La Olla del César, una piscina natural en San Clemente

Esta localidad, ubicada a unos 90 kilómetros de la ciudad de Córdoba, cuenta con varios arroyos y ríos que vale la pena recorrer y descubrir.

Esta localidad, ubicada a unos 90 kilómetros de la ciudad de Córdoba, cuenta con varios arroyos y ríos que vale la pena recorrer y descubrir.

La serranía cordobesa alberga tantos rincones que parece que no va a alcanzar la vida para terminar de conocerlos a todos, pero siempre es una grata experiencia salir en búsqueda de esa sorpresa, de ese lugarcito escondido al que pocos llegan, para luego comunicarlo y compartir las ganas de visitarlo.

Con eso en mente, me fui hasta la localidad de San Clemente (así, con rima incluida), a la que ya había ido muchas veces, pero que sabía que me faltaba (y me falta) mucho por conocer.

No había recorrido, por ejemplo, ninguna de sus cascadas y ollas. Y sabía que había varias porque una de las características interesantes que tiene San Clemente es que por allí pasan varios ríos y arroyos. Muchos se ven desde la ruta como el San José por donde antes estaba ubicado el vado, y desde algunos años ya hay un puente, los arroyos Las Tazanas, Las Granadillas, y los ríos San Pedro y de la Suela son parte de este entramado de aguas que rodean la localidad.

Un sendero y una cascada
Una de las cascadas más conocidas de San Clemente es la Olla del César o también mencionada en Google Maps como Baños del César.

Llegar hasta este lugar es fácil, se debe ir hacia la Escuela Juan B. Cabral que se encuentra yendo por la ruta S271, tomando el desvío en la calle Mario Sársfield Novillo. Esta vía nos deja frente al arroyo Las Tazanas donde primero se ve un vado y hacia la derecha hay un puentecito y la escuela al lado.

Un dato importante: antes de cruzar el vado, de la mano izquierda, hay un estacionamiento comunal donde se puede dejar el vehículo, para luego continuar caminando. Volviendo al puentecito, una vez que lo cruzamos, está la escuela y se debe ingresar al predio donde hay una canchita de fútbol, que está al borde del arroyo.

La caminata se hace justamente bordeando el curso de agua, entre medio de bosques de pinos, tan característicos de esta zona. El arroyo cuenta con un caudal escaso, como casi todos en esta época del año, pero al no haber precipitaciones, el agua está calma y se ve cristalina. Lo que le da el matiz colorido son las plantas totoras que se ubican en sus márgenes.

En aproximadamente media hora, yendo a paso lento y contemplando el paisaje, ya se puede llegar a la base de la cascada, que es ancha y está rodeada de grandes paredones.

Lamentablemente, la vista de la cascada se ve opacada por varios caños de toma de agua que están puestos desprolijamente, impidiendo admirar la postal natural.

Una perspectiva diferente se tiene al subir al inicio de la cascada. Por un senderito corto se puede ascender y ver la parte superior, donde el arroyo viene bajando y forma una olla que, junto a un muro pequeño de contención, se asemeja a una especie de piscina con borde infinito que ofrece una panorámica espectacular de toda la zona. Sierras, arroyo y bosque de pinos componen un paisaje muy bello.

Cómo llegar
Ubicada a poco menos de 90 kilómetros de la ciudad de Córdoba, la localidad de San Clemente está en el valle de Paravachasca, a la vera de la ruta S271. Se puede llegar por la ruta Provincial N° 5 que luego conecta con la S271, o por Falda del Cañete, pasando por Bosque Alegre y en la rotonda de los Cinco Valles tomando en dirección a la localidad por la mencionada ruta.

Fuente: La Nueva Mañana