Trabajadores petroleros en pie de guerra

La medida afectará a la producción de gas y petróleo en Neuquén, Río Negro, La Pampa, Mendoza, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Salta. Si no obtienen respuestas, la huelga podría ser “por tiempo indeterminado”.

La medida afectará a la producción de gas y petróleo en Neuquén, Río Negro, La Pampa, Mendoza, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Salta. Si no obtienen respuestas, la huelga podría ser “por tiempo indeterminado”.

Los trabajadores petroleros iniciaron anoche un paro por 48 horas en reclamo de mejoras salariales y advirtieron que si no obtienen respuestas podrían extender la huelga “por tiempo indeterminado”. La medida afectará a la producción de gas y petróleo en Neuquén, Río Negro, La Pampa, Mendoza, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Salta. Los sindicatos piden un aumento de 30 por ciento hasta diciembre y un pago por única vez de 50 mil pesos a cada trabajador para compensar la pérdida de poder adquisitivo que han venido sufriendo por la disparada de la inflación, mientras que los empresarios ofrecen un 20 por ciento y un pago de 15 mil pesos por única vez. Las empresas nucleadas en la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) emitieron un comunicado en el que hicieron un llamado a la reflexión “para que la medida no genere graves consecuencias para el sector, los trabajadores y el país”.

Es la primera vez en diez años que todos los gremios del sector van al paro de manera conjunta. El líder de los petroleros de la cuenca neuquina, Guillermo Pereyra, quien a su vez es senador por el Movimiento Popular Neuquino, y su par chubutense, Jorge “Loma” Ávila, son las caras visibles de esta protesta que podría poner en jaque el abastecimiento de petróleo y gas si no hay una respuesta. Ambos dirigentes responsabilizan al gobierno de Mauricio Macri por haber llegado a este punto de conflicto. Ávila, advirtió que el plan de lucha comienza “con un paro de 48 horas y prosigue con uno de 72 si no hay respuestas y luego por tiempo indeterminado”.

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, participó de una reunión el jueves en la que les pidió a las partes que trataran de llegar a un acuerdo, pero no hizo más que eso y dio a entender que veía el paro como inevitable cuando reclamó que se mantengan las guardias mínimas en los campos petroleros. Por el lado sindical, sin embargo, no le dieron esa garantía ya que algunos gremios podrían llegar a retirar todo el personal de los yacimientos donde trabajan. Los petroleros de la Cuenca del Golfo San Jorge, por ejemplo, acordaron el cierre y paralización de los yacimientos de petróleo y gas como también de las plantas de Termap, tanto en esta ciudad como en Caleta Olivia (Santa Cruz). Además, cerrarán todas las bases y oficinas petroleras, de empresas contratistas y proveedores y de bases de servicios de transportes petroleros.

Ávila justificó la medida de fuerza al alegar que “hay trabajadores que cobran 15 o 18 mil pesos y no llegan a fin de mes”. El gremialista planteó: “Hay que arreglar salarios lo más rápido posible pero también tener garantías de que vamos a tener trabajo”. Del lado empresario, en cambio, aseguraron que es la propia medida de fuerza la que podría poner en riesgo los puestos de trabajo. “Desde hace más de un año, la industria atraviesa un momento crítico a nivel internacional producto de la drástica caída de los precios del crudo. Sin embargo, si bien en otros países la actividad se redujo drásticamente y se perdieron miles de puestos de trabajo, en la Argentina el impacto fue menor. Este logro, que fue producto del acuerdo entre todos los actores -Estado nacional, provincias productoras, empresas y trabajadores-, es sobre el cual se tiene que seguir trabajando para poder lograr la sustentabilidad del sector. Medidas como la anunciada no contribuyen a preservar el marco de diálogo en el que se estaban llevando las negociaciones”, aseguraron desde CEPH. En el mismo comunicado, los empresarios agregaron que “el paro en la actividad impactará negativamente en el suministro de gas y petróleo de todo el país. Además, generará importantes pérdidas de ingresos fiscales para las provincias y eventuales riesgos ambientales que podrían tener lugar como consecuencia de la paralización no programada de las operaciones por falta de guardias mínimas”.

Ávila aseguró que el sindicato “agotó todas las instancias necesarias para recomponer un buen salario y un buen acuerdo para los puestos laborales” y lamentó que “no hemos encontrado eco”. “El apuro de cerrar y querernos presionar y apretar ha sido del Gobierno más que de las operadoras. Entonces indudablemente esto nos llevó al conflicto y lo que hemos hecho es defender un salario acorde a lo que ha pasado en el país”, fundamentó.

En este sentido, dijo que “si hubiese sido por el Gobierno, hubiéramos cerrado ese 20 por ciento hasta julio del año que viene pero hubo una posición firme de todos los secretarios generales para defender una pelea digna, donde se pelee el salario”. En ese marco, reclamó la conformación de “una mesa seria, donde se cierre y se den garantías “sobre los puestos laborales. Ávila sostuvo que “esto no es un plan de dirigentes sino un plan de lucha ideado por todos los secretarios generales del país, con todas las instituciones presentes como las de Salta, Mendoza, Neuquén, Chubut y Santa Cruz; tanto convencionales como jerárquicos”. “Es la primera vez que esto se da en mucho tiempo y costó mucho”, destacó y afirmó que “sin lugar a dudas (ésta) va a quedar marcada como una semana donde pudimos defender la industria, la región y el salario de nuestros trabajadores”.

Fuente: Página 12