Tres soluciones baratas y eficientes para mejorar el transporte en Mendoza
27/09/2014 MUNICIPIOS
El aumento del tránsito vial ha causado más congestión, demoras, accidentes y problemas ambientales. El tranvía, los micros con fuelle y el trasbordo parecen ser solo un grano de arena cuando uno se apresta a acudir a la Ciudad durante la mañana de lunes a viernes. ¿Qué puede hacerse? Y lo más importante, ¿qué puede lograrse a bajo a costo?
Durante la semana que pasó y, preocupados por la opresiva situación del tránsito en la zona Godoy Cruz-Capital, el gobernador Francisco Pérez y los intendentes de ambos departamentos estuvieron reunidos centrados en aportar posibles soluciones, aunque el eje también fue el próximo vencimiento de las concesiones del transporte público de pasajeros de Mendoza.
Los jefes comunales y Pérez, escucharon las propuestas del ministro de Transporte, Diego Martinez Palau, para cambiar los recorridos de los micros, pensando en redes troncales, para descomprimir las zonas del Centro y periferias.
El poder adquisitivo de las clases de ingresos medios, más acceso al crédito, reducción de los precios de venta y más oferta de autos ha provocado en los últimos 12 años un mayor acceso al automóvil. Incluso el Gobierno nacional pone a disposición diferentes planes y subsidios para poder llegar a este objetivo. En contra de la hiperconectividad del último siglo en casi todos los aspectos, la individualidad del auto propio parece ir en contra del cualquier avance urbano.
Al Centro de Mendoza ingresan 500 mil personas por día, y en promedio, viaja una persona por auto. Recientemente, el intendente de la Capital se reunió con su par de Godoy Cruz para aunar esfuerzos en cuanto a la problemática del tránsito y congestión vehicular en una ciudad pequeña.
El aumento del tránsito vial ha causado más congestión, demoras, accidentes y problemas ambientales.
Desde que Martínez Palau asumió en su cargo como Ministro de Transporte provincial logró cumplir varias de las propuestas que hizo en el inicio de su gestión. El tranvía, los micros con fuelle y el trasbordo. Pero pese a su millonaria inversión, parece ser solo un grano de arena cuando uno se apresta a acudir a la Ciudad durante la mañana de lunes a viernes. Entonces, ¿qué falta? ¿Qué puede hacerse? Y lo más importante, ¿qué puede lograrse a bajo a costo, teniendo en cuenta el estado de las arcas provinciales?
1) Onda verde: rápido, fácil y a bajo costo
Sincronizar los semáforos de avenidas importantes o en tramos de mucho caudal vehicular en onda verde sirve para descongestionar el tránsito, principalmente en horarios pico, al mismo tiempo que proporciona mayor seguridad a conductores y peatones.
Es que la falta de sincronización de la red semafórica traba la circulación, genera embotellamiento de vehículos a pocos metros de distancia y obliga a frenar en una cuadra y la siguiente. En forma complementaria causa complicaciones para los peatones que intentan cruzar de una vereda a otra. Ya es casi habitual en la ciudad observar a personas caminando entre vehículos detenidos. El cruce de Montevideo y San Martín es solo una muestra.
En Mendoza, carecen las avenidas con sincronización en onda verde, por el contrario, parecen estar en “onda roja”.
La Avenida España es un ejemplo solamente de frenado en cada semáforo.
“La onda verde en Mendoza no existe”, cuenta a MDZ Osvaldo, un taxista que varias horas de viaje lleva en Mendoza. Y da una explicación casi matemática: “La única manera de lograr la onda verde es yendo a 70 o 75 Km/h para no frenar en cada cuadra, ya lo tengo calculado. O bien ir a la mitad, a 35 o menos y esperar que el semáforo cambie dos veces mientras transitás esa cuadra. Adiviná cuál hago yo de noche”, pregunta; la respuesta es obvia y peligrosa, aunque entendible.
La ciudad de Los Ángeles construyó líneas de subtes y de trenes rápidos. Ensanchó las autopistas y agregó carriles exclusivos para autobuses, peajes e impulsó el transporte compartido, pero las calles siguieron obstruidas. El año pasado, y para combatir su tristemente célebre tránsito, Los Ángeles sincronizó cada una de sus 4.500 señales de tránsito sobre 1.214,7 km2. La primera ciudad del mundo en sincronizar todas sus semáforos. Los resultados fueron inmediatos.
La sincronización en onda verde es una de las soluciones más rápidas de realizar. No hace falta cortar ninguna calle ni interrumpir el tránsito durante mucho tiempo. Solo se requiere de un cronómetro y algún medio de comunicación a distancia. No demanda ningún tipo de inversión en materiales, solo mano de obra, y voluntad, por supuesto.
