Las provincias mejoran su recaudación y se encaminan al quinto año seguido de superávit primario
Las provincias cerraron la primera mitad del año con un incremento nominal promedio del 64% en su recaudación y una mejora del 4,2% en términos reales
30/08/2022 El PaísEl presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, Jorge Colina, y el director de Politikon Chaco, Alejandro Pegoraro, conversaron con Télam sobre las razones de los diferentes desempeños de las provincias, en un contexto marcado por un Estado nacional con más de una década de déficit fiscal.
Las provincias cerraron la primera mitad del año con un incremento nominal promedio del 64% en su recaudación y una mejora del 4,2% en términos reales, con un resultado fiscal que hace prever que 2022 podría ser el quinto año consecutivo que cierren con superávit primario consolidado.
La recaudación de recursos de origen provincial para el consolidado de veinte jurisdicciones (Catamarca, Corrientes, Misiones y Santiago del Estero no cuentan con información actualizada) totalizó al primer semestre un billón 689.022,8 millones, con una suba real en mayo (el mes de mayor crecimiento porcentual) de 8,8% «tras un primer cuatrimestre algo más débil», según la evaluación de la consultora Politikon Chaco.
El dato fortalece la posibilidad de completar un lustro consecutivo de superávit primario consolidado, algo que para el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Nadín Argañaraz, constituye «un hecho excepcional», luego de un 2021 que también mostró un resultado poco común en la historia económica argentina reciente, en el que las provincias también tuvieron un resultado financiero superavitario.
En ese sentido, Iaraf destacó que en 2021 las provincias cerraron con un superávit primario de $264.684 millones, y financiero de $89.230 millones.
«El superávit primario de 2021 supera al exhibido en 2019 en $188.889 millones constantes de 2021, mientras que el resultado fiscal, pasó de un déficit de $294.946 millones constantes en 2019 a un superávit de $89.230 millones constantes en 2021, lo que equivale a una mejoría de $384.176 millones», indicó la entidad.
Ingresos Brutos es la principal fuente de ingresos a la hora de analizar los recursos propios de cada uno de los 24 distritos, al punto de concentrar en el primer semestre el 73% de los pesos recaudados por las administraciones provinciales.
Télam consultó al presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), Jorge Colina, y al director de Politikon Chaco, Alejandro Pegoraro, para que expliquen las razones de los diferentes desempeños de un conjunto de provincias superavitarias, en un contexto marcado por un Estado nacional con más de una década de déficit fiscal.
Colina precisó que el proceso de reintegro gradual del 15% de la masa coparticipable que se destinó entre 1992 y 2015 al financiamiento del sistema previsional «mejoró la situación estructural de las provincias, a la vez que empeoró la de la Nación».
Por otra parte, señaló que «la recaudación provincial aumenta automáticamente con la inflación, porque el impuesto sobre los Ingresos Brutos tiene muchas retenciones en la fuente y cuando los comercios remarcan, sube su recaudación en forma inmediata».
Más allá de las críticas que economistas, tributaristas y empresarios realizan a ese tributo por considerarlo «regresivo», Ingresos Brutos es la principal fuente de ingresos a la hora de analizar los recursos propios de cada uno de los 24 distritos, al punto de concentrar en el primer semestre 73 de cada 100 pesos recaudados por las administraciones provinciales.
A considerable distancia se ubica en segundo lugar el impuesto a los Sellos, con el 8,2% de la recaudación total en el primer semestre, seguido por el Inmobiliario (7,9%) y el Automotor (5,8%).
«Las provincias suelen ser más conservadoras, porque no tienen posibilidad de emitir dinero y se manejan con los recursos de los que disponen»Jorge Colina
Pero la buena performance de los ingresos no habría sido suficiente para conformar la seguidilla de cuatro superávits primarios entre 2018 y 2021, si no hubiese sido acompañada por una moderación en el gasto.
Si bien en términos reales el gasto primario creció el año pasado un 6,1% respecto de 2020 y el total un 5,5%, debe tenerse en cuenta la situación excepcional resultante de la pandemia, al punto que si la comparación es con 2019 se registraron caídas reales de 0,02% en el gasto primario y de 2,5% en el total, según Iaraf.
