Tregua en Unquillo: forman mesa de negociación con el Intendente y gremios

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El conflicto en la Municipalidad de Unquillo por el despido de 180 trabajadores ingresó ayer en una tregua, luego de que el intendente local, Jorge Fabrissín, y los representantes de los trabajadores, aceptaran voluntariamente someterse al arbitrio del Ministerio de Trabajo de la Provincia. Fabrissín y las autoridades del Sindicato de Empleados de Unquillo y de la Federación de Empleados Municipales de la Provincia se reunieron ayer en la sede de la cartera que conduce schiarettista Omar Sereno. Si bien la audiencia pasó a un cuarto intermedio hasta el 26 de enero a las 11, en la víspera se acordaron varios puntos con vistas a pacificar la escena en Unquillo y posibilitar la negociación por los puestos de trabajo caídos. “Los trabajadores acordaron levantar las medidas de fuerza, las partes se sometieron a la jurisdicción de este Ministerio y se abrió una mesa de negociación formada por todas las partes involucradas”, señaló Sereno a este diario. A partir de esta conciliación voluntaria, los trabajadores se comprometieron a no repetir medidas de fuerza.

El combo de las pérdidas de trabajo de los agentes unquillenses incluye cesanteados de planta permanente, baja de contratos, no renovación de contratos que vencieron el 31 de diciembre, recategorizaciones y cese de tareas en monotributistas. Teniendo en cuenta las situaciones distintas, ahora comenzará una ronda de encuentros que terminarán definiendo quien se reintegra como empleado de la gestión comunal. La situación más complicada es la de 30 de los 64 trabajadores de planta permanente que son considerados por Fabrissin “mano derecha de Germán Jalil”, el exintendente que dejó el cargo el pasado 10 de diciembre.

Anteayer, Fabrissín admitió a este diario que “la mitad” de los municipales despedidos podrían volver a sus puestos, aunque admitió que sería con condiciones laborales menos benefiosas, bajo contrato, y con salarios más bajos. De hecho, fuentes de los trabajadores echados indicaron que la mayor parte de los cesanteados del área Salud han vuelto a sus empleos, en peores condiciones que las actuales. La misma situación se produjo entre los inspectores municipales.

Fuente: La Mañana de Córdoba