Grave: Por la crisis lechera, puede cerrar la mitad de los tambos del país
Un informe privado augura un futuro sombrío para la cadena láctea, en el marco de la grave crisis que ya terminó con más de 5 mil tambos en los últimos años y que se agravó con la quita de retenciones y la devaluación.
28/04/2016 El PaísUn informe privado augura un futuro sombrío para la cadena láctea, en el marco de la grave crisis que ya terminó con más de 5 mil tambos en los últimos años y que se agravó con la quita de retenciones y la devaluación.
Un informe de coyuntura elaborado por el especialista en economías regionales Aniceto Chambrillon para la Consultora CPS Comunicación, denominado “La cadena láctea en crisis” augura un futuro sombrío para la cadena de producción láctea en el país, que ya produjo el cierre de más de 5 mil tambos en los últimos años.
El informe destaca que los tamberos sufren una importante baja en la rentabilidad afectada por una doble tensión sobre el precio del litro de leche producido: por un lado, la industria paga menos que hace algunos meses y, por el otro, los costos de producción aumentan al ritmo de la inflación, aspecto que se profundizó tras la devaluación y la eliminación/baja de los derechos de exportación, medidas adoptadas a partir del 10 de diciembre.
Diversos especialistas y entidades de representación gremial y sectorial sostienen que los tambos atraviesan una coyuntura compleja, a raíz de los bajos precios y los altos costos. El trabajo menciona que la Federación Agraria Argentina (FAA), por caso, estima que de mantenerse esta situación durante 2016 podría cerrar el 50% de los tambos que están en funcionamiento. Y la Confederación Rurales Argentinas (CRA) estima la desaparición de entre 2.000 y 3.000 productores.
“La devaluación de más de un 45% de la moneda, que pasó de los $9.84 por dólar que valía el 10 de diciembre a $13,95 el 17 de diciembre, con picos que superaron los $16 y un valor estabilizado hacia el mes de abril que ronda los $14,50-$15, significó un duro golpe para los costos de producción, en la mayoría de los casos atados al valor de la moneda extranjera y sumidas en fuerte proceso inflacionario”, sostiene Chambrillón.
En términos reales, señala el informe, “el tercer eslabón se queda con más del 50%, la industria con un 32/35% y el productor con un 15/18%. Así, los números no cierran y la rentabilidad es negativa: da pérdida”.
Entre las medidas necesarias para paliar a futuro esta crítica situación, Chambrillon sostiene que “es necesaria la intervención del Estado, de manera activa y urgente, sentando en una misma mesa de diálogo a productores, industria y supermercados”.