Usurpaciones: reunión entre Kicillof e intendentes
Finalmente, el gobierno de Axel Kicillof anotó en su agenda de urgencias al problema de las usurpaciones de tierras, que se incrementaron en el último tramo de la cuarentena, sumando un dolor de cabeza a los intendentes del Conurbano y del interior bonaerense
Finalmente, el gobierno de Axel Kicillof anotó en su agenda de urgencias al problema de las usurpaciones de tierras, que se incrementaron en el último tramo de la cuarentena, sumando un dolor de cabeza a los intendentes del Conurbano y del interior bonaerense, junto a un sinfín de cruces, no ya entre oficialismo y oposición, sino dentro del propio Frente de Todos.
Este mediodía, un grupo de intendentes peronistas del Gran Buenos Aires llegó a La Plata para empezar a debatir el tema junto al Gobernador. Estuvieron, entre otros, Maryra Mendoza (Quilmes), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Andrés Watson (Florenciao Varela), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Fabián Cagliardi (Berisso) y Blanca Cantero (Presidente Perón).
Como informó INFOCIELO, los alcaldes apuntaron a los dueños del negocio de la tierra y de la vivienda. “El Estado que debe ser firme para poner un límite a quienes hacen de las desigualdades un negocio”, fue la línea que bajaron, tras lo cual condenaron “rotundamente la ocupación ilegal de tierras y viviendas. Es un delito y como tal la Justicia debe intervenir para hacer cumplir la Ley”.
En la reunión se definió conformar una mesa de trabajo con mirada a largo plazo pero también sobre las urgencias. “Habrá respuestas más rápidas con respecto a las usurpaciones pero también una política más fuerte y rápida de viviendas y de barrios”, sintetizaron desde el Gobierno ante la consulta de INFOCIELO.
En concreto, Kicillof y los intendentes acordaron establecer un sistema de “alerta temprana” entre los municipios, la Jefatura de Gabinete y los ministerios de Gobierno, Seguridad y Justicia y Derechos Humanos.
La idea no es “empezar de cero sino sumar los espacios de los municipios que venían trabajando en eso para coordinar con provincia y nación para terminar viviendas”.
En ese sentido, hubo anuncios en las últimas horas. A la ya conocida agenda del gobierno nacional, que relanzó el PROCREAR, le dio impulso a los programas para la generación de suelo urbano y de construcción de viviendas sin terminar, se suman los anuncios del propio Kicillof de esta misma semana. El rol de la Provincia y de los intendentes será central para el éxito de ese plan.
En el marco de un ambicioso plan de infraestructura que se planteó esta misma semana, se anunció la puesta en marcha, a través del Instituto Provincial de la Vivienda, de un plan de 8.000 viviendas en el marco del Programa “Provincia en Marcha” para los años 2020 y 2021.
«Se reiniciarán 5.700 viviendas cuya construcción había sido interrumpida por la gestión anterior y se construirán 2.300 nuevas viviendas, con financiamiento nacional y provincial. Por su parte, el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU) está llevando a cabo el plan de urbanización de barrios populares en 14 distritos de la Provincia», indicaron desde Gobierno.
La respuesta de Kicillof llega cuando el tema quedó firmemente instalado y no de una manera positiva para el Gobierno. Es que las usurpaciones se dispararon en los últimos meses y los intendentes del PRO se encargarlo de ponerlo en agenda. Esta semana, cuatro de ellos, encabezados por Julio Garro, de La Plata, y Jorge Macri, de Vicente López, pidieron respuestas a la Provincia.
Justamente desde La Plata llegó un dato inquietante: en los últimos nueve meses hubo cuarenta intentos de usurpaciones, cuando en los cuatro años anteriores fueron apenas seis.
Ayer, Sergio Berni, a estas alturas un especialista en disparar fuego amigo, lo puso en la tapa de todos los diarios, al protagonizar una pelea frente a exdiputado y hoy funcionario nacional Fernando “Chino” Navarro, a quien acusó, junto al Movimiento Evita, del que forma parte, de promover las usurpaciones.
Berni y Navarro se cruzaron al aire de América y ambos salieron afectados. Navarro se llevó una durísima acusación pública y Berni quedó prácticamente obligado a presentar la denuncia en la Justicia, bajo la premisa de que, sino lo hacía, estaba fungiendo como cómplice.
