“La concentración de poder empuja a las sociedades hacia el canibalismo social”
La Nueva Mañana dialogó con el ex canciller Rafael Bielsa, que entre otras temas se refirió a la fase actual del capitalismo occidental y a la destrucción que provoca en las sociedades.
15/10/2024 POLÍTICALa Nueva Mañana dialogó con el ex canciller Rafael Bielsa, que entre otras temas se refirió a la fase actual del capitalismo occidental y a la destrucción que provoca en las sociedades.
LNM dialogó con el ex canciller –también ex embajador y ex diputado- Rafael Bielsa sobre la actual situación global, el rol de Argentina dentro de la misma, los posicionamientos del país dentro de la región, y la vinculación de la devolución del archipiélago de Chagos -a Mauricio- con el caso Malvinas. Al mismo tiempo esbozó una semblanza de la personalidad del presidente Milei basada en la frecuentación de encuentros y conversaciones –con el hoy presidente- cuando fueron compañeros de trabajo.
Argentina dentro de un orden mundial convulsionado.
“El endeudamiento ilimitado fue alejándose del equilibrio del orden democrático”
¿Cuál es su visión acerca del estado de tensiones extremas que están atravesando las grandes potencias mundiales?
-Entiendo que esta fase del capitalismo occidental monopólico ha cambiado respecto de la vigente antes del comienzo de la enfermedad por coronavirus el 31 de diciembre de 2019. Y entiendo que cambiará nuevamente en los próximos dos años. Se sigue caracterizando por la concentración del poder económico y político, pero en un porcentaje mayor de miseria y perversión, con evidencias en la destrucción del tejido de las sociedades empujándolas hacia el canibalismo social. Aumenta tanto la relación entre mayor y el menor ingreso como las lógicas de la usura, lo que lleva al aniquilamiento de algunas sociedades. Otras, se debaten en el endeudamiento, obligando a los más a tener cada vez menos para pagar compromisos que no los favorecen, en beneficio de la cúspide del sistema. El endeudamiento ilimitado fue alejándose del equilibrio del orden democrático, con relaciones jerárquicas representativas basadas en la cooperación. La actividad apoyada en la economía real abandona la producción y se centra en la financiación, y lo que hay de industrialización se concentra en el complejo industrial militar. Lo que fue desarrollo tecnológico cada vez se comprime más en monopolios u oligopolios dentro de las mayores economías occidentales. El mundo imprime diseños sobre esas correlaciones de fuerza. Mire, existe un informe titulado “EU’s Defence Technological and Industrial Base” (Base industrial y tecnológica de la defensa de la UE), que las ambiciones de construir una base industrial y tecnológica de la defensa europea próspera no estaban motivadas sólo por consideraciones de seguridad. También se vieron potenciadas por causas económicas: la caída del gasto en defensa en muchos Estados miembros, así como el aumento de los costos unitarios de las capacidades, por ejemplo. Desde 2013, la Comisión Europea intensificó su papel en seguridad utilizando otro mecanismo: coordinó el mercado interior, promovió una base industrial y tecnológica de la defensa europea, y promovió proyectos de investigación. Contemporáneamente, un informe del Departamento de Defensa norteamericano evidencia las fallas impuestas a la base industrial norteamericana por la maximización de ganancias que reina en la producción para la guerra. Según dicho informe, las fallas no sólo lesionan la eficiencia del sistema industrial norteamericano, sino que arriesgan a la propia defensa nacional. El gobierno nacional ordena a los ministerios de Seguridad y de Defensa que coordinen las tareas para que haya un apoyo logístico fuerte de las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico. Pueden verse las similitudes, las diferencias y las adulonerías con claridad.
Gobierno nacional, Relaciones Exteriores y Cancillería.
“El Gobierno no ve el cuadro completo de lo que sucede en el mundo”
¿Qué puede describir acerca del comportamiento en dicha área de los funcionarios que están a cargo de las relaciones exteriores en el actual Gobierno nacional? ¿Hay coordinación entre el pensamiento del ejecutivo y la titular de la cartera –Diana Mondino-? ¿Cuáles le parecen que son los señalamientos más alarmantes que debieran hacerse respecto al desempeño del gobierno en esta área?
