicó totalmente, reduciendo en un 30% la asistencia durante la noche los viernes, sábados y domingos de personas y familias que venían desde General Cabrera y Las Perdices, el perjuicio ha sido enorme y evidente», señaló.

«Desde la implementación de los controles hemos sentido el impacto. Está bien bien lo que hacen, pero el impacto es terrible, muchas personas que sólo tomaban un vaso de vino y son muy prudentes para conducir, dejaron de venir, lo hemos notado claramente», sostuvo el empresario.

Y consideró que la Policía Caminera está sólo para recaudar y cobrar multas: “Cero tolerancia pero también cero criterio, lo importante para ellos es recaudar”.
Por su parte, Agustín Ribero, propietario de una parrilla ubicada en Dalmacio Vélez sobre ruta nacional 158, en proximidades al cruce con ruta 6 opinó: «Desde la implementación, hemos notado que viene un 50% de personas de la zona a cenar o almorzar, esto debido a las multas que se realizan en los controles, principalmente recibíamos personas de General Cabrera, Las Perdices y General Deheza, que prácticamente han dejado de venir», indicó.

Consultado sobre si analizaron otras alternativas para enfrentar la baja en la cantidad de comensales, Rivero opinó: «Alguna vez pensé en contratar un colectivo que pase por los pueblos de la zona y traiga la gente a cenar y luego devolverlos, pero no lo puse en práctica, igualmente habría que buscar alguna alternativa porque el perjuicio es mucho».

Ante la consulta de PUNTAL, Manuel Castro, propietario de un comedor ubicado sobre la ruta 36 en Berrotarán, indicó: «Dejé de trabajar los viernes y sábados por la noche por esta causa, cada vez era menor la cantidad de personas que venían a cenar de pueblos vecinos, ahora organicé otros horarios y abro al mediodía, por el tema de las multas la mayoría dejó de venir y esto nos perjudicó mucho».

También cosecha críticas la legislación de parte de bolicheros que se resisten a ser quienes controlen a los Conductores Designados previstos por la ley. “Por más que nosotros le pongamos una pulsera para identificar al conductor designado, cómo nos consta a nosotros que esa persona no se la quite, consuma alcohol y tome sus propias decisiones. No tenemos poder de policía”.

Según la normativa, al salir del local, el Conductor Designado realizará el correspondiente control de alcoholemia, y en caso de no registrar alcohol en sangre, recibirá nuevamente su licencia de conducir.

A través de la Policía Caminera se viene trabajando en dar a conocer la ley y se labran actas de advertencia, esto por un período de 90 días luego de los cuales ya comienzan a regir las multas y sanciones contempladas.

Fuente: Puntal