Una encuesta halló en la educación pública el talón de Aquiles de Milei

El golpe del libertario a las universidades tiene efectos letales. El Presidente respondió con insultos a las demandas, que tienen alto apoyo social.

El golpe del libertario a las universidades tiene efectos letales. El Presidente respondió con insultos a las demandas, que tienen alto apoyo social.

«El presidente tiene 47% de imagen positiva. Una suba bastante sólida desde nuestro estudio de marzo”, es una de las conclusiones estadísticas del trabajo que presentó la consultora de Laura Zuban y Gustavo Córdoba en su habitual newsletter de los domingos, un apreciado aporte de datos para el debate político que hacen los encuestadores cordobeses.

La estima popular que ostentan Javier Milei y su gestión es menos voluminosa que la de los mandatarios que lo precedieron cuando llevaban su tiempo al frente de la Casa Rosada, pero suficiente para sustentar el proceso encarado por el libertario, consideraron Zuban y Córdoba. No obstante, los analistas ven amenazas rondando la fortaleza popular de Milei, que tiene el problema de los consensos precarios: pueden ser alterados por el más mínimo cambio de humor.

Los investigadores del clima social enfatizaron sobre la precariedad de los concesos reinantes. Y en el caso del gobierno libertario, sobre una base de sustentación popular más flaca que la de Alberto Fernández y Mauricio Macri a la misma altura de su mandato, se enfrenta a la fuerte resistencia que genera buena parte de las medidas que se dispone a ejecutar, como algunas en marcha.

La educación, en el centro de la escena
«La educación pública es probablemente la categoría en la que más problemas puede tener el gobierno en términos de opinión pública. Un abrumador y mayoritario 86% coincide con la idea de que se trata de un derecho que debe ser defendido», leyeron en los datos los consultores. «Los gobiernos también deben ser juzgados por su capacidad de reaccionar y cambiar de dirección cuando es necesario», plantearon entre los desafíos inmediatos para el tránsito del gobierno.

Y se preguntaron: ¿Reconsiderará el gobierno su postura con la educación pública si las manifestaciones de este mes se vuelven masivas y el tema toma la agenda por asalto?».

La respuesta la tiene Milei, pero no da la impresión de que esa vía sea posible. Milei trató este lunes a estudiantes y docentes de la UBA de “hipócritas, mentirosos y enemigos de las ideas de la libertad”.

El presidente pretende que las universidades nacionales funcionen con el mismo presupuesto del año pasado. La inflación corrió, como le gusta al mandatario libertario, arriba del 300% anual. Si no hay revisión de la política para la educación el gobierno provocará el cierre de las universidades públicas. Y otra vez el análisis debe volver a la pregunta de los analistas Zubán y Córdoba dicha dos párrafo antes.

En la encuesta que presentaron el domingo, el 58,5% se manifestó en contra del congelamiento de los presupuestos a las universidades. El 38,% dijo estar de acuerdo o muy de acuerdo con la condena al nivel superior de la educación pública. Otro dato elocuente: el 87% se pronunció en contra de la política propuesta de abolir la obligatoriedad de la educación para que los padres puedan hacer trabajar a sus hijos desde niños lanzada por el hiperlibertario Bertie Benegas Lynch, referente del Presidente, quien a pesar de eso se despegó de esta moción.

Poco apoyo a la gestión
La motosierra y la licuadora no solo son rechazadas por más encuestados que los que apoyan. La única iniciativa política de Milei con más apoyo que rechazo es la baja de la imputabilidad penal de los menores. «La posible baja de la edad de imputabilidad y el despido de 15.000 empleados estatales son las únicas que logran perforar el piso del 40%. Aunque en el caso de la segunda, sigue cosechando un rechazo mayor al 50%», consignaron Zuban y Córdoba.

La política para atender la epidemia de dengue está lejos del aprecio mayoritario de la sociedad. El 60% cree que fue inadecuada y el 65% cree que el gobierno debería comprar vacunas y repelentes de forma masiva. Idea que, por supuesto, va en contra del marco ideológico del gobierno.

Los analistas consideraron que otras medidas que se encuentran en estudio o ya fueron anunciadas tampoco logran cosechar adhesión.

La inmensa mayoría está en contra de reinstalar el impuesto a las ganancias o de enviar tropas argentinas a Ucrania. El mismo dato probablemente vale para cualquier tipo de intervención en el conflicto de medio oriente, al margen de cualquier necesario repudio a las agresiones entre Estados. Milei no prestó atención u obvió ese dato: decidió embarcar al país en uno de los bandos enfrentados en una guerra con impacto global en plena escalada.

La economía es clave para el juicio al gobierno de Milei, contemplaron los autores del trabajo de referencia. «Dados a elegir entre bajar la inflación o aumentar los salarios, los argentinos quedan divididos a la mitad. Es un dato que desnuda uno de los grandes dilemas que el gobierno deberá resolver en el corto plazo: la tensión entre la baja de la inflación y la puja salarial», desentrañaron Zuban y Córdoba de los datos de campo.

Y en este punto plantearon «un condimento extra» para el dilema: «La mayor baja de la imagen positiva del gobierno se dio en diciembre luego de la devaluación y el fogonazo inflacionario. En tan solo días el oficialismo pasó de un robusto 54% a un 42%».

Y renglón seguido dejaron otra pregunta de respuesta incierta por ahora: «¿Qué va a pasar con ese mismo indicador si en las próximas semanas la suba de tarifas genera un nuevo shock en el aumento de precios?»

Fuente: La Mañana Neuquén