Para Colina, en cuanto al gasto «las provincias suelen ser más conservadoras, porque no tienen posibilidad de emitir dinero y se manejan con los recursos de los que disponen».
Coparticipación
Pegoraro añadió en el análisis el aporte de las transferencias automáticas del Estado nacional, como reflejo del buen desempeño de la recaudación de los impuestos coparticipables, pero puntualizó el impacto de las transferencias no automáticas o discrecionales, con un incremento «muy importante respecto de 2020» y que «sigue siendo un recurso muy importante para las provincias», más allá de cierta desaceleración en los últimos meses.
En ese sentido, aseguró que «las provincias no pagan el costo vinculado con los desajustes de la macroeconomía y de hecho es el Estado nacional el que pagó ese costo, con un esfuerzo fiscal para que sean los gobiernos del interior los que sostengan la actividad económica».
«El propio esquema de relación Nación-provincias va en esa dirección, con provincias que demandan recursos y una Nación que los cede», agregó, en alusión al carácter automático de las transferencias del régimen de Coparticipación, en el que los beneficios de cualquier aumento de la recaudación deben ser compartidos.
A su vez, indicó que «las provincias son autónomas en su decisión de gasto y ellas mismas ajustan donde lo consideran más factible», y que en ese marco «la cuestión salarial la van manejando con los gremios», buscando compensaciones ante posibles desfases «con algún tipo de bono».
Fuera del empleo público, Pegoraro sostuvo que, en general, «las provincias no realizan ajustes muy severos», y que «con el incremento de las transferencias discrecionales pueden aumentar el gasto en obras», lo que queda reflejado en el mayor dinamismo de la actividad de la construcción en el Interior.
Buenos Aires, CABA, Córdoba y Santa Fe concentran el 75% de pesos recaudados
La recaudación impositiva está directamente vinculada con la actividad y eso queda reflejado en el desequilibrio regional histórico de la Argentina, por el que los distritos de más peso económico son también los que muestran una mayor concentración de recursos tributarios propios.
En el primer semestre, la recaudación de las provincias (con la excepción de Catamarca, Corrientes, Misiones y Santiago del Estero que no aportaron la información actualizada) ascendió a un billón 689.022,8 millones, aunque con una distribución en la que solamente cuatro jurisdicciones embolsaron recursos que por sí solos triplicaron a los de las dieciséis restantes.
RECURSOS TRIBUTARIOS DE CADA PROVINCIA, ENTRE ENERO Y JUNIO:
• provincia de Buenos Aires: $592.719,2 millones, equivalentes al 35,09% del total
• Ciudad Autónoma de Buenos Aires: $396.973,3 millones, equivalentes al 25,50% del total
• Córdoba: $149.976,7 millones, equivalentes al 8,88% del total
• Santa Fe: $129.464,9 millones, equivalentes al 7,66% del total
• Mendoza: con el 3,5% del total
El resto de las provincias no alcanza el 3% de participación y «San Luis, San Juan, Jujuy, Formosa y La Rioja son las únicas que no superan el punto porcentual de participación sobre el consolidado nacional», destacó Politikon Chaco.
Esa disparidad, a su vez, impactó en la desigual evolución porcentual de la recaudación, en la que se evidenció un crecimiento más significativo en las jurisdicciones de menor peso relativo.
En moneda constante, cuatro provincias cerraron el primer semestre del 2022 con incrementos reales de doble dígito: Formosa (20,1%), Chaco (11,9%), Jujuy (11,2%) y Santa Cruz (10,4%).
El nivel de recaudación de Formosa «es muy bajo»
Al respecto, Alejandro Pegoraro, director de Politikon Chaco, remarcó en declaraciones a Télam que el nivel de recaudación de Formosa «es muy bajo» en comparación con los distritos de más recaudación, al punto que en el primer semestre totalizó $7.695,6 millones, el 0,45% del total.
De todos modos, la considerable mejora porcentual tiene sus motivos, entre los que Pegoraro señala «el crecimiento de la actividad de la construcción», además de cambios en Ingresos Brutos, con «un reajuste de la alícuota en el sector financiero y la implementación de un esquema de pago a cuenta».