-Con absoluta claridad puede advertirse que el gobierno no ve el cuadro completo de lo que sucede en el mundo, así como de cuáles son los andariveles que beneficiarían a Argentina, o que no la perjudicarían. Y en donde alcanza a ver algo, la impresión es estática, por lo cual faltan antecedentes, análisis sobre el futuro y sobra un uso limitado de cierta ideología. Por lo tanto, carece de importancia saber si hay o no coordinación entre el titular del Ejecutivo y su secretaria en el manejo de exteriores, porque lo inorgánico es el pensamiento -si existiera algo que podríamos llamar así-. La lesión a valores que están consagrados en la legislación vigente, y los golpes a instituciones que responden a compromisos internacionales son apenas gestos sin contenido. No es así como podremos lograr interés en un mundo en el que la escalada -de índole militar, económica, política y simbólica- en los países más fuertes termina erosionando la legitimidad de las instituciones y de los valores existentes y beneficiosos para Argentina. Todo es alarmante porque nada nos sobra. Si alguna vez fuimos merecedores de alguna honra internacional, no se debió a que supimos cómo ser el mejor mosquito de Sansón, sino a que el país produjo conocimiento suficiente para varios premios nobel. El desempeño vigente irrespeta el estudio y la investigación. No por buenos mosquitos de Hércules seremos su hermano ni los hijos de Júpiter.
¿Qué consecuencias que puede trae para el país el recientemente proclamado abandono de la tradicional neutralidad argentina por parte del presidente Milei?
-De algún modo ya lo respondí en la respuesta anterior. Entiendo que es más la cuestión de analizar los actos con reflexión, análisis crítico y una creciente emoción basada en nuevos valores, antes que rechazar por enojo o terror. Además, hay que pensar bien qué significa la expresión “tradicional neutralidad argentina”. Cuál es su extensión y cuál es la aportación de este gobierno. Habría que preguntarse por qué es raro que se piense en un país de Sudamérica para algún emprendimiento en favor de la distensión o la paz. Una sensata política exterior casi siempre es prudente, y apuntar en esa dirección ni es -ni deja de ser- “neutralidad”, sino defensa adecuada de los intereses nacionales y estratégicos de nuestra Patria.
Malvinas y Chagos.
“Deberíamos trabajar frente a Malvinas en el territorio”
Habida cuenta de la “devolución” –por parte del Reino Unido- del archipiélago de Chagos a Mauricio, ¿Qué precedente podría sentar este hecho -que pueda favorecer a Argentina- en una futura recuperación de las Malvinas?
-El caso está vinculado con Malvinas, pero nosotros libramos una guerra -y Chagos y Mauricio no-. En esa materia tengo dos principios en lo personal: Gran Bretaña solo comprende lo que le duele; y deberíamos trabajar frente a Malvinas en el territorio. Nadie va a buscar a 12.755 kilómetros lo que tiene a 878 kilómetros, con seguridad y eficiencia. Quiero decir que nadie se va hasta Londres cuando lo que tiene allá podría tenerlo en Comodoro Rivadavia, que está «en el territorio» ¿O acaso Comodoro Rivadavia es marítima como ciudad? Eso es «frente al territorio». Eso, y buenas rutas en el Sur, buena escuela, buenos hospitales. Eso no nos lo va a dar la reiteración del Pacto Foradori-Duncan.
Situación argentina dentro de la Región.
“Argentina lastimó a Brasil, y en Venezuela le tuvo que pedir que se hiciera cargo de los asuntos nacionales”
¿Cómo analiza en la actualidad la situación de la región y la posición argentina dentro de la misma?
-Vale lo ya dicho: el gobierno no ve el cuadro completo. Lastimó a Brasil, y en Venezuela le tuvo que pedir que se hiciera cargo de los asuntos nacionales. Pone distancia con Chile, cuyo presidente irá en enero del año próximo al Polo Sur. Ya estuvo con el Secretario de Naciones Unidas a quien desconcertamos, António Guterres. En un mundo complejo, donde el petróleo y el gas continúan siendo la llave esencial del crecimiento económico y del mantenimiento de la actual estructura de poder global, descuidamos estas cuestiones elementales.
