Córdoba: la Iglesia reivindicó a las mujeres que sostienen los comedores comunitarios

"HEROÍNAS" “Ellas nos ayudan a no contagiarnos, como dice el Papa, con los síntomas de una sociedad enferma que busca construirse de espaldas al dolor, y que encima tiene el descaro de criticar, juzgar y condenar sin distinciones a quienes hacen".

El arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, ofició una misa en B° Villa Angelelli concelebrada junto a sacerdotes enrolados en el movimiento de curas villeros. La capilla se vio rebalsada y hasta el extremo sur de la ciudad se acercaron numerosos funcionarios y dirigentes políticos, gremiales y sociales.

El jueves por la mañana, en el primer día del fin de semana extra largo, en la capilla Obispo Angelelli y Compañeros Mártires, de barrio Villa Angelelli II, el arzobispo de Córdoba, monseñor Ángel Rossi, encabezó la misa para “homenajear a las cocineras comunitarias”. La capilla no pudo contener la cantidad de gente que llegó para participar de la ceremonia, en la plaza concentraron quienes no pudieron ingresar al templo. Al costado de la capilla estaban las grandes ollas: al final se sirvió comida para los vecinos y vecinas, al fin de cuentas se estaba en una fecha patria.

A esta actividad, la Iglesia la planteó a nivel nacional. De hecho, el día anterior, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, en una ceremonia realizada en el partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires, reclamó al Gobierno un “plan alimentario nacional”, que permita “asegurar la llegada de comida a todas las familias argentinas que lo necesiten”.

En el marco de la negativa del gobierno de Milei a entregar alimentos a comedores
Todo en el momento más crítico para los sectores vulnerables, y cuando quedó al desnudo el grave déficit de la gestión de Javier Milei, a la hora de llevar adelante las nunca más necesarias políticas sociales para paliar el hambre.

Y es que, desde hace varias semanas, el mega Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello (con áreas como desarrollo social, educación, trabajo, cultura), se vio envuelto en una serie de escándalos. Desde la negativa a proveer alimentos a comedores y merenderos, a pesar de contar con depósitos repletos de comida a punto de vencer, hasta las sospechas de malversación de fondos y contratos oscuros investigados por la Justicia y que podrían tratarse de sobresueldos para altos funcionarios.

Los mensajes de la jerarquía eclesiástica suelen ser sutiles, plagados de gestualidad. La manera de comunicar del papa Francisco alguien la definió como el “pontificado de los gestos”, en tanto impuso señales fuertes y espontáneas, rompiendo formalidades y mostrando cercanía con la feligresía.

En su homilía, el arzobispo Rossi recalcó que el oficio que presidía no buscaba “embanderarse”, agregando que, en todo caso, “venimos a embanderar a quienes, en todos los tiempos, pero sobre todo en nuestro tiempo, realizan las maravillas de cuidar las dignidades, como estas mujeres que tienen claro que, ante la dignidad humana pisoteada, no van a estar permitidos los brazos cruzados de los indiferentes y los brazos caídos de los fatalistas”.

El arzobispo sabe cultivar los vínculos con la dirigencia política. Como nadie, logró reunir a todos los candidatos en la provincia durante la campaña electoral de 2023 y hace una semana repitió un encuentro en el Colegio Taborin.

Con presencia de la dirigencia gremial, social y política
Hasta Villa Angelelli, este jueves se acercaron numerosos dirigentes, y eso no pasó desapercibido. Estuvieron la diputada nacional Natalia de la Sota; Juan Domingo Viola, secretario de Participación Ciudadana y Juventud de la Municipalidad; la ministra de Desarrollo Social y Promoción del Empleo, Laura Jure; Liliana Montero, ministra de Desarrollo Humano; la secretaria de Lucha contra la Violencia a la Mujer, Claudia Martínez; y el secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano de la Municipalidad, Raúl La Cava, entre otros.

También pudo verse entre los dirigentes sindicales, a los secretarios Generales de la CGT Córdoba, Federico Cortelletti e Ilda Bustos; además, hubo dirigentes de la UEPC, Ladrilleros, Satsaid, Cispren, entre otros. Y también referentes de organizaciones políticas y sociales, como Patria Grande o Corriente Clasista y Combativa (CCC), además de dirigentes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).

Acompañaron al arzobispo Rossi, el padre Pablo Viola, quien está al frente de la capilla y también desarrolla su tarea pastoral en barrio Comercial; Mariano Oberlin, de barrio Müller, y Melchor López, de Villa La Tela, entre otros sacerdotes y diáconos.

 “El servicio no es una opción ideológica”
Ángel Rossi, nombrado cardenal por Francisco, exaltó la tarea comunitaria en los comedores y merenderos. “El servicio de estas mujeres no es una opción sociológica, no es una opción ideológica, no es la moda de un pontificado, es una exigencia biológica”, dijo.