«Además aumentó la tasa de cobrabilidad», indicó, en tanto el impacto de la afluencia de paraguayos que compran en la provincia aprovechando los precios más baratos «no es tan significativo, porque en su mayoría se realiza en la informalidad».
En el mismo sentido se expresó Jorge Colina, presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), para quien «Formosa es muy pequeña, no marca tendencia, al igual que Tierra del Fuego, que es deficitaria».
«Hay que prestar atención a las provincias grandes, como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza o a Tucumán y Salta en el NOA, el resto no marca tendencia», enfatizó en declaraciones a Télam.
Desde de Buenos Aires enfatizaron que son «los más perjudicados por la Coparticipación»
La buena performance en materia de recaudación no implica que las provincias dejen de lado reclamos históricos en materia de distribución de recursos nacionales y en ese sentido, desde la provincia de Buenos Aires enfatizaron que son «los más perjudicados por el sistema de Coparticipación Federal de Impuestos», debido a que percibe el equivalente a la mitad de la riqueza que genera.
«Los recursos no alcanzan para afrontar las inversiones necesarias en materia educativa, de salud, de infraestructura de servicios básicos, al punto que, aún con el crecimiento real de la recaudación y con el manejo responsable de la deuda, la situación fiscal hoy no es holgada ni mucho menos», advirtieron a Télam allegados al Gobierno provincial.
En ese sentido, si bien los números consolidados son positivos, las realidades específicas de cada distrito no son homogéneas y los bonaerenses puntualizaron que «en 2021 el déficit financiero fue cercano a los $95.000 millones, y para este año se proyecta un nivel de $150.000 millones».
EVOLUCIÓN REAL DE LAS RECAUDACIONES – PRIMER SEMESTRE:
El listado de provincias según la evolución real de sus recaudaciones continuó en el primer semestre con San Luis y Salta (9% en cada caso), Mendoza (7,4%), CABA (6,6%), Santa Fe (6,6%), La Rioja (6,1%), San Juan (6,0%), La Pampa (5,1%) y Río Negro (5,0%), todas por encima del promedio general del 4,2%.
Debajo de esa marca se anotaron Tucumán (4%), Neuquén (3,9%), Córdoba (2,4%), Buenos Aires (2,0%) y Entre Ríos (1,1%), mientras que dos provincias tuvieron retrocesos reales: Chubut (-1%) y Tierra del Fuego (-3,2%).
En la comparación contra los primeros semestres de años anteriores, se observa que todas las jurisdicciones están por encima del 2020 en sus volúmenes recaudatorios reales, con clara influencia de la baja base comparativa del inicio de la pandemia de coronavirus.
En ese marco, Formosa es la provincia que muestra la mayor variación real bianual, con suba de 60,1%, seguida por La Rioja (50,9%) y Jujuy (47,7%), en tanto que el resto, sin excepción, tuvo subas de dos dígitos, con pico en La Pampa (32,1%) y un piso en Mendoza (13,4%).
Contra 2019, la situación es distinta ya que «no todos los distritos crecen, y en aquellos con descensos, algunos son bastantes pronunciados», remarcó Pegoraro.
Formosa nuevamente fue la provincia de mayor expansión real de su recaudación (31,2%), en este caso seguida por Chaco (25,8%), La Rioja (23,4%), La Pampa (20,2%), Jujuy (16,9%), Salta (12,7%) y CABA (11,6%).
Otras siete crecen entre el 1% y el 9%, y son también siete los distritos cuya recaudación en pesos constantes muestra caída contra 2019, con Tierra del Fuego como el caso extremo, al registrar en los tres años transcurridos una retracción real del 11,6%.
GIRARD DESTACÓ EL CRECIMIENTO DE LA RECAUDACIÓN BONAERENSE
El director ejecutivo de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, destacó el crecimiento real de los recursos tributarios, en una tendencia que se inscribe en la política de «trabajar sobre la estructura de progresividad» y una mejora en las tareas de fiscalización.
En declaraciones a Télam, Girard también advirtió sobre las «dos velocidades» en la mejora de la cobrabilidad de los impuestos patrimoniales, así como el «cuidado para no frenar la reactivación económica» en el abordaje del aumento en la morosidad de los micro y pequeños contribuyentes.
