La participación de mujeres aumentó sólo 2% en los directorios de empresas del país
Mientras que apenas el 10% de las mujeres con empleo desarrolla tareas dentro de la actividad industrial, la presencia femenina en los puestos de dirección creció levemente desde 2019.
17/05/2022 El PaísMientras que apenas el 10% de las mujeres con empleo desarrolla tareas dentro de la actividad industrial, la presencia femenina en los puestos de dirección creció levemente desde 2019.
La participación de las mujeres en los directorios de las empresas de mayor facturación de la Argentina creció de 11,71% en 2019 a 13,7% en 2021, informó este viernes la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA) en base a un estudio que la consultora KPMG publicó a fines de 2021, a través del relevamiento de datos de documentos públicos y privados.
Según la UIPBA, la presencia femenina en los puestos de dirección del sector empresarial de todo el país es de 34% en roles ejecutivos, 39% en jefaturas de administración y 23% en jefaturas de producción.
La proporción registra mayores niveles de paridad dentro del ámbito de la propia UIPBA, donde son mujeres un 48% de las autoridades de los departamentos técnicos, un logro que representa un triunfo en la búsqueda de igualdad que encaró esta entidad.
“Si bien queda un largo camino por recorrer, la participación femenina continúa ampliándose en la UIPBA, donde en el Comité Ejecutivo esta representación alcanza un 16%, mientras que ocupa un 23% en la Junta Directiva”, destacó la Unión Industrial bonaerense en un comunicado.
«Las mujeres que elegimos liderar nos encontramos con un desafío todavía mayor, superar los obstáculos invisibles, esos sesgos culturales que atraviesan nuestro sistema de creencias y el de nuestras organizaciones»Irini Wentinck, integrante de la Junta Directiva de la UIPBA
El escenario resulta complejo y aún resta encarar la mayoría de los desafíos para cerrar la brecha de género añadió al indicar que las últimas mediciones señalan que en territorio bonaerense la tasa de actividad de las mujeres se ubicaba en 48,6% durante el primer trimestre de 2020, según un informe presentado en febrero de 2021 por el Ministerio de Hacienda de la provincia de Buenos Aires.
En contraste, la masculina alcanzaba el 68,2%, es decir que se percibía una brecha de 19,7 puntos porcentuales respecto a la tasa de actividad femenina, pero la activación en marzo de 2020 del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) provocó un efecto de congelamiento sobre estos registros.
En tanto, para el mismo período, la tasa de empleo de las mujeres fue de 42,8%, mientras que la de los hombres, de 60,1%. En ese sentido la brecha se fijó en 17,3 puntos porcentuales.
A propósito de la actividad industrial, apenas el 10% de las mujeres con empleo desarrolla tareas dentro de ese ámbito.
La presencia femenina en los puestos de dirección del sector empresarial de todo el país es de 34% en roles ejecutivos.
En este sentido, Irini Wentinck, integrante de la Junta Directiva de la UIPBA y presidenta de la Comisión de Género y Diversidad de la Unión Industrial Argentina (UIA), afirmó que dirigir una empresa en la Argentina en la actualidad “no es una tarea fácil”.
Wentinck, explicó: «Las mujeres que elegimos liderar nos encontramos con un desafío todavía mayor, superar los obstáculos invisibles, esos sesgos culturales que atraviesan nuestro sistema de creencias y el de nuestras organizaciones. Es por esto que es tan importante la creación de redes de mujeres, espacios de mentorías con mujeres y varones que ya estén en posiciones de liderazgo, y programas que acompañen la integración de la perspectiva de género en las organizaciones”.
En lo que refiere al registro de datos más reciente, que muestra un crecimiento leve en cuanto a la reducción de la brecha de género, la empresaria sostiene que “un aumento en la participación femenina en las directivas de las empresas, aunque sea pequeño, debe observarse como un avance”.
Con Wentinck coincidió la presidenta de SPI Astilleros y vocal titular de la UIPBA, Sandra Cipolla, quien apuntó que «hemos logrado muchos avances, aunque sean lentos. Los cambios estructurales en la sociedad son así; necesitan compromiso y llevan bastante tiempo. De a poco iremos rompiendo ese techo de cristal que dificulta la escalada de muchas mujeres hacia los altos cargos”.
De cara a los próximos desafíos, Cipolla, advirtió que “quedan temas por resolver para consolidar la presencia de mujeres en la industria” y remarcó la necesidad de «generar acciones que motiven al cambio y que la búsqueda de la igualdad y justicia no sea una batalla, sino un lugar de encuentro para modificar el presente y futuro”.