¡Argentina es otra vez finalista después de 24 años!

 

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Se impuso por penales ante Holanda y el domingo, en el estadio Maracaná, definirá el título del mundo frente a Alemania, como en 1986 y 1990.

El festejo fue enorme porque el logro fue muy grande. Fue el festejo de los jugadores en las cancha, de los miles de argentinos que estuvieron en el estadio Arena Corinthians y de los cientos de miles que salieron a celebrar por las calles del país. Argentina es otra vez finalista del mundial y volverá a disputar el último partido de uan Copa del Mundo después de 24 años. Lo hará el domingo en el estadio Maracaná ante Alemania, como en 1986 en México y en 1990 en Italia. Es la primera final que se una final se repite en tres ediciones desde la creación del torneo en 1930.

La definición por penales en el partido frente a Holanda tras el 0-0 dio el tinte épico que siempre tienen las resoluciones de los partidos por esa vía. Ahí el héroe fue Sergio Romero, que atajó dos disparos. Antes de la tanda, Chiquito había sido bendecido por Javier Mascherano, colosal figura del partido, un partido en el que argentina tuvo buenos rendimientos individuales y se mostró en su mejor versión de conjunto: férreo, compenetrado, corto entre líneas y dispuesto a jugar como se debe jugar una semifinal mundialista.

El primer tiempo

Los dos equipos que jugaron a no equivocarse con férreos planteos de Alejandro Sabella y Louis Van Gaal. Solidez en defensa, algunas pinceladas de Lionel Messi (víctima de la brusquedad holandesa), una que otra diagonal de Ezequiel Lavezzi y unas buenas intenciones de Enzo Pérez fue lo que mostró el conjunto nacional de entrada. Eso sí Javier Mascherano le dio prolijidad a la salida, se apoyó en Lucas Biglia en la contención en la mitad de la cancha y utilizó a Pablo Zabaleta, por derecha, y Marcos Rojo, por izquierda, para abrir a un seleccionado holandés que se plantó muy bien de mitad de cancha para atrás.

Sneijder, su generador de juego, casi no participó del partido y Arjen Robben y Robin Van Persie, sus puntas, quedaron aislados ante la excelente marca de Martín Demichelis y Ezequiel Garay.

Apenas un tiro libre de Messi, un cabezazo de Garay y un cruce de Vlaar ante Higuaín fueron las incursiones ofensivas argentinas en el primer tiempo, donde Holanda no llegó ni una sola vez.

El complemento

El desarrollo del juego en el segundo tiempo no varió en nada: fue otra vez un ensayo y error. Y se sumó otro protagonista: la lluvia. Pero el fútbol estuvo ausente. Messi y Robben, los que tenían que romper los esquemas, sufrieron las sistemáticamente marcas escalonadas de sus rivales, y la pelota siempre pasó por los volantes centrales Mascherano y Biglia, por un lado, y Wijnaldum y Jordy Clasie (reemplazó a De Jong), por el otro. Por ende no hubo juego y consecuentemente llegadas a los arcos. Sabella con los ingresos de Rodrigo Palacio y Agüero por Pérez e Higuaín, respectivamente, buscó darle oxígeno al ataque pensando en el tiempo suplementario. Sobre el final, a los 45 minutos, lo tuvo Robben, pero Mascherano, de manera brillante, evitó la derrota.

El alargue

Como en el epílogo del tiempo regular, en el comienzo del primer período suplementario Holanda fue superior más por tenencia de la pelota que por el juego en sí. Los ingresos de Klaas Jan Huntelaar por Van Persie, para los holandeses, y de Maxi Rodríguez por Lavezzi, para los argentinos, fueron cambios de «figuritas». Y cuando el equipo decayó, los hinchas argentinos, 30 mil almas contra que capearon el frío y la lluvia paulista, le dieron fuerza desde afuera. Así, como por arte de magia, Argentina tuvo dos ocasiones claras: primero con Palacio (9 minutos) y después con «Maxi» Rodríguez (11m.), pero tanto el delantero como el volante fallaron en la definición.

Los penales

En la definición desde los 11 metros apareció «Chiquito» Romero, más grande que nunca para atajar el primer penal y el tercero, y la frialdad de Messi, Garay, Agüero y Maxi Rodríguez, quienes convirtieron sus disparos, para llevar a Argentina a su cuarta final y ante la posibilidad de sumar la tercera Copa del Mundo en sus vitrinas.

Fuente: InfoRegión