Una cooperativa de trabajo de Río Cuarto fabrica ladrillos para las viviendas sociales

Ocho personas ya iniciaron labores hace una semana en la nueva bloquera. El Municipio les da en comodato la maquinaria y les presta un predio en el corralón. Hacen unas mil unidades diarias

Ocho personas ya iniciaron labores hace una semana en la nueva bloquera. El Municipio les da en comodato la maquinaria y les presta un predio en el corralón. Hacen unas mil unidades diarias

Hace más de una semana ocho trabajadores de la cooperativa Ranqueles realizan tareas en una nueva bloquera que fabrica ladrillos para las viviendas sociales del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV). Así, el Municipio les prestó un predio en el corralón y les otorgó en comodato la maquinaria para la realización de los bloques. En dos turnos los cooperativistas hacen unas mil unidades diarias.

“Estamos muy contentos porque el proyecto está dando buenos frutos, va queriendo. La Municipalidad nos compra una parte de los ladrillos. Tenemos que terminar una fracción a fines de febrero, comienzos de marzo; y el resto lo vamos haciendo durante el año. Hoy estamos haciendo unos 800 a 1.000 por día”, afirmó Fernando Becerra, miembro de la cooperativa Ranqueles.

Sobre la tarea, que también implica la posibilidad de que puedan vender su material a particulares, expresó: “Para nosotros es algo muy lindo, porque se trata de nuestro trabajo, es algo propio. Es muy bueno que todos los socios podamos trabajar, ofrecerle a la gente lo que hacemos, esto es un gran incentivo”.

Fábrica de componentes

Por su parte, Franco Castaldi, director del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), detalló que la dependencia “ejecuta viviendas sociales, por lo que siempre tiene la demanda de los materiales de construcción”. En este sentido, sostuvo que por eso definieron crear “una fábrica de componentes para las distintas partes de las viviendas” en una primera etapa.

Acerca de la maquinaria ratificó que la cooperativa paga un alquiler por el uso y el Municipio adquiere los ladrillos. “Además de conseguir un buen precio y la fábrica de materiales, generamos trabajo al mismo tiempo que es lo importante. Asimismo la cooperativa no depende solamente de lo que le compra el Municipio, sino que lo puede vender para obras privadas”, destacó Castaldi.

A su vez, el titular del IMV aseguró que “lo ideal es tener mano de obra genuina y local, además es importante que la producción se haga desde el Municipio”.

Más allá del préstamo de la bloquera, la cooperativa recibió los insumos iniciales para empezar la producción, y en este sentido, Becerra se mostró conforme, ya que advirtió que no contaban con los recursos para poder adquirir los primeros materiales. “Estamos muy agradecidos porque  porque no teníamos nada para poder arrancar rápido”, dijo.

Trabajo cooperativista

La cooperativa Ranqueles hace más de 10 años que realiza diversas tareas en la ciudad y está conformada por un grupo de 20 socios, entre hombres y mujeres. “Somos familias principalmente, trabajamos todos. Hermanos, padres, tíos. Hacemos distintos trabajos, hay una parte que hacemos construcción, en el caso de los hombres, y las mujeres se dedican más a lo que es mantenimiento”, sostuvo Becerra.

La elección de esta microempresa, según explicitó Castaldi, se dio porque se trataba de “personas que estaban sin trabajo y tenían muchos conocimientos en el área de la construcción. Por eso decidimos realizar este contrato de comodato para que ellos pudieran empezar con un empleo rápidamente”.

Y enfatizó: “Les hemos pedido la terminación de 100 mil ladrillos para las futuras viviendas a construir. Así que ellos trabajan en doble turno para poder cumplir el objetivo y llegar al stock necesario”.

Puntualizó que la meta, además de la fabricación de ladrillos, es que realicen diversos materiales para obras de infraestructura del Estado municipal. “En el IMV tenemos un programa de mejora y ampliación de la vivienda, en el que financiamos materiales y esto va a ser parte de lo que nosotros damos financiado. Se trata de una primera etapa en la que se fabrican viguetas y losetas pero la idea también es que se hagan adoquines”, indicó.

Manifestó que pretenden que la cooperativa tenga la oportunidad de expandirse y sumar más mano de obra. “La idea es que puedan ir ganando socios. Si ellos se mueven para la promoción de estos productos de buena calidad, les van a ir comprando los particulares, los corralones, y esto seguro va a ser una cadena para hacerse más grande”.

En consonancia Becerra advirtió que están confiados en “poder ampliar la cancha” y conseguir más trabajadores para afrontar las tareas pero expuso que por el momento quieren “ir de a poco para ver cómo va reaccionando la gente al producto”.

Asimismo reconoció que el sector de la construcción ha sufrido una parálisis y “la situación está difícil”,  admitió que iniciativas como la bloquera ayudan al movimiento del mercado.

Por su parte, Castaldi aportó: “La actividad ha tenido una baja importante en el último tiempo, pero las obras pequeñas siguen, como el caso de las viviendas que son las que pueden estar comprando los ladrillos blocks”.

Fuente: Puntal