Ante una posible escalada de los actuales conflictos bélicos presentes en el planeta ¿piensa que los países de la región se verían obligados a tomar partido obligatoriamente? ¿Cuáles consecuencias traerían para la región y para Argentina?
-De ninguna manera debemos tomar partido “por obligación”. Por principios, por intereses, sí; pero no por obligación. Los planos son diferentes: Palestina nos es afín en un plano -que no se vincula con el “terrorismo”-, y Rusia por otro -que no se vincula con el “comunismo”-. No importan las consecuencias si Argentina se redime. Antes del global, hay un conflicto local, y su importancia es mayúscula. Por distintos caminos los huracanes del mercantilismo soplan con fuerza en el centro del poder mundial. Hay un cambio de paradigma estadounidense, que ni es forzado ni tiene dirección ganada, de enorme significación para los países periféricos. Según dice Mónica Peralta Ramos: sustituye a las cadenas de valor global tradicionalmente dominadas por corporaciones multinacionales norteamericanas por cadenas más cortas, de índole estratégica, y ubicadas al interior del área de influencia directa estadounidense. Esto es algo sobre lo que vale la pena pensar y discutir. Como consecuencia de lo dicho, habrá una creciente presión política, económica y militar sobre los países y regiones de la periferia que tienen recursos naturales de importancia estratégica para el crecimiento de la producción de Estados Unidos y para el mantenimiento de su complejo industrial militar. Entre estos recursos, se destacan las energías fósiles, las tierras raras, el litio y otros minerales y metales indispensables al desarrollo tecnológico en la era de la conquista del espacio.
Milei, el ciudadano.
“Ser apasionado no es lo mismo que ser violento”
Toda vez que usted fue compañero de trabajo de Javier Gerardo Milei –en Aeropuertos 2000-, ¿anticipaba usted los comportamientos violentos discursivos -y la desaprensión para con el sufrimiento ajeno- que ejerce constantemente el hoy presidente de la Nación? ¿Qué puede decir acerca del vínculo del presidente con su hermana -que ayude a la ciudadanía a comprender las particularidades de la influencia de ella sobre él-?
-En primer lugar: No, jamás hubiera esperado de él ni la violencia discursiva ni la desaprensión respecto de los que sufren. Durante los años en los que trabajamos juntos no aparecieron ninguno de los dos elementos. Ser apasionado no es lo mismo que ser violento, y él era muy apasionado respecto de sus ideas, que no eran muy distintas que las actuales. Elegir de qué cosa preocuparse no significa carecer de miramientos respecto de los que padecen, y él se preocupaba de cuestiones muy menores al cometido de un presidente. Tal vez por ello me haya dicho en muchas oportunidades que no le importaba la política, y que sí le importaba la academia. Parece que ahora le importa la política y le dejó de importar la academia, al menos por el modo como exterioriza la ciencia, el arte o la literatura. Alguien dijo que el intento por combinar sabiduría y poder rara vez ha sido exitoso, y cuando ha sucedido solo ha sido por un corto tiempo. Tal vez por la dificultad en hacer coexistir ambos ingredientes esté en el costado de las diferencias entre quien conocí y quien es. De su hermana -a quien no conocí personalmente- me hablaba con frecuencia. Junto con Conan eran los dos seres vivos a los que refería con constancia, y que no estaban ausentes de un círculo de afecto. Había un círculo ulterior, más amplio que el del afecto, aunque menos intenso: el de las personas que respetaba o admiraba, como Diego Giacomini o Federico Sturzenegger. Pero querer y admirar, que en Milei estaban muy cerca, no son lo mismo. No recuerdo alguien a quien él hubiese respetado que no quisiera un poco. Y no recuerdo alguien a quien quisiera que, a un mismo tiempo, no admirara en lo que consideraba sus virtudes. Así, Karina tenía -según él- valores que la volvían admirable. Había entre ambos, si existía algún roce, un roce contrariado, podría decirse. Habían sufrido contingencias familiares comparables y el uno defendía a la otra. Pero creo que Karina era más maternal en un sentido genérico que Javier paternal. Ella, por intermedio de Javier Gerardo, crepitaba ante mí saberes de esa pasividad. Karina estaba presente siempre.