El 57% de las MiPyME está en condiciones de adoptar el teletrabajo de manera regular
Sin embargo otro 43% aseguró que no puede cambiar la modalidad de trabajo de ninguna de sus áreas. Advierten sobre los peligros de que se profundicen dualismos territoriales, sectoriales y dimensionales.
23/07/2020 El PaísSin embargo otro 43% aseguró que no puede cambiar la modalidad de trabajo de ninguna de sus áreas. Advierten sobre los peligros de que se profundicen dualismos territoriales, sectoriales y dimensionales.
Mientras avanza en el Senado la ley que busca regular el teletrabajo, modalidad que se expandió de manera exponencial a partir del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dispuesto por el gobierno de Alberto Fernández ante la pandemia de coronavirus Covid-19, el universo de las micro, pequeñas y medianas empresas comienza a prepararse para adaptarse a esta nueva forma de trabajo que llegó para quedarse aunque no todas al mismo ritmo ni con las mismas capacidades para hacerlo.
Así lo advierte un informe de la Fundación Observatorio PyME al que accedió minutouno.com y que da cuenta de cual es la situación hoy en día en torno al trabajo en las empresas de hasta 800 trabajadores, los desafíos que enfrentan para implementar esta modalidad de trabajo y los peligros que implica no adaptarse a los nuevos tiempos que corren.
El informe titulado «Coronavirus: El teletrabajo en la pospandemia» da cuenta que en la actualidad el 57% de las MiPyME está en condiciones de adoptar el teletrabajo como forma habitual o al menos regular de trabajo en el escenario productivo post pandemia. Aunque la proporción es elevada, apenas el 6% de ellas dijo estar en condiciones de articular el teletrabajo para todo su personal (son en total unas 60 mil empresas que emplean a unas 220 mil personas).
En tanto hasta un millón de trabajadores podrían estar involucrados en los procesos de implementación parcial del teletrabjo en el 51% de las firmas con hasta 800 trabajadores.
En la vereda de enfrente, un 43% de las empresas consultadas aseguró que no está en condiciones de manejar de manera remota ninguna de las áreas de su empresa por lo que el teletrabajo no sería una opción. Son 280 mil empresas que representan a 1,5 millones de trabajadores que quedarían completamente al margen de este cambio de época con los riesgos que ello conlleva. Son en su mayoría microempresas que no prestan servicios y que están más alejadas del AMBA.
Así, indica el informe de la Fundación Observatorio PyME, «el universo empresarial argentino de las empresas con hasta 800 ocupados prácticamente queda dividido en dos grupos de igual dimensión: aquellas firmas sin ninguna posibilidad actual de implementar el teletrabajo y aquellas donde el teletrabajo podría constituir, en un futuro muy próximo, un instrumento competitivo de gran importancia».
Sin embargo la proporción de empresas en condiciones de adoptar esta modalidad de manera regular antes de fin de año es sensiblemente menor. Apenas el 15% de las empresas de servicios, 9% de las del AMBA y 12% de las microempresas, podrían avanzar en el corto plazo en el cambio de su estructura de trabajo.
Entre sus conclusiones el informe advierte que «se revelan disparidades sectoriales, territoriales y por tramo de ocupados» a la hora de poder adaptarse a los nuevos tiempos.
En este sentido «las empresas de servicios se encuentran en mejor situación que el resto de los sectores a la hora de incorporar teletrabajo y también muestran mayor capacidad inmediata de adopción de este sistema para su personal».
En tanto, «las regiones AMBA (CABA y partidos del GBA) y Centro (Buenos Aires -sin partidos GBA, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos) conforman los territorios mejor preparados para la implementación del teletrabajo». Además las empresas con menos de 50 trabajadores enfrentan serios problemas tecnológicos, organizativos y económicos que le dificultan la adopción del teletrabajo.
Por eso, advierte la entidad en momentos en que se discute la ley de Teletrabajo, «las heterogeneidades entre distintos tamaños de empresas y sectores de actividad se podrían acentuar así como los desequilibrios territoriales podrían no solo persistir sino, incluso, e, incluso, agravarse».
Y señala que «son cifras muy significativas que aconsejan seguir con mucha atención el debate parlamentario sobre la promulgación de una Ley de Teletrabajo, ya que podría impactar de manera importante sobre el futuro nivel de competitividad internacional de este segmento empresarial. La transformación digital puede estar en los planes, pero aún no es un hecho generalizado. Asumir la transformación hacia el teletrabajo implica altas dificultades que condicionan especialmente a las empresas más pequeñas, las menos calificadas y aquellas situadas en regiones remotas del centro productivo del país, por lo cual la política pública se hace particularmente necesaria para promover y cofinanciar».