«Trabajemos más juntos que nunca»
Pese a las diferencias, llamó a la unidad a sus pares del Mercosur en una cumbre virtual. Se fue cuando empezó a hablar Añez.
03/07/2020 El PaísPese a las diferencias, llamó a la unidad a sus pares del Mercosur en una cumbre virtual. Se fue cuando empezó a hablar Añez.
«Necesitamos ver cómo vamos a construir un mundo más igual, más desarrollado, después de esta pandemia», propuso el presidente Alberto Fernández en su mensaje a los jefes de Estado de la región. Fue durante la Cumbre del Mercosur celebrada ayer desde Asunción que tuvo varias particularidades: fue la primera en la historia que se hizo de manera virtual y fue la primera vez que compartieron un evento Fernández con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. El presidente argentino buscó hacer equilibrio ante una mayoría de mandatarios que piensan diferente a él en varios temas. Igual, todo tiene un límite. Fernández abandonó la pantalla cuando empezó a hablar la presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Añez, a quien Argentina no reconoce.
«El mundo en el que vivimos es el gran barco en el que estamos todos, y por más que algunos tengan camarotes de lujo, están en este barco que está tambaleando en el medio de este mar de la pandemia», indicó Fernández. Todo su mensaje mantuvo el mismo tono componedor hacia sus colegas, junto con el apremio a buscar una salida a la pandemia que evite profundizar en las inequidades de las economías de la región. Claro que tenía en claro que los presidentes que lo escuchaban no piensan igual que él en muchos temas, ni siquiera en cómo enfrentar a la pandemia, pero que el Mercosur era algo que excedía a sus gestiones.
«Siempre digo que guardo por todos los líderes del mundo el respeto que merecen porque sus pueblos los eligieron. Y sé que no pienso igual a muchos de esos líderes. Y sé que mi paso por la historia argentina es absolutamente un paso, y no tengo derecho a frustrar la aspiración continental que tenemos de reunirnos y crecer juntos simplemente porque no pienso igual», dijo, en lo que fue claramente un mensaje hacia Bolsonaro, con quien nunca llegó a mantener una charla. «Estoy aquí para que nos unamos, para que trabajemos más juntos que nunca, que entendamos que la historia nos ha dado la oportunidad de revisar lo que se ha hecho y hacerlo de otro modo», avisó. Llamó «Marito» al presidente de Paraguay, Mario Abdo, que coordinó el eventó y «mi querido amigo» al presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, que recibió la presidencia pro témpore del bloque por los próximos seis meses.
Fernández aprovechó la presencia del canciller europeo, el catalán Josep Borrell, para hablar del acuerdo Unión Europea- Mercosur que suscribió el gobierno de Mauricio Macri y que debe ser aprobado por los parlamentos. «Le pido a mi amigo Josep Borrell que nos ayude a seguir adelante con el acuerdo iniciado con el Mercosur para ver de qué manera teniendo en cuenta todos los desatinos que cometió el virus en la economía de todo el mundo, podemos seguir adelante. Estamos frente a un desafío de un mundo que se ha globalizado y nosotros desde América tenemos que estar más unidos que nunca par asumir ese desafío», remarcó. En cambio, no mencionó las negociaciones que se llevan adelante por el acuerdo con Corea del Sur, por el que Argentina mantiene diferencias con los demás países del bloque.
Quien sí los mencionó las conversaciones fue Lacalle Pou, quien se mostró como un fervoroso acuerdista. «El proteccionismo puede ser una tentación para algunos países, en especial los más grandes. El Mercosur tiene el deber de terminar lo que ha empezado. Tenemos que firmar el acuerdo comercial con la Unión Europea. La presidencia pro témpore se va a comprometer con la firma», adelantó. Aunque admitió la necesidad de avanzar a «distintas velocidades», que es lo que reclama Argentina respecto a las negociaciones con Corea, que considera pueden resultar dañinas para la industria nacional si no se toman los recaudos necesarios.
Bolsonaro leyó un mensaje de unos cinco minutos, el más breve de todos los presidentes que participaron. «El Mercosur es nuestro principal vehículo para la inserción en el mundo. Es parte de las soluciones que estamos construyendo para el futuro», afirmó. El brasileño no hizo ninguna referencia a las palabras de Alberto Fernández, que habló justo antes que él, y también alentó a sus pares a avanzar en las negociaciones de libre comercio en marcha.
Dado que sabía que todos los discursos irían en la dirección opuesta a su manera de pensar la región, Fernández había evaluado limitarse a dar su mensaje y luego dejar a Solá a cargo de la representacion argentina en la cumbre. Pero como su discurso hizo hincapié en la necesidad de unirse, en Gobierno concluyeron que era más coherente quedarse a escuchar los mensajes de todos los jefes de Estado de los países miembro. No hizo lo mismo cuando llegó el momento de los países asociados porque arrancó la presidenta de facto de Bolivia, un gobierno que Argentina nunca reconoció porque lo considera fruto de un golpe de Estado al gobierno legítimo de Evo Morales. Allí Fernández se levantó y dejó la sesión.