“¿Usted va a comer alitas de pollo?”, el desesperado pedido de los municipales de Rauch al intendente
En plena negociación paritaria y contra una inflación que galopa hacia el 40 por ciento, el intendente de Rauch debió enfrentar los desesperados pedidos de los municipales y sus familias.
06/09/2018 SINDICATOSEn plena negociación paritaria y contra una inflación que galopa hacia el 40 por ciento, el intendente de Rauch debió enfrentar los desesperados pedidos de los municipales y sus familias.
El intendente de Rauch, Maximiliano Suescún, de Cambiemos, debió ponerle la cara al desesperado reclamo de los trabajadores municipales del distrito, que están en plena negociación para obtener una recomposición salarial que les permita empatarle a una inflación que galopa hacia el 40 por ciento.
Hasta ahora, los municipales obtuvieron un aumento de 15 por ciento atado a una cláusula gatillo y el Ejecutivo puso sobre la mesa un 14.5 mas para cobrar en diciembre. Con las cuentas de los sindicatos, el aumento promedia un 16.5 por ciento en todo el año, para el intendente, es un 29.5, que todavía está lejos del 40 de la inflación.
Para suplir ese bache, Suescún ofreció un bono de 650 pesos para las categorías más bajas del escalafón y de 700 para las más altas, a percibirse en agosto, septiembre y noviembre, a cuenta de futuros aumentos, que se aplican a un básico que está en 9.000 pesos, al filo de la línea de indigencia.
Esas bonificaciones no se trasladan a jubilaciones ni tienen impacto en el cálculo del aguinaldo, por eso es rechazada por los sindicatos. En el distrito, vale recordar, una mujer que cobra apenas 7 mil pesos –de una jubilación municipal- recibió una factura de luz de 16 mil pesos.
Es por eso que los municipales se acercaron hasta el palacio para dialogar con el intendente y le trasladaron la desesperación: “Le cambio el sueldo de mi marido por el suyo, el de nosotros, el de todos”, lo increpó una mujer, en un video que se movió en las redes. “¿Usted va a comer menudos de pollo, va a comer alitas? Bájese el sueldo”, dice la mujer, al borde del llanto.