El pan de ayer, un “tesoro” para cada vez más personas en Villa María
En Panadería Bariloche iniciaron la modalidad de regalar los productos que no se vendieron al final del día. Hoy, notan que aumentó significativamente la cantidad de personas que necesitan de ese alimento
15/07/2018 MUNICIPIOSEn Panadería Bariloche iniciaron la modalidad de regalar los productos que no se vendieron al final del día. Hoy, notan que aumentó significativamente la cantidad de personas que necesitan de ese alimento
Cada vez son más las personas y de todas las edades, las que pasan a buscar el pan de ayer
En el bulevar Sarmiento, centenares de personas circulan día a día porque es una vía que comunica el centro con un populoso sector de la ciudad. Al ritmo de ese movimiento, creció el sector comercial en todos los rubros.
Entre los negocios del lugar, hay uno pequeño, la Panadería Bariloche, que dispone de una caja con productos panificados para que la lleven los que lo necesitan.
No es la única que hay en la ciudad que sostiene esta iniciativa, pero como fue una de las primeras, decidimos ir a consultar cómo continuaba ese proyecto.
Florencia y Germán Pereyra, impulsores de la iniciativa, contaron que sigue en marcha, pero que en los últimos meses notaron un incremento significativo de personas que día a día pasan a buscar sus productos.
“Al principio, cuando ustedes nos hicieron la nota, teníamos la caja afuera; pero lo que pasó es que muchas personas llevaban un paquete mientras que nunca faltaba un dañiño que se llevaba todo el contenido con caja y todo”, dijo Germán.
Eso motivó que la instalaran dentro del negocio.
“Cuando empezamos con esto, lo hicimos con la idea de que los chicos que pasaran tuvieran una meriendita”, contó Germán. Siempre eran niños y jóvenes de hasta 15 años los que entraban y se llevaban un paquete con sus panes, bizcochos o facturas.
Ahora, no son solo niños. “Empezó a venir gente mayor. Hombres y mujeres de avanzada edad vienen y respetuosamente nos preguntan si pueden llevar algo. Les decimos que está para eso la caja”, relató Germán.
“Notamos que al principio era gente del sector, pero ahora, vienen de distintos barrios. Creo que se enteran por el boca a boca y muchos se llegan desde Los Olmos para buscar su paquete”, dijo.
Al principio, como la caja estaba pensada para los chicos, colocaban bizcochos y facturas. “Hoy, como vemos que no es sólo para una merienda, ponemos más productos, como panes para sándwiches o masitas”, señaló.
“Una clienta que no es de Villa María, siempre nos dice que está sorprendida, porque nadie regala nada. Yo fui empleado toda la vida y cuando empezamos con el negocio, no dudé en poner en un espacio lo que no se vendía en el día para que alguien lo aprovechara”, agregó.
Y no solo es el contenido, sino también la presentación. Todo está en bolsas, selladas y los productos en cantidades para dos o más personas. Cada uno, según su necesidad, elige.
Cuando le preguntamos sobre la actividad, no duda en señalar que son tiempos difíciles. “Hoy pagué el gas, con eso te digo todo”, planteó, al referirse al aumento en los servicios. “Pero somos un grupo de cinco y le damos para adelante”, concluyó.