– ¿Cómo evalúa la evolución de la recaudación en la provincia?
– Cerrado el mes de julio, la recaudación en la provincia de Buenos Aires mostró un crecimiento interanual en términos reales, Es una tendencia que estamos observando desde el segundo trimestre de 2021. Obviamente la pandemia generó un impacto negativo muy fuerte sobre la recaudación con la caída de la actividad, pero ya en el segundo trimestre del año pasado la provincia empezó a generar recursos por encima de la nominalidad y el crecimiento de la economía; esa tendencia se mantiene hasta el día de hoy, aunque con algunos matices que me parece interesante resaltar. En el 2020 encaramos un proceso de mejoras de las leyes Impositivas para trabajar sobre la estructura de progresividad de los Impuestos Patrimoniales, con el objetivo de recomponer el peso de esos impuestos en la estructura de ingresos tributarios. Eliminamos las distorsiones que surgían de las políticas de topes que había aplicado la gestión de (la ex gobernadora, María Eugenia) Vidal tras el revalúo, beneficiando con esa estructura de topes a quienes tienen patrimonio de mayor valuación y perjudicando relativamente a quienes tienen patrimonios de menor valuación. Nos dimos también una tarea en relación con la fiscalización de los metros cuadrados construidos sin declarar.
– ¿Qué resultados hubo al respecto?
– Llevamos detectados 3,5 millones de metros cuadrados en urbanizaciones cerradas que no estaban declarados, y otros dos millones en urbanizaciones abiertas también sin declarar y que por lo tanto no estaban pagando el Impuesto Inmobiliario. Ya se ha regularizado buena parte a través de rectificaciones de declaraciones juradas ante las intimaciones de ARBA y seguimos trabajando para que no se acumulen cantidades como esas, a medida que van creciendo los desarrollos inmobiliarios que son una actividad muy dinámica. El control, la detección y la puesta en norma de esa evasión nos permitió también ver una mejora en la recaudación de los impuestos patrimoniales. La inflación está licuando el Impuesto Patrimonial Inmobiliario, porque las leyes -sobre todo la de este año- se emitieron con la pauta inflacionaria del Presupuesto, que va a ser menor a la efectiva, con lo cual en términos reales la recaudación va a caer. A eso hay que sumarle que todavía vemos dos velocidades en la recuperación de la cobrabilidad, que todavía no llegó a los niveles de 2019 en términos globales. Todavía es muy baja en patrimonios de valuación fiscal baja y media, y logramos que se recupere entre los patrimonios de alta valuación fiscal. Con leyes mejores y ese comportamiento del cumplimiento, la cobrabilidad está acercándose ya a 2019, viene mejorando en términos globales, pero con este matiz, tenemos una economía claramente en dos velocidades.
– El principal ingreso propio, en todas las provincias, proviene de Ingresos Brutos. ¿En qué situación se encuentra la provincia de Buenos Aires?
– Ingresos Brutos es un impuesto que depende de la actividad y de la nominalidad de la economía, así que viene en alza en línea con el crecimiento y la inflación, incluso algunos puntos por arriba, como producto de las acciones de fiscalización. También en este caso hay un «mix», con las grandes y medianas empresas que explican una porción mayor de la recaudación que las pequeñas y las microempresas. Eso también es una decisión de gestión, de administrar de otra manera los regímenes de recaudación, la creación del Régimen Simplificado de Ingresos Brutos y sobre todo la intensificación de los controles a partir del uso de inteligencia fiscal, los controles con cruces de información con AFIP, banco y tarjetas. El uso de instrumentos de fiscalización remota digital nos está permitiendo mejorar el cumplimiento, sobre todo en los estratos superiores. Estamos viendo en los últimos meses un aumento en la mora en el cumplimiento de la presentación de declaraciones juradas entre los pequeños y micro contribuyentes. Esto nos indicaría que, aun con crecimiento económico, cuando uno mira la recaudación hay algunos indicios de que todavía la situación no está definitivamente encaminada. Hay algunos puntos críticos que tenemos que seguir abordando con mucho cuidado, para no frenar la reactivación económica.