Y se refirió a la ímproba labor que llevan adelante: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, tuve preso y me viniste a ver”, citando la Biblia.

A las mujeres que sostienen a diario los comedores, las calificó de “heroínas”, por su “compromiso con los marginados y los sufrientes”, y señaló que dejan “bien clarito”, que el ser solidario en el mundo hoy, “no es la práctica de algunos gestos amables y esporádicos, sino que hace a nuestra identidad de persona”.

Rossi agregó: “Ellas nos ayudan a no contagiarnos, como dice el Papa, con los síntomas de una sociedad enferma que busca construirse de espaldas al dolor, y que encima tiene el descaro de criticar, juzgar y condenar sin distinciones a quienes hacen, lo que quizás nosotros, no nos animamos a hacer”.

También refirió una anécdota de cuando era seminarista “allá por los años 70”, con Jorge Bergoglio como su superior en el Colegio Máximo. “Nos pidió que abriéramos un comedor en uno de los barrios de San Miguel. Por supuesto, dijimos, nos ponemos a armar el proyecto, a lo que él respondió: ‘Nada de proyecto, mañana se estrena el comedor, el hambre no puede esperar’”.

Qué se dijo tras el oficio
Quien hizo de anfitrión, en tanto está al frente de la capilla, el padre Pablo Viola, destacó ante La Nueva Mañana el sentido de la reunión en Villa Angelelli: “Nos parece muy importante que a estas mujeres podamos valorarlas, en un tiempo donde se está construyendo una especie de relato, en el que se quiere demonizar a todos los que llevan adelante alguna tarea organizada, articulada en los barrios, y eso es preocupante”.

También conversó con LNM Liliana Montero, quien acompaña en la gestión al gobernador Martín Llaryora desde que ejercía la intendencia capitalina, destacó cómo su área siempre está apoyando a quienes trabajan en los territorios y destacó “los programas con que se cuenta dirigidos a las mujeres en el territorio”.

Montero tomó la afirmación de monseñor Rossi: “Como dijo el arzobispo, el 90% de los espacios comunitarios están conducidos por mujeres, desconocer esta realidad es desconocer la realidad de la Argentina, que tiene más del 50% de la población bajo la línea de pobreza y entonces una se debe preguntar siempre cómo es posible que un país con esta crisis estructural no haya estallado en mil pedazos”.

Y continuó: “Entonces la respuesta es que existe esta malla comunitaria que está dada por los comedores, por los merenderos, por los centros vecinales, por los clubes, las iglesias, las parroquias, que hacen que este país tenga esa institucionalidad comunitaria tan potente. Estamos aquí como dirigentes políticos porque reconocemos que el Estado solo no puede, pero que sin el Estado menos aún”.

“Necesitamos poner en valor la solidaridad”
“Me llevo emoción, me llevo compromiso, me llevo el alma llena de ver y de poner sobre la mesa el trabajo de las mujeres, el trabajo solidario. Más solidaridad es lo que estamos necesitando, nos debe doler el sufrimiento”, dijo Natalia de la Sota ante la consulta de LNM.

La legisladora nacional agregó: “Me parece muy bueno cómo la Iglesia sale, y por arriba de esta situación ideológica, política. Lo que está pidiendo es solidaridad, lo que está pidiendo es atención y amor, está pidiendo es empatía, y en esto el Estado no puede estar ausente”.

No se pudo eludir hablar del tratamiento de la Ley Bases esta semana en Diputados: “Sigo con mi postura de no acompañar estos proyectos. Se va a discutir en el bloque, no sé qué posición tomarán mis otros compañeros, pero yo tengo muy claro cuál es el rol que el Estado debe tener. Tengo muy claro que esta ley es una transferencia de recursos terrible, y que deja afuera a los sectores más humildes, a los trabajadores”.

“La solidaridad en oposición a la salida individual”
Desde la Unión de Trabajadores de la Economía popular (UTEP), Marco Galán, dijo a La Nueva Mañana que “este encuentro, el Día de la Bandera, sirve para que reivindiquemos los merenderos y comedores, a los trabajadores y las compañeras que a diario sostienen estos espacios comunitarios”.

Quien también está al frente de la Mutual Carlos Mugica agregó: “Hemos puesto en valor la solidaridad, frente a un gobierno que plantea la salida individual, que dice que la gente se puede morir de hambre”.

Consideró que “la alimentación es un derecho humano” y destacó la trascendencia de que la Iglesia se haya puesto al frente, “que acompañe y destaque a estos espacios que están siendo discriminados y difamados, sirve mucho este gesto de los obispos, que tengan una opción preferencial por los pobres”, y concluyó que se trata de “toda una señal en Argentina, en este tiempo de un gobierno anarcocapitalista, que rechaza la justicia social”.

Fuente: LA Nueva Mañana