Las políticas de infraestructura con perspectiva de género que impulsa el Gobierno
"Presupuesto con perspectiva de Género y Obras Públicas" es el documento que presentaron Obras Públicas, Gestión Administrativa, AySA, y la Dirección de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía.
22/06/2021 El País«Presupuesto con perspectiva de Género y Obras Públicas» es el documento que presentaron Obras Públicas, Gestión Administrativa, AySA, y la Dirección de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía.
El Ministerio de Obras Públicas impulsa una agenda de género y políticas de infraestructura del cuidado que apuntan a «introducir la perspectiva de género e infancias en la obra pública a partir de bases estadísticas sólidas, para amplificar sus impactos».
«Los feminismos quieren realmente que se hagan cambios en un sector que es un hueso duro de roer como la obra pública», sostuvo la titular de la dirección de Transparencia de la cartera, Roxana Mazzola, en el marco del ciclo «Diálogos de Obra Pública».
Allí, Mazzola, junto al secretario de Obras Públicas, Martín Gill; el secretario de Gestión Administrativa, Guillermo Sauro; la presidenta de AySA, Malena Galmarini; y la titular de la Dirección de Economía, Igualdad y Género el Ministerio de Economía, Mercedes D’ Alessandro, presentaron el documento «Presupuesto con perspectiva de Género y Obras Públicas» junto a especialistas.
En dicho documento sostienen que el Ministerio de Obras Públicas se propone incluir transversalmente la perspectiva de género en la planificación y la provisión de infraestructura, con el objetivo de avanzar en la reducción de las brechas de género al interior del organismo como en el impacto de sus políticas.
«Los feminismos quieren realmente que se hagan cambios en un sector que es un hueso duro de roer como la obra pública» ROXANA MAZZOLA
«El rol que tiene la infraestructura del cuidado dentro del Plan de Obras Públicas nacional fue ganando lugar y espacio en la agenda operativa de este ministerio, que tiene un componente que también es transversal en materia de género y de diversidad», afirmó Gill, quien detalló que en la actualidad se llevan adelante más de 300 intervenciones en materia de infraestructura de salud.
Por su parte, Mazzola explicó que «las nuevas prioridades de agenda, basadas tanto en demandas de la ciudadanía como en la pandemia de Covid, refuerzan la interrelación de la obra pública con otras dimensiones del bienestar social y vuelven central el monitoreo continuo de la gestión».
En ese sentido, consideró que «es clave introducir la perspectiva de género e infancias en la obra pública a partir de bases estadísticas sólidas, para amplificar sus impactos».
A su turno, Galmarini señaló que «cuando llegamos al Ministerio de Obras Públicas, con AYSA empezamos a construir un plan integral de género, que incluye no solo trabajar hacia adentro de la empresa, sino transversalizar y extender hacia el afuera estas políticas. Es fundamental que las mujeres seamos trabajadoras de la construcción porque no solo somos protagonistas de estas historias, sino que somos protagonistas de este presente».
En tanto, D’Alessandro explicó que «en la planificación del Presupuesto 2021, uno de los espacios donde más recursos se iba a destinar era el de obras públicas, la inversión iba a casi duplicarse; entonces, rápidamente dijimos que había que sentarse con el MOP porque, no solo que ahí tenemos uno de los grandes resortes para la economía argentina por su tracción en empleo, en capacitación, en recursos y en infraestructura, sino porque además es un espacio muy masculinizado».
En este marco, agregó que la política de infraestructura del cuidado «es un multiplicador de oportunidades porque no solamente estamos creando empleo cuando más lo necesitamos en la Argentina, sino que también, estamos generando tiempo para que estas mujeres que hoy tienen una carga asimétrica de cuidados, puedan permitirse tener más tiempo para poder hacer otras tareas que las lleven a una mejor inserción laboral y a una mejor calidad de vida».
Los ejes centrales de inversión
Durante la jornada, se destacaron los tres ejes centrales de inversión del ministerio: el Fondo de Infraestructura del Cuidado, que garantiza un piso de inversión del 8.5% del presupuesto para generar un fondo incremental con eje en la infancia, salud y género; las inversiones en infraestructura pública con impacto en la brecha de género, como obras viales que contribuyen a la economización del tiempo y obras de agua y saneamiento que faciliten la gestión de los recursos hídricos de manera segura; y por último, el Plan Argentina Hace como generador de trabajo para mujeres y personas LGBTI+, que promueve mayores condiciones de acceso a derechos y protección contra la violencia de género.
El documento «Presupuesto con perspectiva de Género y Obras Públicas» fue elaborado en el marco del Programa de Monitoreo y Evaluación de Políticas Públicas del Ministerio
«Esta propuesta de presupuestos de género en Argentina se inscribe como una iniciativa muy importante dentro de las iniciativas de presupuestos de género de América Latina», analizó la especialista en Política Fiscal con perspectiva de género y economista feminista Lucía Pérez Fragoso.
«Asignar recursos a crear infraestructura de cuidado implica ver la economía desde un punto de vista diferente al que tradicionalmente la estábamos viendo, implica considerar que hay dos tipos de trabajo: tanto el trabajo que pasa por el mercado y que podemos considerar empleo, como el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado; entonces, nos hace ver como económico lo que antes no se lograba ver así», subrayó la economista mexicana integrante del Grupo de Género y Macroeconomía de América Latina (GEM-LAC).
El documento «Presupuesto con perspectiva de Género y Obras Públicas» fue elaborado en el marco del Programa de Monitoreo y Evaluación de Políticas Públicas del Ministerio, con la colaboración de la Jefatura de Gabinete de Ministros y el Ministerio de Economía de la Nación.
Se trata de un informe complementario del Presupuesto 2021 sobre el impacto en las políticas de género para reducir las brechas de desigualdad, considerando las actividades y los proyectos presupuestarios con una vinculación directa e indirecta en función de las personas beneficiarias, así como su impacto en las relaciones de género.