Tolhuin, una visita obligada desde Ushuaia
Este pueblo auténtico en el corazón del Fin del Mundo merece una escapada de un par de días desde la capital fueguina.
22/07/2024 TURISMOEste pueblo auténtico en el corazón del Fin del Mundo merece una escapada de un par de días desde la capital fueguina.
Ushuaia es la ciudad del Fin del Mundo, pero está cada vez más cerca. La conectividad aérea que ganó en el último año, las ofertas de las compañías low cost, las políticas implementadas por el Instituto Fueguino de Turismo (InFueTur) y el interés que despertó a nivel nacional e internacional multiplicaron las posibilidades de visitar este destino tan magnético donde cada atracción (el faro, el ferrocarril, la cárcel, el parque nacional, el paso cordillerano, la pista de esquí) se celebra como “la más austral del mundo”.
La excursión a la región de los lagos Fagnano y Escondido figura como uno de los imperdibles, parada en Tolhuin incluida. Pero el pueblo merece más que una tarde. Hay que apuntarlo en el plan de viaje con tiempo extra.
Lo importante es salir de Ushuaia sin apuro y con los ojos grandes para internarse en la cordillera andina y dejarse invadir por esas visuales que cortan el aliento. La turba del costado de la ruta nacional 3 va mutando en bosques espesos cuando la montaña gana presencia. El Cerro Castor con la cumbre siempre nevada oficia de antesala para el festival de fotos que tendrá su apogeo en el Paso Garibaldi.
“Bienvenidos al corazón de la Isla de Tierra del Fuego”, dice el cartel que recibe a los turistas en Tolhuin. En efecto, el pueblo es el epicentro de la provincia pero, además, en la lengua de los antiguos habitantes selk’nam (onas), “Tolhuin” quiere decir “corazón”.
Historia y naturaleza
Una ley provincial de cinco artículos fundó oficialmente Tolhuin en 1972 con el objetivo de brindarles contención a las 150 familias que trabajaban entonces en los aserraderos de lenga de la zona. Y aunque es el pueblo más joven de la provincia, se trata de una tierra con muchísima historia.
Promesa para los buscadores de oro, también fue escenario de las cacerías humanas que encaraban los estancieros a punta de rifle y del último ritual de Hain, la ceremonia de iniciación de los varones jóvenes de la comunidad selk’nam. Registros fotográficos y documentos de enorme valor se pueden apreciar en una visita al Museo Kami, en el edificio reciclado de la vieja comisaría.
El lago Fagnano es una lengua enorme de 80 kilómetros de largo que llega hasta Chile. Va y viene con pequeñas olas, parece un mar. En Tolhuin regala una orilla generosa para caminar, caminar y caminar con la vista perdida en el horizonte. El objetivo final puede ser la cascada La Porfiada, previo paso por la mítica Hostería Kaikén para reponer fuerzas tomando algo rico junto a los ventanales panorámicos. O puede ser el Cerro Jeujepén, verdadero paraíso para el avistaje de aves.
Salpicado de lagunas, valles y bosques, el ecoturismo también se traduce en cabalgatas relajadas, paseos en kayak o la aventura del sendero interpretativo del Ecotono, que va del bosque a la laguna donde nace el río Ewan. Es sólo cuestión de llegar y será amor a primera vista.
La panadería y el bosque de las botellas
Tolhuin resulta magnético también por su gente. Lo confirma la panadería La Unión, suerte de símbolo del lugar, como Emilio Sáez, su dueño y mentor, un marplatense que llegó al pueblo con un bolso hace 35 años y se quedó para siempre.
El salón céntrico, con los mostradores y las vidrieras rebosantes de tentaciones, está siempre lleno y es obligatorio darse una vuelta para probar esas delicias y mirar en detalle las paredes, empapeladas de imágenes de artistas y personalidades de todo el país que, de gira por Tierra del Fuego, pasan a sacarse la foto triunfal.
Los arbolitos de vidrio del predio del camping Hain son otra postal de Tolhuin. Roberto Berbel sigue “reforestando” el lugar con las miles de botellas de cerveza, vino y gaseosa que se consumen en la isla y que, por una cuestión de costos, nunca retornan al continente. Con esa idea ya lleva reciclados más de 10 mil envases.
Daniel Harring, intendente electo (de 37 años, todos vividos en este pueblo del fin del mundo), está seguro y orgulloso de las posibilidades de su comarca y espera que pronto pueda reabrir el complejo en las termas del río Valdez.
Por su historia, por sus recursos naturales, por su gente y por su enorme corazón, a Tolhuin le sobraron méritos para integrar la lista de Pueblos Auténticos de Argentina, el programa del Ministerio de Turismo de la Nación que busca desarrollar y fortalecer la identidad de pequeñas comunidades de características únicas.