En los últimos días, la Ciudad de Buenos Aires fue más allá. Las seis centrales de tránsito que controlan 2.700 esquinas de la Capital Federal implementaron un sistema que detecta cuando se registran congestionamientos. Este extiende 10 segundos el tiempo de luz verde cuando hay congestión.
2) Más y mejores recorridos del transporte público
En zonas urbanas que ya han pasado el millón de habitantes y donde el crecimiento del parque automotor es desmedido, se suele pensar en soluciones descomunales, como la construcción de nuevas autopistas y anillos se circunvalación, pero lo cierto es que la realidad limita poder llegar al dinero suficiente para invertir en este tipo de obras. A la sazón, no existe otra opción que fortalecer el sistema de trasporte público.
Según un reciente informe de la Cepal sobre tránsito y congestión en centros urbanos, “aunque un bus, por su tamaño, genera más congestión que el automóvil, generalmente transporta más personas. Si el primero lleva 50 pasajeros el segundo transporta, en promedio, 1.5 persona, entonces cada ocupante de automóvil produce 11 veces la congestión atribuible a casa pasajero del bus.
La congestión se reduce si aumenta la participación de los buses.
“Si hubiera un buen servicio de transporte, ¿usarías menos el auto?”, preguntó recientemente MDZ en una encuesta múltiple a sus lectores, en el marco de la reunión de Suárez y Cornejo con Pérez sobre la problemática del transporte. Casi el 90% de alrededor de 10.000 encuestados respondió que sí. Y que el 60% ya utiliza el transporte público de pasajeros.
“¿Qué harías con el sistema de transporte público de Mendoza para mejorarlo?”, fue otras de las preguntas planteadas por MDZ. “Incrementar las frecuencias” fue la opción ganadora, con el 44% de los votos. Lejos en segundo lugar, con el 16% de los votos, quedó “Ampliar el alcance de los recorridos”.
Laura, quien junto a sus pequeños aguarda como cada mediodía a la salida de la escuela el trole Pellegrini, en la esquina de España y Espejo, dice: “Espero hace 40 minutos el trole, voy al Parque Central, si me hubiese ido caminando llegaba en 15 o 20 minutos, pero con los chicos y las mochilas me es imposible”. Y cierra, con cierta resignación: “40 minutos para hacer 20 cuadras…”. La realidad es una sola: si Laura tuviera auto para ir a buscar a sus hijos al colegio, en el Centro, al mediodía, definitivamente lo usaría.
Entonces, ¿por qué una unidad que debería llegar cada 5 0 10 minutos máximo tarda 40? Las pocas cantidades de unidades y el estado de las mismas es una causa, pero la propia congestión es otra, porque los obliga a demorarse más al efectuar sus desplazamientos. Esto hace demandar aún más unidades, lo que repercute en el alza de la tarifa. En fin, un total círculo vicioso.
3) El metrobús
La organización mundial C40 premió recientemente a la Ciudad de Buenos Aires por este sistema de transporte que permitió una reducción en los tiempos de viaje, mejoras en las frecuencias, calidad en la espera, menos contaminación e innovación. ¿En qué consta?
El Metrobús es solo un sistema de carriles exclusivos para colectivos inaugurado en 2011, aunque la idea se implementó primero en Curitiba, Brasil, durante la década de los 70.
Durante sus dos primeros años constaba de un solo corredor que se extendía por la Avenida Juan B. Justo entre los barrios de Liniers y Palermo. En 2013 se habilitó un nuevo corredor de carriles exclusivo para colectivos sobre la Avenida 9 de Julio y, tres semanas después, se inauguró un nuevo ramal que une la Estación Plaza Constitución con el Puente La Noria, dos puntos de conexión muy importantes del sur de la ciudad.
Por cada corredor transitan varias líneas de colectivos normales -no tienen un diseño o estructura especial- con una dotación mínima y con una parada cada 400 metros aproximadamente.
Si bien al principio este sistema provocó muchas críticas y dudas, los tres corredores del Metrobus cambiaron la forma de viajar de más de 600 mil personas. El tiempo de viaje se ha reducido en un 40%. Se reordenó el tránsito en la zona céntrica, facilitando la movilidad de peatones y automovilistas.
Concluyendo
Con una frecuencia puntual y un número racional de unidades que garanticen que los mendocinos llegarán a tiempo a su trabajo, trámite o centro educativo deja la necesidad de utilizar el auto, obsoleta. De hecho, la mayoría opina que confiaría en un buen transporte si este se efectivizara.
Puede verse que no hacen falta megaobras ni súper estructuras para mejorar el servicio de transporte público, solo perfeccionar lo que ya hay, que es usado, y mucho.