Greenpeace denuncia desmontes ocultos en Santiago del Estero y Chaco

El 75% de la deforestación de Argentina se concentra en cuatro provincias del norte: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa.

El 75% de la deforestación de Argentina se concentra en cuatro provincias del norte: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa.

La deforestación en Argentina afecta al segundo ecosistema forestal más grande de Sudamérica (detrás del Amazonas) y una de las áreas más ricas en biodiversidad del mundo, que se ubica entre las provincias de Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa.

En la mayoría de los casi dos mil lotes analizados por Greenpeace se detectó que las intervenciones se practican para desarrollar la ganadería intensiva bajo el ardid de un manejo silvopastoril que combina ganadería con manejo forestal. Se trata de una de las formas más antiguas de la agricultura y se ha practicado en los cinco continentes durante siglos. Sin embargo, en la práctica se utilizan aquí los terrenos afectados para una cría de ganado que no es sustentable ya que implica la tala de especies autóctonas.

Concretamente, se han perpetrado simples desmontes disfrazados porque en el 70% de los casos analizados por Greenpeace se evidenció la pérdida de la estructura del bosque. Las fincas pierden su original densidad de árboles según pudo documentar la ONG ambientalista recurriendo a drones, a tomas aéreas.

Consultado por Carbono.news, Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace Argentina, denunció que «en las últimas dos décadas, el avance de la ganadería intensiva ha sido el principal motor de los desmontes en el norte del país, incluso en áreas protegidas específicamente por la Ley de Bosques».

«Es innegable la complicidad de los gobiernos provinciales de Santiago del Estero y Chaco ya que han permitido estas prácticas violando las normas. Han buscado favorecer a los grandes productores de ganado», aseguró Giardini.

Según Giardini, «es evidente que lo que se presenta como una gestión sustentable del bosque es en realidad una forma de continuar expandiendo la frontera agropecuaria donde no está permitido».

Fuente: Uno