Municipales: El intendente de Río Cuarto se prepara para una dura paritaria

Tras la salida de Walter Carranza con el sorprendente cambio de poder en el Sindicato de Trabajadores Municipales, el Ejecutivo municipal anticipa el inicio de una negociación salarial diferente a la de los últimos seis años.

Tras la salida de Walter Carranza con el sorprendente cambio de poder en el Sindicato de Trabajadores Municipales, el Ejecutivo municipal anticipa el inicio de una negociación salarial diferente a la de los últimos seis años. La nueva comisión directiva del STM, que asumirá el 25 de julio, adelantó que peleará por recomponer lo perdido y no descartan movilizar si la patronal no da una respuesta acorde.

“Cuando asuman, nos vamos a juntar”, le trasmitió el intendente Juan Manuel Llamosas a la nueva comisión directiva del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) ni bien se confirmaba la proeza del 23 de junio pasado, cuando vencieron en las urnas a Walter Carranza y sus más de veinte años en el poder. El saludo de felicitación del jefe municipal a Jorgelina Fernández, que el próximo 25 de julio asumirá al frente del sindicato, venía acompañado de un tácito anticipo de lo que vendría: las paritarias de los municipales para la segunda mitad del 2022.

Sin dudas, la negociación salarial se encuentra en el tope de la lista de temas que abordarán en conjunto el STM y la patronal, con un primer acercamiento que se producirá dentro de una semana. En la previa, el intendente ya habría transmitido que se encuentran en condiciones de negociar una mejora importante en el salario de los municipales, aunque no tan importante como la que pretendería la nueva gestión del Sindicato.

“El salario ya estaba muy atrasado y en los últimos días el bolsillo de los trabajadores se volvió a encarecer. Necesitamos una recomposición que nos permita superar la canasta básica”, comentaron en las últimas horas desde la comisión directiva que asumirá en los próximos días y que viene de recibir como herencia de Carranza un acuerdo del 30% hasta los haberes de julio, los cuales se cobraron en estos días debido a un adelantamiento excepcional promovido en mayo. El nuevo STM quiere darles una señal a sus afiliados en su primera paritaria.

Partiendo de ese análisis, puede intuirse que la nueva negociación no será como las últimas que ha tenido que afrontar el Ejecutivo de Llamosas. Aunque todavía no hayan asumido, los ex Autoconvocados -ahora oficialismo en el STM- ya vienen realizando estudios que les permiten argumentar que el sueldo promedio de un municipal apenas supera los $50.000. En ese sentido, teniendo en cuenta que en julio puede producirse un salto inflacionario superior al estimado, los trabajadores irán a la mesa de negociación que un pedido fuerte. Aunque todavía no se han adelantado números, la nueva CD adelanta que irá “a fondo” con una propuesta propia.

En la Municipalidad están al tanto de que se encontrarán con una situación diferente a la de otros años. Ya sin un aliado incondicional como Walter Carranza del otro lado de la mesa, podría existir algún grado de tensión entre las partes. Si bien el oficialismo sostiene que las cuentas saneadas del municipio dan un margen para mejorar el salario, algunas voces sostienen que “tampoco se pueden pedir locuras”. ¿Qué entraría en esa denominación? Pedidos que excedan el 30% que, estiman, será el estándar de las paritarias estatales.

Desde el llamosismo también sugieren que detrás de esta negociación se pueden meter algunas variables políticas que atiendan más al desgaste de la gestión que al real interés por el bolsillo de los trabajadores. Si bien todavía no han sacado esa carta porque están a la espera de los primeros movimientos del renovado sindicato, diferentes sectores avalan la teoría de que la primera línea opositora -Juntos por Río Cuarto- podría impulsar desde las sombras para que la dirigencia sindical estalle contra Llamosas para marcar distancias con la gestión Carranza.

Pese a estas teorías, desde el nuevo STM aseguran que no pretenden arrancar esta nueva etapa con los bombos estacionados en la puerta del Palacio de Mójica. Por el contrario, aseguran estar a la espera de una buena oferta del Ejecutivo en busca de construir una próspera relación. Sin embargo, también afirman que, si no se generan buenas condiciones de negociación, la reacción de esta dirigencia no será pasiva como la anterior.

“Por supuesto que no podemos descartar un estado de movilización cuando no sabemos si la patronal estará dispuesta a hacer lo que es necesario para que sus trabajadores no padezcan el durísimo momento económico que atraviesan”, le dijo a Alfil un integrante de la CD que está próxima a asumir.

La espera hasta la primera negociación entre Llamosas y Jorgelina Fernández estará cruzada por los cambiantes parámetros económicos y la especulación respecto al futuro negro de la economía nacional. Pese a esto, ambas partes esperan no llegar a la situación que hoy se vive en Córdoba Capital, con la Municipalidad de Martín Llaryora tensionada por el Sindicato de Rubén Daniele. Después de todo, es un escenario que Llamosas quiere evitar para seguir sumando puntos en su escalada a Provincia.

Fuente: diarioalfil.com.ar